Segundo libro de una serie policíaca protagonizada por una detective de la policía de Londres, Cat Kinsella; marcada por las difíciles relaciones familiares que arrastra. En esta ocasión, debe investigar el asesinato de una joven australiana después de asistir a una fiesta de la empresa en la que trabaja; siendo los principales implicados el matrimonio dueño de la empresa y sus familiares. La historia está narrada en primera persona por parte de la propia Cat, y es por eso que es el personaje más desarrollado de la historia. Su compañero de trabajo, el maduro detective Parnell, es el siguiente en importancia. El resto se describen lo justo y necesario para mantener la coherencia. La trama es embrollada, sobre todo por las relaciones entre los implicados. Recomendable; pero no leer sin haber leído el primero de la serie, ya que está muy relacionado con la vida personal de Cat. |