Esta es la segunda novela que leo de la autora. Ambientada en el mismo mundo que “Los dioses alados de Ácatar”, “La maldición de Tonr” ha logrado sorprenderme. Y si bien el primer libro que leí de Leslie me gustó, este me ha gustado todavía más. La escritora mantiene su característico estilo, fluido y nada recargado, dando lugar a una lectura fresca y ágil. Con su pluma nos traslada a un mundo magníficamente construido en el que nos sumergimos por completo, con razas únicas y magia a raudales. Así, mientras intentamos descubrir cuál es la maldición que afecta a la princesa heredera –una gran incógnita que vamos desvelando poco a poco y que nos lleva a formularnos múltiples hipótesis-, acabamos en mitad de un conflicto mucho mayor. Nos convertimos en meros peones de los dioses y nos vemos envueltos por su guerra. Es una historia de extensión perfecta, con una excelente construcción de sus personajes –pocos pero bien trabajados-, con una trama más bien lineal pero con evolución y muy bien desarrollada. Con un principio y un final bien marcados, con un cierre perfecto y que, además, nos deja varias enseñanzas por el camino. Si os gustan las protagonistas fuertes que luchan para sobreponerse a la adversidad, las historias con pequeñas pinceladas de romance y los finales que esconden algunas sorpresas, esta novela autoconclusiva puede ser para vosotros una magnífica opción. |