Jack un asesino tiene la misión de matar a toda una familia y casi lo consigue pero en el último momento el bebé de dos años se escapa y se adentra en el cementerio que hay cerca de su casa. Allí los fantasmas de las personas que hay enterradas allí le ayudarán para que Jack no lo encuentre y no solo eso sí no que deciden cuidarle y protegerle para que Jack no lo encuentre nunca pues sigue buscándolo. Le ponen de nombre Nadie y desde ese día vivirá en el cementerio y crecerá allí. Nadie va creciendo muy feliz en el cementerio con su nueva familia pero a medida que crece tendrá más ganas de salir del cementerio y vivir mil aventuras, pero siempre con el miedo de que Jack lo encuentre y lo mate. Es una historia juvenil repleta de fantasía y fantasmas. Me ha encantado como los fantasmas adoptan al niño y le hacen integrante honorífico del cementerio, como lo cuidan y lo hacen tener una infancia muy feliz. Es un libro entretenido, se lee rápido y me ha gustado. |