Tomar unos clásicos de la literatura infantil, unas historias tantas veces contadas y conocidas por todos y convertirlos en una buena obra me parece una difícil tarea, pero en este caso está muy bien logrado y con un giro y un final bastante diferente al convencional. En esta obra se rompe con el cliché de la mujer desvalida que necesita ser rescatada y se queda sentada esperando a que el príncipe u otros hagan el trabajo. Simplemente genial y con una narrativa y unas ilustraciones hermosas.
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