Cartas a Milena

En formato epistolar, este libro (o este pequeño trozo de autobiografía) nos acerca un poco a la relación entre Kafka y Mílena, quien fue por muchos años traductora de varias de sus obras.
En estas cartas podemos ver que se va forjando una relación que va más allá de ser una simple amistad, al menos desde la mirada de Kafka, ya que solo nos acercan las cartas enviadas por él, pero nunca sabremos cuáles eran las respuestas dadas por Mílena, puesto que sus cartas no forman parte de este libro. Nos dejan con intriga y al amparo de la imaginación para recrear lo que pensamos que podría llegar a responder Mílena, obviamente, basándonos estrictamente en todo lo que expone Kafka en sus propias cartas.
En dichas cartas, el autor expone temas como la soledad, el amor, la infidelidad, el miedo, la angustia sobre el presente y el futuro, el antisemitismo, entre otros.
Además, nos encontramos con muchas reflexiones y observaciones que hace Kafka sobre la vida y el mundo en general.
Es un libro que vale la pena leerlo, quizás al principio parece lento y que no sucede nada, pero al ser con formato epistolar ese ritmo se entiende. al finalizar su lectura no podes evitar sentirte angustiada porque las cartas simplemente terminan y todos (o casi todos) sabemos lo que pasó tanto con el famoso escritor como lo que vino después para Mílena.

A través de estas cartas nos acercamos a conocer un poco mejor la compleja personalidad del autor. Saber más sobre Franz Kafka me ayudó a comprender su obra y a releerla desde otra perspectiva.
En cartas a Milena encontraremos la correspondencia que Kafka dirigió entre 1920 y 1922 a Milena Jesenká, periodista y traductora Checa con la que mantuvo en estos años una relación epistolar y unos breves y complicados encuentros.