Empieza cuando Claire, inglesa, enfermera en la II Guerra Mundial y una vez acabada ésta, decide ir con su marido Frank a Escocia en una especie de luna de miel, en la que Frank intenta recabar datos de sus antepasados. Un amanecer deciden ir a un monte, donde alrededor de un círculo de piedras, las brujas del lugar realizan un ritual. Allí es donde Claire de repente entra en trance y se transporta al año 1.734, encontrándose con uno de los antepasados de su marido. El malvado Capitán Randall. Es ahí donde conoce también a Jaime y su familia con el que se reencontrará con el amor y no sabrá si debe o no volver a su presente. Claire además trendrá que sobrevivir a las continuas acusaciones de espía, ya que no se fían mucho de los ingleses y tanto ella como Jaime tenrán que vérselas con el Capitán Randall. Me ha gustado mucho la ambientación de la novela, aunque como he dicho antes, a parte de ser extensa, sus capítulos tienen un gran número de páginas. No es una novela para poder leerla del tirón. Quizás a mi me gusten más las que tienen más ritmo. Así que si os decidís a leerla, buscar el momento más adecuado para ello. |