El latido de la tierra

Con esta novela me estreno con la autora y ha sido un magnífico comienzo. Me interesé por Luz Gabás a raíz de haber ganado el Premio Planeta, no conocía nada de su obra y pensé que ya era hora de empezar a conocerla, así que la busqué en la biblioteca y me llevé el libro a casa. Me ha causado tan buena impresión que tengo en mi lista de pendientes el resto de sus novelas.

Es difícil encasillar la novela en un solo género, podríamos decir que es una novela romántica pero también de suspense e intriga. La principal protagonista es Alira, una mujer de mediana edad que vive con su madre y su hermano menor en una vieja mansión que sus padres se negaron a vender cuando el gobierno expropió a los vecinos de todo el pueblo y quedó abandonado. La mansión ha pertenecido a la familia durante generaciones y Alira ha luchado durante años para conservarla dejando pasar otras oportunidades de vivir su vida de otra manera.

Cuando cree que la única salida pasa por vender la casa y las tierras, encuentra la manera de seguir adelante, pero una misteriosa desaparición y el descubrimiento de un cadáver en la casa unos meses después, hacen que deba enfrentarse al pasado y replantearse toda su vida.

Una historia bien planteada y mejor hilvanada que te hace pasar unos buenos ratos de buena lectura desde el principio hasta el final, con un lenguaje cuidado y unas detalladas descripciones que te transportan con la imaginación a los escenarios donde transcurren las vidas de los diversos personajes.

¡Feliz lectura!

He de reconocer que me quedé muy sorprendido al leer las primeras páginas de El latido de la tierra, pues su arranque es sin lugar a dudas el de una novela negra, género del que me consta que la autora es una gran aficionada.
Sin embargo El latido de la tierra es mucho más que una novela negra, aunque tenga sin duda mucha relación con dicho género. Hasta si me apuráis, sería eso que ahora se ha dado en llamar country noir, porque la ambientación es claramente rural. de hecho muy bien podríamos catalogar esta novela como un drama rural, de esos que se dan en la España profunda y despoblada.

No llevaba muchas páginas del libro cuando me vino a la memoria una novela que leímos este año en el Club de Lectura de la Biblioteca de Móstoles: La lluvia amarilla de Julio Llamazares. Un drama rural sobre la desaparición de un pueblo del que uno a uno sus habitantes van huyendo camino a la ciudad o al extranjero. Un drama vivido como una traición por el protagonista de dicha novela que al final queda solo en dicho pueblo viendo como la naturaleza va poco a poco acabando con las casas en una lucha en la que va siendo poco a poco derrotado pese a su empeño en intentar mantener vivo el pueblo.
No iba desencaminado mi pensamiento, porque esta es una de las novelas que aparecen citadas en la nota final de la autora.

Ese es el trasfondo de El latido de la tierra, al margen de esa trama de novela negra que la acompaña: el apego a la tierra. Un concepto que choca de frente con la concepción moderna de la vida, donde la comodidad de las grandes ciudades y las mayores oportunidades que en ella pueden encontrarse está llevando al despoblamiento y a la desaparición de numerosas poblaciones. La desaparición de cada una de ellas, es la desaparición de un trozo de nuestro patrimonio, de nuestra historia.
Desde ese punto de vista, El latido de la tierra es una novela muy nostálgica, la de un tiempo que está llegando a su fin sin que parezca que pueda hacerse gran cosa para evitarlo.

Ante todo, vamos a encontrarnos con una novela de personajes: un reducido grupo de amigos de la infancia que se reencuentran años después, con historias de amor no resueltas entre ellos que pueden ser fuente de conflictos en sus relaciones.
Un grupo de amigos que terminan conviviendo en la casa de Alira, la protagonista y entre los que tiene que encontrarse el culpable de la víctima encontrada en la bodega.
Algo que por otra parte hay que reconocer que está muy conseguido y muy bien dosificada la intriga, porque pese a que la novela arranque con la investigación de dicho crimen, no sabremos hasta bien avanzada la novela quién es la víctima, por lo que cuando la novela vuelve al pasado (va alternando el presente de la investigación con el pasado de los protagonistas), sabemos que uno o una de ellas ha de ser dicha víctima.
Una vuelta al pasado con una frase que no pude dejar de marcar y a la que han de enfrentarse los personajes de esta novela.

Desde que me enganché a la autora con su primera novela, aquellas Palmeras en la nieve, he leído todas las novelas que ha publicado y con total convencimiento os digo que para mí esta es con diferencia su mejor novela.
Una novela que a diferencia de las anteriores no puede entrar en la categoría de novela histórica y que tiene una estructura muy bien definida, en el que los saltos atrás en el tiempo no suponen en ningún momento un lastre para el ritmo de la novela (algo que sí me ocurría a mí con Palmeras en la nieve, donde lo que realmente me interesaba eran los sucesos del pasado), no solo porque la diferencia de tiempo sea menor y los protagonistas los mismos, sino porque una va reforzando a la otra, dándonos el pasado las claves del presente pero manteniendo en todo momento la intriga.
Además, de todas las historias de amor que ha construido en sus novelas (el amor es una de las claves presentes en todas), no tengo dudas de que la de El latido de la tierra es la que más me ha gustado y emocionado.
Una novela que sin duda estará en puestos muy altos a final de año cuando haga el ranking de mis mejores novelas del 2019.

Si te gusta Luz Gabás, te encantará esta novela. Y si no has leído nada suyo, El latido de la tierra es un buen momento para conocerla. Una novela diez.
Enlace: http://www.elbuhoentrelibros..

Este libro me ha decepcionado. Ha sido una lectura un poco aburrida y además me esperaba ese final.
Luz Gabás me enamoró con ''Palmeras en la nieve'' pero esta vez, ''El latido de la tierra'' me ha dejado fría y con un mal sabor de boca.

La historia se centra en Alira, una mujer que vive con su madre y su hermano en una gran mansión de un pueblo deshabitado. Todo comienza, cuando Alira se ve obligada a vender la mansión, la cual ha ido pasando de generación en generación pero sus amigos le dan una solución: alquilar varias habitaciones y así poder hacer frente a todos los gastos de la casa. Es entonces, cuando estos se instalan en estas habitaciones y alguien desaparece. Mientras, el pueblo vuelve a ser rehabitado por un grupo de personas que quieren comenzar de cero y que a Alira no le hace ni pizca de gracia.

Al principio lo comencé con mucho hype y creía que iba a ser tan bueno como el libro que catapultó a la fama a la autora pero me equivoqué.
Al comienzo del libro estaba súper perdida y no sabía qué narices estaba pasando y, que se muestren varios puntos de vista tan rápido, no me pareció lo más conveniente sin haber conocido un poco a los personajes.
La historia se desarrolla de una manera muy lenta a la vez que desesperante, pues solo quería que pasará algo interesante y hasta más de la mitad del libro no ocurrió casi nada. Después, la cosa se puso interesante hasta tal punto que no podía dejar el libro porque era lo que llevaba esperando todo el libro: DRAMA, DRAMA, DRAMA. Me dejó loquísima todo lo que ocurrió las 50 últimas páginas (porque sí, todo se desarrolla al final) y por lo menos fue un final decente para una historia muy meh.

Respecto a los personajes, tengo que decir que los odié a todos y no llegué a empatizar con ninguno, bueno sí, con Alira a partir de la mitad del libro porque la otra mitad fue muy asquerosa. Pero, al personaje que no soportaba por nada del mundo y que odié con todas mis fuerzas fue Adrián, era tan chulito, machista y horroroso que a veces quería tirar el libro por la ventana.
En general, todos los personajes han sido hechos para ser odiados puesto que son egoístas, rencorosos, tienen relaciones tóxicas y viven con odio. Menos mal que la gente del pueblo son gente buena y transmiten tan buen rollo como Damer.

En conclusión, no ha sido ni mucho menos un libro que me halla entusiasmado y al que le guarde cierto cariño pero en ciertos puntos ha sido entretenida (eso ha sido un poco complicado) y la salva ese final tan increíble lleno de drama que se ha montado la autora.

No leo tantos libros como quisiera donde los personajes principales sean de edades muy avanzadas , entonces quise darle la oportunidad a esta historia.

Lo primero que debo advertir, es que dejen totalmente de lado la sinopsis, pues ésta te arma ciertas características bastante limitadas para lo que en verdad es.

Luz armó una trama llena de misterio, secretos, intriga, donde intercala de manera sublime los saltos del tiempo. Es decir, partimos desde el presente, y rememoramos situaciones de los protagonistas en su niñez, adolescencia y ahora madurez.

Al principio, tuve la impresión que quizás se trataba de un romance algo histórico, y nada que ver. Todo está narrado en el presente, y en éste se mezclan temas tanto modernos como conservadores, dignos para la trama que muestra puja entre pasado y presente.

Tenemos desde okupas, joyas robadas, descripciones super completas en cuanto a muebles, situaciones y sentimientos. Para mí que no me agradan mucho éstas, me fascinaron. La autora creó una imagen mental perfecta de la historia.

Si alguien leyó "Palmeras en la Nieve", ya conocerán como es Luz al escribir. Quienes la lean por primera vez, como yo, seguro continuarán con más novelas suyas.

Alira es la protagonista de la historia junto a la mansión Elegía, donde vive con su madre y hermano. Alira como hija primogénita se hará cargo de la mansión a pesar de la despoblación del pueblo donde creció.

Pero los problemas vienen cuando empieza a faltar dinero para seguir adelante, ahí entrarán en juego los demás personajes, pues Alira tomará la decisión de alquilar las habitaciones que hay libres.

Los personajes no serán más que sus amigos de la infancia donde entrarán en conflicto las relaciones, el odio, el rencor, los celos, etc.

Nuestra sorpresa fue que nada más empezar nos encontramos con que hay un cadáver en la bodega de la mansión y todos los personajes están siendo investigados.

Los capítulos se van alternando entre presente y pasado y ahí descubriremos todo lo que les unió, les separó y además sabremos que hay alguna persona desaparecida y un cadáver pero hasta más de la mitad del libro no sabremos quien es. Esto dio para hablar mucho en el club.

También iremos viendo la evolución de la historia de amor que da nombre a la novela.

Los personajes están bien construidos y me ha gustado mucho que ya no son chavales si no que rondan los cincuenta., son odiosos, tóxicos, mentirosos, ambiciosos, por lo que predomina más la historia de intriga que el amor.

También tenemos un grupo de "comunidad" que llega al pueblo para reconstruirlo y que tendrán que enfrentarse a la familia que vive en la mansión y a la ley.

Llegando al final ya sabes lo que va a pasar por lo que ha sido un final flojo para el resto de la novela. No me ha gustado la resolución del asesinato.

Topicazo con la protagonista que creo que no era necesario pero que no voy a decir que por no hacer spoiler. También ha dado que hablar en el club.

En resumen es una historia bonita e intrigante que no la hubiera metido en romántica y que se merecía un final mejor.
Aún así la recomiendo.