Agua

Tercer libro de la saga y, como en el anterior, voy a intentar hacer una reseña sin contar cosas de vital importancia, aunque sea complicado. El tercer y penúltimo libro comienza justo cuando termina el segundo, o unas semanas después, pero siguiendo los hechos ocurridos al final de Tierra. Ada está desvastada por lo ocurrido y se siente perdida, sin ganas de seguir adelante, sola y hundida. al menos hasta que Anscar le propone un trato y ella acepta para recuperar aquello que ha perdido y que más ama y necesita. Él Infinito, por su parte, está aliado con la Organización, algo que aparece nuevo en el libro y que da mucho juego, otorgándole un giro interesante a la historia, y de lo que está claro que yo no me fío, ni nadie realmente. El caso es que su propuesta puede ayudar a Ada, pero a cambio de algo muy peligroso, y a ella solo le importa el resultado. Algo que, aunque se entienda por las circunstancias, es un poco egoísta, la verdad. Por suerte, algo hay que le hace cambiar de opinión, darse cuenta de la verdad de lo que puede ocurrir si accede a ayudar a Anscar, y saber que no es la única opción posible.

Así que, tras esto, se podría decir que el libro se divide en dos partes. Por un lado, esos primeros capítulos en los que Ada está con Anscar, conocemos a la Organización y su propósito, y Ada descubre nuevos secretos del bando de la Hueste; por otro, su decisión de intentar otra cosa para llevar a cabo su misión, lo que la llevará a conocer a nuevos aliados, y a dejarse ayudar por personas del pasado que nunca creyó que la ayudarían. Obviamente, la segunda es más larga, pero ambas son necesarias y nos ayudan a saber más sobre este mundo que ha creado la autora, resolver dudas, y creer realmente en los motivos de cada uno para hacer lo que hacen. Equivocados o no, podemos llegar a sentir que, en la piel de cada uno, quizá haríamos lo mismo. ¿Qué no somos capaces de hacer por la persona que amamos?

La verdad es que siento que este libro me ha gustado más que los anteriores, aunque todo gire en torno a lo que Ada quiere hacer. Pero he sentido que quizá conocemos más a todos los personajes, nos reencontramos con algunos del pasado de la protagonista, y descubrimos que son más importantes de lo que pudiéramos imaginar. Hay cambios de bando, muchas dudas entre lo correcto y lo incorrecto, y dudas también sobre los sentimientos. Y es ahí quizá donde más me he enfadado, porque ya sabéis y lo he dicho en las reseñas anteriores, odio los triángulos. Pero es que ambos personajes masculinos siguen encantándome, y quizá si me paro a pensar realmente en lo que ha hecho cada uno, me decante más por Jonás, sobre todo después de lo que hace, dice y siente en este libro. Pero bueno, aunque sea un cliché que odie con todas mis fuerzas, y que odie en ciertos momentos a Ada y lo que hace, lo mucho que me gustan los personajes es lo que hace que no me disguste tanto leer sobre ellos. Además hay cierto momento en esta historia que me deja suspirar por un final feliz para todos. Y ahora mismo en mi mente solo hay dos opciones. Esa, u otra que me haría sufrir mucho. Ya veremos cómo termina todo.

Igual que en los anteriores, en este libro también tenemos acción y lucha, sobre todo en la parte final. La Hueste y los Infinitos siguen enfrentándose, aunque ahora sea por motivos distintos, y no todos sean partícipes, y el final del libro nos deja claro que la guerra final está por llegar, y quién sabe cómo terminará. Porque como he dicho al principio, ahora también se ha unido la Organización, y de todos, es de quien menos nos podemos fiar porque sus motivos son los peores. ¿Comprensibles? Hasta cierto punto. Y es que en este libro nos hacen dudar de todo y de todos, no en el sentido de que puedan traicionar o no al resto, sino por sus ideas y por qué hacen lo que hacen. Y es que en ambos bandos podemos comprenderlo aunque sepamos que está mal. O aunque las consecuencias de los actos sea lo que está mal. Y me gusta, reconozco que me gusta y mucho que la autora nos haga pensar sobre ello, y sentir que todos pueden tener un motivo bueno, y muchos malos.

Sobre la pluma de la autora poco más puedo deciros que no os haya dicho ya. Me encanta, y sé que cuando termine esta saga, que solo queda la última parte y que, obviamente, se titulará 'Aire', seguiré leyendo el resto de libros que escriba. Lo que además tiene de diferente este libro es que, así como en los anteriores sentíamos al leer que Ada nos contaba la historia desde un futuro, en este lo hace desde el presente, así que todo lo que le ocurre y siente es en el momento en el que lo leemos. Y eso también me ha gustado, porque aquí sí que no sabemos cómo va a acabar todo, igual que le pasa a ella. Y descubrimos sorpresas al tiempo que ella, aunque en mi caso, son predecibles y las veía venir antes de que ella las descubriera.

En resumen, 'Agua' es la tercera y penúltima parte de esta saga de fantasía juvenil que sigue mostrándonos la historia de Ada, una chica que ha cambiado su vida por completo desde el primer libro, y que ha evolucionado a pesar del poco tiempo que transcurre entre uno y otro, y a pesar de que siga haciendo cosas que, al menos a mí, me cabreen, sobre todo en cuanto al amor se refiere. Es un libro cuya historia gira en torno a la búsqueda de cuatro objetos mágicos que representan a los cuatro elementos (y que me han hecho comprender el por qué del título de los libros), y que Ada necesita para llevar a cabo su propósito. al mismo tiempo que seguimos descubriendo lo que Anscar se propone y su alianza con un nuevo grupo, la Organización, quizá el más peligroso de ambos bandos. A las puertas de la batalla final, Ada se encontrará con nuevos personajes, nuevos aliados, y nuevos sentimientos, mientras lucha y se debate por hacer lo correcto. Acción, lucha, misterio, sorpresas, amistad y amor, eso es lo que nos encontramos en 'Agua', mientras nos preparamos para lo que está por venir. Os lo recomiendo si os gusta la fantasía juvenil, tiene todo para engancharos y encantaros.

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