La cuadra

La Cuadra de Gilmer Mesa, cuenta la historia de una cuadra cualquiera de un barrio de Aranjuez, o de cualquier comuna de Medellín a finales de los años 80, donde la tentación del dinero rápido, la vida fácil y la existencia fugaz, eran pan de cada día en los barrios populares de la ciudad.

A lo largo de las 192 páginas del libro recorremos el viaje por la línea de la memoria de Gilmer, un niño que no escogió nacer a finales de los años 80, tampoco escogió iniciarse en la vida de las pandillas y la violencia que en esos tiempos pululaban en Medellín, no pudo evitar que ese estilo de vida se llevara a su hermano mayor, Alquivar, quien 25 años después serviría de inspiración para recordar todos los hechos y personajes que rodearon la niñez y temprana adolescencia de Gilmer.

El libro está dividido en 9 capítulos: La cuadra, donde se da inicio al relato con una anécdota que gira alrededor de una foto tomada el día de Halloween. Kokorico, que cuenta la historia de vida de uno de los habitantes de la cuadra, quien vio en la guerra del narcotráfico contra el Estado la perfecta manera de desahogar sus impulsos violentos, originados en el desprecio y falta de afecto que sentía en su casa. El Revolión, en donde se cuenta el origen de una práctica iniciada por el combo de Gilmer que rápidamente fue copiada por otros combos de la cuadra y del barrio, que consistía en enamorar niñas e invitarlas a una casa sola para luego violarlas en grupo. Claudia y Denis hijo, una historia llena de consecuencias y odios profundos, en la que una víctima de un revolión queda en embarazo y el hijo producto de ese acto termina asesinando a su padre. Mambo, la historia de otro integrante del combo que vio en la violencia la única manera de desquitarse por el asesinato de su madre a manos de su padrastro. Los Riscos, que narra la historia de los jefes del combo y sus inicios en el mundo de la violencia y el delito. Calvo y Chicle, un oasis de música y amistad en medio de un desierto lleno de vicios y violencia. Alquivar, el golpe de realidad que llega a la casa de los Mesa cuando se enteran que su hijo mayor fue asesinado. Y por último, Ahora, la reflexión de un Gilmer Mesa 25 años mayor, que mira su pasado y agradece las cicatrices y las heridas que lo ayudaron a ser quien es hoy.

La Cuadra es el viaje al interior de los barrios de Medellín en la época de Pablo Escobar, el inicio del lastre del narcotráfico en la sociedad colombiana que ha causado tantas muertes y tanto dolor, el recuento de lo que era entrar en un combo e ir ascendiendo a medida que se “probaba finura” asesinando por primera vez, jurando venganzas con cada muerte y escapando de la realidad por medio de las drogas y el alcohol. Pero no sólo es eso, también muestra el otro lado de las vidas de aquellos que se fueron en una guerra sin sentido, de cómo personajes como Kokorico, Mambo, Denis y el mismo Alquivar; encontraron en las esquinas de su barrio la única manera de conocer su entorno, de compartir con otras personas y encontrar la aceptación y el sentido de pertenecer a algo que no podían hallar en sus casas o en sus familias. La manera en que la calle va devorando la bondad y la inocencia de aquellos niños que empiezan a jugar a ser grandes y que la calle misma se encarga de mantenerlos en una eterna juventud, al ser asesinados en una guerra cuyos soldados rara vez alcanzan los 18 años.

Leer La Cuadra es una experiencia de sentimientos encontrados, en la que todo se tiñe del azul y negro que llevan la melancolía y la inevitabilidad de ver cómo todo se va saliendo de control y no hay nadie que pueda hacer algo para remediarlo. Es ver cómo todo el odio y el daño que se hace a los demás, generan un ciclo que se termina devolviendo sobre aquellos que lo originaron, para luego crear un nuevo círculo que vuelve a empezar todo, llevando a una espiral de violencia que arrasa con todo a su paso.

En conclusión, el libro de Gilmer Mesa está lleno de experiencias, recuerdos y sentimientos que nos son compartidos por un testigo de primera mano de todo lo que ocurría en los barrios populares de Medellín en los años 80, un relato de alguien que vio la muerte de cerca y convivió con algunos de los más famosos asesinos al servicio del Cartel de Medellín; que ahora, 25 años después, por razones de la vida misma, esa que tanto nombra en su escrito como inevitable y que siempre da a cada cual lo que se merece, terminó rompiendo ese ciclo de violencia al cual estaba avocado para vengar la muerte de su hermano y decidió hacer algo mejor, escribir sobre él y algunos de sus amigos de infancia, para volverlos así inmortales.
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Hace varios años tenía este libro en mi biblioteca esperando que le llegara la hora, y hoy doy gracias a Diego Aristizabal de ponerlo cómo lectura para el ejercicio de escritura.

Pensé por pocos instantes que “la cuadra” iba a ser una lectura de remembranzas e historias de travesuras que se tienen cuando se es niño, que se añora como épocas felices, pero no, no fue así. 

Este libro está lleno de historias de dolor, nos muestra no como apología a la violencia de 80s y 90s  una de las épocas  mas sórdida de la ciudad de Medellín, si no como un remembranza dolorosa de no repetición para las generaciones venideras.

Gilmer de una manera fría y desgarradora nos narra cómo vivió en carne propia está época, sin maquillarla ni ponerle artilugios de belleza, si no cruel y real tal cual como fue.

 
Me hizo sentir rabia dolor y en algunos momentos hacer pausas en ciertos pasajes para continuar leyendo, pues sentía en mi cuerpo el dolor y la tristeza que vivieron muchas personas en esa violencia desmedida en la que se vio sumergida está ciudad y que aún el día de hoy seguimos con restos.