Los galgos, los galgos

Difícil desprenderse de un libro que te deja tan triste. Esos libros que al terminar de leerlos uno siente una profunda pena que lo inhabilita para leer otra cosa durante días.
Es el primer libro que leo de Sara Gallardo y realmente me impactó. Es un libro lento, con una prosa simple pero que, por momentos, tiene frases muy poéticas. Me hizo recordar a los cuentos de Haroldo Conti. Gallardo cuenta una historia que gira en torno a un campo heredado y nos va metiendo lentamente, como si quisiera trasladarnos al entorno natural y sacarnos de la vida citadina. Pasado el tedio inicial la obra se vuelve hipnótica. Seguimos la vida de Julián y, les prometo, nunca más podrán desprenderse de este personaje en sus vidas. Muy pocos libros logran eso. La autora logra, magistralmente, convertir al personaje en parte nuestra.
Melancólica como los tangos que Julián escucha esta historia está plagada de desencantos, de secretos no dichos, de anhelos, de sueños que se rompen sin terminar de soñarse, de desamores y amores falsos, de ricos y de pobres y de lo pobres que son algunos ricos.
¿Por qué leerlo, entonces? Porque la tragedia se mezcla con la belleza y las verdades se mezclan con las dudas. Porque te deja pensando en tu vida. Porque ves como el tiempo pasa y todo se lleva. Porque es una historia inolvidable que te tatuará un personaje en el alma.
Voy a leer más de Sara Gallardo. Fue un maravilloso descubrimiento-