El libro del cementerio

Ganadora del premio Hugo, Gaiman nos trae una versión muy particular y original del clásico de Kipling, “El libro de la selva”.
Con ilustraciones de David McKean (en la edición española nos llegan de mano de Chris Riddell), tenemos una novela juvenil de aprendizaje, donde todos los personajes que aparecen en la historia ayudarán a nuestro protagonista de un modo u otro a encontrar su camino. Protagonista que se encuentra solo, en un entorno que no es el suyo y es criado por gente ajena que le ayudará a crecer y afrontar sus temores e incluso traumas infantiles.

Es una historia de aventuras, peligros, fantasía y magia, con toques macabros a los que Gaiman nos tiene acostumbrados, pero ubicada en la época actual y cuyo acierto está en los personajes y la ambientación del mundo recreado.
Así pues estaríamos más bien ante una reinterpretación de esquemas clásicos más que ante una historia inédita.

Tenemos entonces a Nadie (Mowgli), que escapa de la cuna siendo un bebé la misma noche en la que su familia es asesinada de manos del hombre Jack (Shere Khan).
El niño es acogido en un cementerio y será criado por fantasmas en un entorno con leyes propias, donde el difunto matrimonio Owens (los lobos) se encarga de ejercer de padres adoptivos y darle la educación pertinente. En educarle también intervendrán como tutor el no-vivo Silas (Baloo) y una consejera, la licántropa Señorita Lupescu (Bagheera), ambos le enseñarán diferentes disciplinas, entre ellas la de mantenerse alejado de los ghouls o cómo pedir ayuda en todos los idiomas posibles.
Gracias a los diferentes habitantes de la necrópolis, Nadie aprenderá a leer con los epitafios de las tumbas, además de trucos propios de los fantasmas, como desvanecerse, atravesar paredes o ver en la oscuridad.

Como decía al principio, diría que lo mejor de la historia es su ambientación, ya que gracias a las descripciones, es bastante fácil imaginarse en el cementerio o el interior de las tumbas.
Narrado con un puntito gótico y siniestro, pero a la vez plagado de una vivacidad asombrosa.
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Este libro lo quería leer desde hace muchísimo tiempo, de hecho lo tenía pero aún no le había dado la oportunidad. Me ha encantado, aunque careciera de ese puntito de terror que me esperaba, así que si estáis buscando un libro de terror, pasad de el porque no lo es. Yo lo definiría como un cuento para niños (y no tan niños) con una historia entrañable de fácil lectura.

Como siempre, Neil Gaiman no decepciona, ya sé que es un autor que no gusta a cualquiera, pero tiene una manera de escribir mágica, que te transporta a lo que estas leyendo. Este libro no ha sido menos, engancha desde el principio y es de lectura fácil.

Los personajes y la ambientación son otras de las cosas que me han gustado. La ambientación en su mayoría ha sido el cementerio, eso le da a la historia un aire gótico y de oscuridad todo el rato, las criaturas que aparecen no dan miedo, pero están muy bien descritas y no cuesta imaginárselas.

Os recomiendo este libro tanto si sois fans del autor como si no, creo que es una buena opción para empezar a leer a Gaiman. Esta en especial no es nada compleja y se lee del tirón, es verdad que hay momentos en los que no sucede nada relevante, pero la mayoría de las veces hay mucha acción.
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Muy buena narración. En esta ocasión Gaiman nos cuenta la historia de un niño que después de la muerte de su familia es criado por los fantasmas de un cementerio.
Cada capítulo es una aventura del muchacho a lo largo de su infancia. Hasta que el pasado vuelve al presente y debe hacer frente a Jack.
Un libro muy entretenido, cada capítulo es una historia distinta con los mismos personajes. La evolución de Nadie, es el nombre del niño, la forma de ir conociendo a todos los habitantes del cementerio, cada uno con su carácter y manías.
Me encanta como explica el motivo de porque las personas se suicidan, entre otras cosas. Pero es una forma muy sencilla y asequible para edades tiernas.
No lo consideraría un libro infantil, pero si juvenil. Más que nada por temas y palabras que se utilizan.
Me da un poco de pena el final, pero es realista...
Muy grande este Gaiman.
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" Hola, me llamo Nadie Owens, pero todos me llaman Nad, y vivo en un cementerio. Llegué aquí cuando era muy pequeño y apenas me acuerdo de nada, pero enseguida me acogieron y cuidaron cómo si fuera uno de ellos, aunque yo estoy vivo. Tengo unos padres, los Owens, y vivo con ellos en su panteón. También tengo un tutor, Silas, que vive entre este mundo y el otro, y que se encarga de mi educación y de conseguirme comida. Aquí vivo muy agusto y todos son muy amables conmigo, pero tengo prohibido salir del cementerio porque fuera hay muchos peligros y allí no podrían protegerme. No me importa, porque aquí puedo vivir mil aventuras, como ir a la tierra de los ghouls, rescatar antiguos tesoros guardados por seres inmortales y conocer el mundo a través de las historias que cuentan los habitantes del cementerio, incluída una joven bruja que se ha convertido en mi amiga. Sé que algún día, cuando sea mayor, tendré que salir y comenzar una nueva vida lejos de aquí, pero por ahora estoy muy bien viviendo en el cementerio. "
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Tenía muchas ganas de leer a Gaiman y creo que he hecho una buena elección empezando por este libro. He disfrutado mucho de todas las aventuras de Nad Owens y al final me ha dado penita despedirme de él. Lo que tengo claro es que quiero seguir leyendo más cosas del autor.

Nobody Owens (también llamado Bod) es criado por fantasmas en un cementerio cercano a la casa en donde toda su familia fue asesinada por un misterioso hombre. Con algunos saltos temporales y capítulos largos vamos conociendo su relación con los residentes del cementerio y acompañándolo en su crecimiento y aventuras; en sus miedos y deseos de conocer el mundo más allá del cementerio, un mundo que representa peligro, ya que el asesino no se olvidó de él y sigue buscándolo.

Los personajes, tanto principales como secundarios, están muy bien construidos. Pude encariñarme con muchos de ellos, especialmente llegando a los últimos capítulos del libro. Lo que más me gustó fue encontrarme con un final capaz de emocionarme hasta las lágrimas, un final que no esperaba que llegara con un efecto tan poderoso en mí; esto no quiere decir que no me gustara la historia antes de terminarla, sinceramente pensaba que no me iba a encantar. Me equivoqué.

A simple vista parece una historia infantil, pero realmente es mucho más que eso. Lo recomiendo para todos, sin importar la edad. Es un libro que tiene algo para enseñarnos en cualquier etapa de la vida. Las ilustraciones de Chris Riddell son hermosas, reflejan la atmósfera del cementerio perfectamente.

Neil Gaiman puede ser considerado, sin discusión, un autor reconocible. Cuando uno se acerca a cualquiera de sus novelas sabe perfectamente que se va a adentrar en un mundo oscuro, lleno de personajes fantásticos envueltos en dramas mundanos. El libro del cementerio no es ninguna excepción, así que si perteneces al colectivo que adora a este buen señor tienes entre manos una historia fascinante en la que el mundo de los vivos queda relegado a un segundo plano.
Aunque no es del todo cierto, ya que la narración avanza cada vez que los humanos hacen acto de presencia. Sin embargo, el grueso de esta historia se produce dentro de un cementerio, con las fascinantes seres que habitan en él. Muertos, brujas, ghouls y otro tipo de criaturas que es mejor descubrir a lo largo de la lectura conviven en una cierta armonía.
Todo eso convierte a la novela en un divertimento, al mismo tiempo que la lastra. Capítulo a capítulo vamos conociendo a todos esos personajes y la pequeña historia que ocultan detrás, de tal modo que el libro termina pareciendo una sucesión de episodios inconexos que se ensamblan en un final sopero en donde todos tienen su momento de protagonismo.
Tratar de conectarlo todo al final tiene sus riesgos y más de una pregunta queda en el aire sin que su respuesta aparezca por ningún lado. Eso no tiene por qué ser malo, que los argumentos masticaditos terminan por ser indigestos. Pero la última sensación que me queda es la de un cierre brusco e innecesario en el que se mezcla todo lo leído sin más y en el que la decepción te rodea como si fueran los devoradores de la noche.
A pesar de todo, la imaginación de Gaiman es tan seductora que la novela se disfruta episodio a episodio. La capacidad que tiene este hombre para humanizar a lo inhumano, la mala leche y la de temas que suele tratar en sus libros invitan a leerlo más de una vez. Pero si dejas el peso de la novela sobre una base tan desequilibrada, se puede caer con facilidad,

Leer a Gaiman siempre aporta algo. El libro del cementerio es un libro que debería leerse en los institutos, en todos los programas de fomento de la lectura. Original, aunque en el trasfondo no deja de ser una adaptación de "el libro de la selva" de Kipling, oscuro a ratos, con unos malvados que, como ocurriera en Neverwhere, se asemejan al hombre del saco, y mucho folklore inglés salpicando las páginas del libro.
Solo el capítulo "danza macabra" hace que valga la pena la lectura del libro.
Muy recomendable si eres un adulto que se resiste a dejar de ser un niño, y mucho más si eres un niño y deseas soñar con seres extraordinarios.

Estamos ante una historia muy peculiar, pues un asesino entra en una casa para matar a toda una familia y, por casualidad, el niño pequeño se escapa de la cuna y llega hasta un cementerio, donde los espíritus que descansan en él deciden adoptarlo. Aunque eso no hará que esté a salvo, pues Jack quiere completar su matanza aunque tarde tiempo. Nos adentramos en el mundo del cementerio en común nuestro protagonista, Nadie, va creciendo y entablando relaciones tanto con vivos como con los muertos, siempre sin salir del cementerio para que el asesino no finalice su tarea.

El autor construye el cementerio de una forma muy curiosa ya que vamos a encontrar a personajes familiares, otros curiosos… y estos están cada uno dentro de unos límites dependiendo de cómo fueron enterrados y dónde. Por otro lado, nos cuenta la historia de muchos de ellos y su construcción es perfecta. En cada capítulo Nadie irá descubriendo diferentes partes y personajes (con su background). Obviamente están relacionados pero cada uno te va introduciendo como pequeñas historias además de avanzar en la trama principal. Además, tenemos ese avance en la edad del personaje por lo que cada vez veremos esa curiosidad que va floreciendo en él.

En cuanto a la pluma del autor, es fantástico cómo nos introduce en la atmósfera e incluye un humor descarado e irónico. En resumen, una historia muy original en la que su ambientación nos absorberá por completo y disfrutaremos mucho de sus personajes.

Lo leí hace unos meses y he vuelto a caer, me encanta 😍
La forma que tiene Gaiman de contar la historia me encanta, ha hecho que me enganche igual o más que la primera vez que lo leí. No sólo por la historia, si no por los pintorescos personajes. Todos se hacen de querer, sobre todo Silas, mi favorito sin dudas. Todos son geniales por eso.
Aunque la historia es súper absorbente, me ha faltado algo de chicha al final haciéndose previsible. Tal vez por lo tan entusiasmada con lo que lo he leído, se me ha hecho tan corto.
Sin duda otro detalle por lo que me gusta, es ese aire a lo Tim Burton que tiene: la historia, la ambientación, los personajes.
Supuestamente van a hacer una peli, ojalá sea cierto. Por cierto, Gaiman es autor de Coraline, también es un gusto leerlo 😁

Yo no soy de leer fantasía, este fue mi primer libro de el Tío Neil y no estuvo mal, lo disfruté, fue un buen libro. Debo admitir que el final me hizo llorar un poco ya que los personajes se dan para querer, no puedes salir de este libro sin quererle dar un abrazo de despedida a alguno de los personajes.