Los Dioses Alados de Ácatar: Leyendas del Bosque Azul

En "Los Dioses alados de Ácatar" nos encontramos con el ejemplo perfecto de que una novela breve de fantasía también puede ser intensa y con una gran construcción tanto del mundo como de sus personajes.


La autora ha sabido jugar muy bien sus cartas, siendo realista y limitando el reparto a unos pocos personajes para así ser capaz de presentárnoslos debidamente a pesar de la breve extensión de la obra. Con un estilo narrativo muy agradable que bien podría ser adecuado para narrar un cuento o una leyenda, conocemos a nuestros tres protagonistas: un chico, una chica y una niña (mi favorita, todo sea dicho de paso) que rompe un poco con la clásica estructura de la pareja que debe salvar el mundo. Y aunque empieza como una novela de fantasía bastante típica, con un enemigo sumido en un largo letargo y varias generaciones de guerreros entrenando para estar preparados para ponerle fin a su existencia para cuando este pase a ser de nuevo una amenaza, a medida que avanzamos se nos van presentando elementos que rompen con esa imagen clásica y aportan al conjunto frescura y originalidad.


Una obra que, al no abusar de descripciones ni contener relleno innecesario, centrándose en lo verdaderamente importante, se lee en un suspiro. Y aunque personalmente los toques de romance que contiene me han parecido algo precipitados, reconozco que tampoco me han molestado: son un elemento más del conjunto y no opacan, ni mucho menos, la muy bien construida y estructurada trama principal, muy completa y adecuada a la extensión final.


Así, con un par de giros de lo más inesperados, nos adentramos en una novela de fantasía con un deje juvenil, ligera y amena, adecuada tanto para los amantes del género como para allanar el camino a los que se estén planteando empezar con él.