Dos semanas y una noche

Hacía bastante tiempo que no leía un libro de esta temática así que soy consciente de que empecé la lectura con muchas ganas de disfrutarla por que me apetecía el cambio. No es un libro muy largo y no es nada denso, por lo que se lee muy rápido (se que de por si leo rápido, pero este libro más aun) y la historia me enganchó desde el inicio así que ya fui a velocidad estelar.

Es la típica historia de dirty office con los típicos clichés que podáis imaginar, pero me da igual, era justo lo que necesitaba. Preston es el jefe capullo que trabajaría 24 horas al día si pudiera y que espera que todos los demás hagan lo mismo. Es bastante borde (cosa que me hacía mucha gracia) y vuelve completamente loca a su asistente, Tara. Ella es una mujer de carácter, que no se deja avasallar por él y le dice que es un imbécil si necesita hacerlo. La relación entre los dos me ha encantado, bromean, discuten, coquetean en plan bestia... ha sido muy divertido verles. Y luego hacía el final se introduce un plot twist inesperado (yo creía que iba a ir en otro sentido) y sacan la parte más sensible y dulce del personaje masculino, lo que parecía que no podía existir.

He leído alguna historia más de la autora y no he tenido la misma impresión, los diálogos no tenían la misma gracia, los personajes no me convencían igual y el patrón era básicamente el mismo de uno a otro, pero este sí. Me alegro de que haya sido el primero en leer y probaré otros que me han recomendado que se salen de esta temática de oficina.