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El libo comienza con esta frase de Chesterton y, ¿qué queréis que os diga?, un libro que comienza así presagia una buena historia. Y así ha sido. Con su particular manera de mezclar la fantasía con la realidad, el humor y la sátira, esta vez nos introduce un nuevo elemento, el miedo. Y es que esta historia tiene cierto aire gótico que recuerda a Poe. Además, hay mucho trasfondo y crítica en esta historia que te hacen reflexionar a la vez que disfrutar de la narración. Pero, vamos por partes: El libro está contado en pasado y tercera persona. Pero nuestro narrador se centra sobre todo en Coraline, la protagonista de nuestra historia, una niña que se define a sí misma como aventurera, valiente e inteligente. Un personaje con el que yo he conectado desde el principio y a la que acompañaremos durante toda la trama. Además, en este personaje recae la tarea de enseñarnos a vencer el miedo, dejarnos llevar por nuestra curiosidad, salir de nuestra zona de confort, aprender a rectificar y apreciar lo que tenemos. Pero, como bien es sabido que todo héroe necesita un fiel y astuto compañero, en esta historia encontramos al que se ha convertido en mi gato favorito de la literatura (lo siento mucho, Cheshire...), quien será un gran Virgilio para nuestra peculiar Dante-Coraline. Después nos encontramos a sus padres, quienes trabajan en casa pero siempre están demasiado ocupados para pasar tiempo con Coraline, aunque eso no quita que la quieran y se preocupen por ella. A continuación nos encontramos con sus vecinos, las ex-actrices, la señorita Pink y la señorita Forcible, reflejos distorsionados de la gloria que un día fueron. Y el viejo del piso de arriba, cuyo nombre se descubre al final de la historia y yo no seré quien os lo revele. Lo que sí os diré es que este hombre se comunica con las ratas... En cuanto a los personajes de su otra casa, son la versión mejorada, sin demasiado trabajo, sin los estragos de la vejez, el olvido y la nostalgia, de los personajes que encontramos en la vida real. Excepto por un pequeño detalle, tienen botones en lugar de ojos y viven bajo el yugo dictatorial de uno de ellos... Con unas ilustraciones espeluznantes a la vez que fascinantes, nos adentramos en este mundo creado por Gaiman en el que la línea que separa la fantasía de la realidad es muy fina y donde podemos sentir en nuestra propia piel cada paso que da Caroline en las dos casas, a través de la puerta, cerca del pozo... Y, ¿cómo no?, que no falte el humor satírico que tanto caracteriza el estilo de este autor por el cual estás leyendo tan tranquilamente la historia de una niña inspeccionando su nuevo hogar y antes de que te des cuenta ya te la ha colado doblada con unos zas en toda la boca de aplauso. En resumen: Una historia que se lee en un suspiro con la que te aterrorizarás, reflexionarás, aprenderás y encariñarás con sus personajes. Con el estilo único de Neil Gaiman, te dejará con ganas de leer más obras del autor. Enlace: http://utopiainthemoonlight... |
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