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Estamos ante una historia muy original con personajes muy pintorescos. Todo empieza con Richard, que vive una vida estructurada y algo monótona: trabajo estable, novia estable… todo cambia con Puerta, que un día aparece herida en mitad de la calle haciéndole decidir si acompañar a su prometida a una importante cena de negocios o recoger a esa chica y curarla (pide que nada de hospitales). Escoge lo segundo y la lleva hasta su apartamento. Esta chica resultará ser Lady Puerta, que posee la habilidad de abrir cerraduras. Debido a esta decisión conoceremos Londres de arriba y Londres de abajo. Junto a Richard y Puerta nos embarcaremos en una aventura por el subsuelo de la ciudad, donde se oculta un mundo entero entre túneles de metro y alcantarillas, invisible a los ojos de los de arriba pero con su propia estructura. Esto puede ser una crítica hacia la sociedad ya que ante vagabundos aparta la mirada. Además irán apareciendo personajes muy interesantes como el marqués de Carabás, un hombre que intercambia favores; una sociedad de ratas; dos villanos muy curiosos y sádicos, expertos asesinos que disfrutan con su trabajo pero su forma de interactuar resulta muy divertida. La trama consiste en el viaje que Lady Puerta comienza antes de verse interrumpida por los villanos y aparecer enfrente de Richard. Nuestro protagonista se verá arrastrado constantemente por las circunstancias y tendrá que hacer frente a este viaje aunque al principio no sea lo que él realmente quiere. Debo de admitir que algún pasaje se hace algo pesado pero como constantemente vamos moviéndonos por diferentes localizaciones y conociendo criaturas, nos vuelve a enganchar. |
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