Emily tiene una vida que le gusta, bueno menos su trabajo. No aguanta a su jefe, empezó a trabajar para El lobo hace dos años como asistente ejecutiva, es una trabajadora eficiente y que lo da todo en su trabajo, tanto es así que dentro del mundillo todo el mundo la conoce. Pero su jefe le saca de quicio, no ve empatía por parte de él en ningún momento y hay días que está más en la oficina que en su propia casa. Nicholas es un empresario millonario, un hombre sexy al que ninguna mujer se le resiste ... bueno , tal vez, una mujer sí. En su trabajo siempre consigue los contratos que quiere, menos uno y no es porque esté poniendo todo de su parte pero hay algo que él necesita y no está dispuesto a perder. Para poder cerrar ese negocio Nicholas le ofrecerá a Emily un trato que sabe que no va a poder resistirse. Desde el primer momento veremos sus tiras y aflojas, las exigencias de uno y lo toca narices que puede ser ella, pero llegará un momento que la atracción no resuelta de ellos, cada vez sea más palpable, más difícil de resistirse, pero , tal vez, ninguno de los dos esté dispuesto a perderlo todo si esto sucede. La forma en interactuar entre los personajes es divertida, se conocen perfectamente y saben cuáles son sus puntos fuertes y cuáles sus puntos débiles. No son capaces de no discutir entre ellos y sobre todo lanzarse pullas continuamente, en más de una ocasión hará que el lector no pueda para de reír a carcajadas, a todo esto sumarle que llevan dos años ignorando la tensión sexual entre ellos dos y está cada vez va a más y cada vez en más íntima. Novio por treinta días una novela corta, sencilla, divertida y ágil que será irresistible no leerla en un suspiro. Con unos personajes que nos darán momentos muy divertidos a la vez que tensos. |