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Alma se propone convencernos de que debemos cumplir nuestros sueños, y para ello se adueña, de alguna manera, de los testimonios de personas diferentes que sí lo han conseguido, que han cumplido lo que deseaban, para que eso nos sirva de ejemplo y nos dejemos así llevar más por las ganas y menos por los miedos. Se trata de creer en nosotros mismos, de no permitir que nos digan que no podemos hacer algo y sobre todo de ser constantes. En esto derivan todas las historias que la autora ha seleccionado para nosotrxs. En ellas hay protagonistas de todo tipo: un deportista de élite, un empresario sin techo, un escritor, que a la vez es director y creador de una editorial de éxito, la primera pareja homosexual que logró contraer matrimonio, una autora que sufre parálisis cerebral... Testimonios como el de Teby, "Dispuesto a alcanzar la gloria", que nos habla de un joven nigeriano que pasó de venir en patera a España a trabajar en la cocina de uno de los mejores restaurantes de Barcelona. Me emocioné. También lo hice con "Una gitana luchadora", la cual sin saber escribir ni leer consiguió su carnet de conducir después de siete años formándose para ello. Algo que para nosotros puede resultar muy sencillo, del día a día, a ella le supuso un gran esfuerzo y siete años de constancia. "Un reto familiar", en el que una familia entera se vuelca en ayudar a los más vulnerables de forma totalmente altruista. Y muchas más. De verdad, ¿qué más queréis? Alma se merece ser leída y los protagonistas de sus historias se merecen ser (re) conocidos. Con esto, y con los aplausos de estas noches en honor a los héroes que tenemos en España enfrentando el coronavirus, os prometo que he recuperado un poquito la fe en la humanidad. Increíble. |
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