Mitos nórdicos

Tenia curiosidad por saber que podía surgir de la mezcla de uno de mis escritores favoritos, Neil Gaiman, con la siempre interesante mitología nórdica. Y debo decir que lo peor que se puede decir de esta obra es que es demasiado corta. Aunque se compone de historias cortas (cada una, un mito) la novela puede resultar un poco densa por la cantidad de nombres y hechos que pasan en cada una, de ahí que el diccionario de nombres al final del libro sea todo un acierto, y muy útil.

La mitología nórdica es un campo fecundo para la imaginación de un autor, y en esta obra Gaiman demuestra su amor y conocimiento por este computo de historias y lo hace con la maestría que caracteriza sus obras. Y le da su toque personal y característico. Eso es algo que me preocupaba al empezar a leer la novela. Pensaba que no iba a leer algo que tuviera el personal estilo de Gaiman , o la originalidad con la que sabe idear las tramas de sus obras, ya que tenia seguir unas pautas y una trama que existe desde hace siglos. Pero el escritor sabe darle su toque personal a estos mitos.

En esto tiene mucho que ver los personajes que pueblan la novela, ya que se nos presentan a unos dioses muy humanos y con multitud de defectos, incapaces de escapar a las grandes pasiones, el sexo, el deseo de poder o conocimientos... y tampoco el destino. Toda esta mitología tiene un sentido de lo inevitable muy fuerte, y en ese sentido se nota su influencia en la obra de Gaiman, ya que esto se ve también en trabajos previos del autor.

Se nota que al darle su propia y personal visión, el autor ha disfrutado mucho escribiendo sobre estas divinidades.Por otro lado, no se si serán imaginaciones mías, pero me ha parecido ver algún que otro guiño a la novela de American Goods. Sea o no cierto, eso me hizo bastante ilusión.

Como ya hicieron antes que él grandes autores como Tolkien, Neil Gaiman realiza su propio homenaje a los dioses nórdicos y sus leyendas con gran maestría en este breve compendio de leyendas, que va de la creación del mundo hasta su destrucción en el Ragnarok.