El vals de las hadas malditas

El vals de las hadas malditas llega como un soplo de aire fresco dentro de la fantasía de nuestro panorama literario, un libro que hace una mezcla muy interesante entre este género y una trama policíaca, algo de esa novela negra que grita su sinopsis nada más leerla, un libro que te invita, solo con verlo, a sumergirte entre sus páginas. Con una narración en tercera persona usando diferentes puntos de vista, pero siendo los principales el de Jillian y Vela, he de decir que el principio del libro es algo confuso. Nada más empezar, nos metemos de lleno en un sinfín de términos que, mientras nos los va presentando el autor a medida que se va avanzando en el libro, hace que la trama se vaya moviendo hacia diferentes puntos de este mundo llamado Éterdar para enseñarnos unos primeros asesinatos y luces mágicas extrañas que, a simple vista, no tienen mucho sentido para el lector. Estos primeros capítulos me han costado un poco digerirlos simplemente porque el autor te mete de sopetón en un mundo que desconoces completamente, un batiburrillo de escenas de las que irás cogiendo pequeñas migajas porque sabes que forman parte de cosas muy importantes para el transcurso de la historia pero que, sin embargo, en ese momento no se aprecia ningún núcleo que las relacione de alguna manera, escenas alejadas las unas de las otras que no sabes muy bien de qué manera van a influir y encajar en la trama que se empezará a desarrollar junto a Jillian, Vela y los dos Sheknitas.

He de reconocer que, a pesar de tener unas primeras doscientas páginas en las que tienes un pie dentro del libro y otro fuera, el autor, de alguna manera, consigue no perder este trozo tuyo que ya tiene puesto el interés en lo que se va leyendo, sino que, mediante un movimiento sin pausa entre un sitio y otro, entre este personaje o el siguiente, da una agilidad, interés y misterio muy importante para mantenerte completamente atenta y pegada al libro. Gabriel Sánchez García-Pardo sabe cómo jugar bien con lo que quiere contar, y es por eso que ese toque de novela negra, esas subtramas de asesinatos que se tendrán que investigar poco a poco, es lo que consigue estabilizarte y no desengancharte ni perderte. Porque cuando llegamos al punto en el que esas migajas principales que habías recogido anteriormente empiezan a cobrar sentido, empiezan a juntarse y a ponerse en el sitio que les corresponde, es en ese momento cuando ya no hay vuelta atrás, cuando sabes que, hagas lo que hagas, ya estás metida del todo en un libro que ya empiezas a entender y ver mejor, que te empieza a gustar sin poder remediarlo. Ese pie que tenías fuera ya está dentro y caminas a través de unos capítulos y escenarios que vuelan de manera vertiginosa. Los asesinatos se vuelven más pronunciados, esa magia oscura, mortal, pero que tiene un algo llamativo, también empieza a crecer, a mostrarse de otra manera. Empiezan a salir nuevas cosas que van dando más emoción a todo lo que lees, surgen las primeras luchas, esas escenas de acción que ya no van a parar hasta el final, y una rebelión que va a dar muchos quebraderos de cabeza y giros argumentales muy bien posicionados. Es como que el libro ha conseguido, pasito a pasito, ganarte cada vez más, envolverte en un mundo que va a dar mucho de sí y que se va a convertir en el escenario principal de un sinfín de cosas que te van a dejar sorprendida, con el corazón en un puño, con los sentimientos a flor de piel, una historia que va evolucionar de manera constante y hacia arriba entre seres demoníacos, no-muertos, criaturas de fábula y repletas de magia que van a conseguir dar, también, otro punto absorbente y adictivo con el que no podrás parar de leer.

Para mí, la pluma del autor ha sido una completa sorpresa. Me ha gustado mucho su estilo, es de esos que me llenan totalmente, de los que me gustan. Descriptivos, muy cuidados, muy bonitos. Nunca había tenido la oportunidad de leer algo del autor anteriormente pero, de cara a un futuro, voy a tenerlo muy en cuenta. Ya he leído algunos comentarios sobre esto, y es posible que para algunos y algunas sea un estilo demasiado denso pero, ¿sabéis de esas narraciones que, desde el primer momento, se ve muy melancólica, preciosa, delicada, llena de una prosa excepcional? Así es el estilo del autor, una ambientación de bosques y seres feéricos y más que se traslada, sin problemas, a su manera de contar la historia, una que se va ampliando poco a poco entre detalles muy meticulosos y bien construidos, que se va mezclando, con una manera muy fresca, con esa parte de novela negra que consigue hacerse un hueco en todo este mundo, una manera de guiarnos que ha tenido Gabriel Sánchez García-Pardo para hacer que esas pequeñas cosas luego se hilen con una trama en la que se va a ver cómo de bien lo tenía planteado todo desde el principio, convirtiendo en algo de vital importancia aquello que, en un primer momento, parece no ser importante, parecen datos espolvoreados por aquí y por allá. Pero todo lo va encajando como el puzzle que es y te asombra completamente.

No obstante, al libro no le puedo dar la máxima puntuación por varias cosas. La primera de ellas es que, incluso después de haber acabado el libro, sigo con la sensación de que me ha faltado, en todo momento, algo mas en relación a la ambientación. El autor parte desde un momento en el que no hay nada por detrás, una historia pasada o algún tipo de información que de sentido a algunos de los elementos que expone. Sigo sin saber exactamente qué son los Hijos del Velo, para qué están, desde cuando, cuál es su propósito. Lo mismo ocurre con los Sheknitas Rojos que, si bien se nos dice que son como la guardia de Éterdar, tampoco hay nada que sirva como base y los sustente. Me ha faltado indagar en ese pasado, observar de manera más profunda esas partes. Es cierto que, cuando se va avanzando en el libro, algo más vas entendiendo, pero se me ha quedado cojo todo Éterdar. ¿Tan solo existe Eastun, la torre de Westeun y dos aldeas más dentro de este mundo? ¿Y qué tipo de política tienen, cómo funciona? Se mencionan a algunos dioses pero, ¿la sociedad es devota a ellos? Es como que sí, la parte mágica y de cuento está muy bien explicada, pero luego tenemos la parte más humana y se quedan todas estas cosas por el camino debido a que, como digo, no existe una base desde el comienzo del libro que vaya explicando poco a poco todo esto. Esta es una de las razones por las que, al comenzar el libro, no estaba muy situada. Esto también ha provocado que no entienda la causa de la rebelión que se nos muestra como una de las subtramas de El vals de las hadas perdidas, tampoco hay algo que nos de una justificación a esos hechos. Todo eso de las Cinco Caras, ¿por qué surgieron? ¿En qué momento? ¿Y por qué han actuado así sobre Eastun? Entiendo que pueda ser por el gobernador que hay, pero sigo con lo mismo, me faltan trozos de una historia pasada.

Para terminar, ¿este libro es autoconclusivo? Según he mirado en todos sitios, sí. Y, de ser así, se me han quedado muchos frentes abiertos. En Eastun, sin saber qué va a pasar ahora; alrededor de Jillian y Kelian... como que el final no resuelve muchas de las preguntas que se han quedado sin respuesta, da pie a un segundo libro, que no sé si llegará, donde se podría ahondar más en esos aspectos.

En resumen, El vals de las hadas malditas ha sido una auténtica sorpresa y otro libro que grita a los cuatro vientos la gran calidad que se respira entre nuestros autores y autoras. Una mezcla entre fantasía y novela negra, no deja indiferente a nadie gracias a una pluma por la que quieres seguir caminando y una trama que, a pesar de tener un comienzo algo confuso, va cogiendo fuerza para dejarte con la boca completamente abierta.