Este libro es una versión del clásico, con ironía y un lado oscuro que me hizo acordar a Tim Burton. Una mirada original porque la joven reina, a punto de casarse y tratando de buscar un escape a ese casamiento obligado, es quien rescata a la princesa dormida. No hay príncipes valientes ni beso del verdadero amor. Sólo una reina valiente y dispuesta a demostrarse a si misma de lo que es capaz. Las ilustraciones de Chris Riddell son una belleza, un trabajo increíble como suele hacer siempre. Y le aportan, al libro y a la historia, un estilo particular y oscuro. Confieso que Neil Gaiman es uno de mis grandes pendientes. Sólo tengo este libro de él y, aunque me encanta, me gustaría leer alguna de sus historias. |