El diario de Ana Frank

"Aquel que es feliz puede hacer dichoso a los demás. Quien no pierde ni el valor ni la confianza, jamás perecerá por la miseria."

Segunda Guerra Mundial, en la Holanda ocupada por la Alenania nazi. El 12 de junio de 1942 una niña judía cumple 13 años y como regalo recibe un diario. Esta niña se llamaba Annelies Marie Frank, y tanto ella como sus reflexiones escritas en ese diario pasarían a la historia. Cuando escucha por la radio que en el futuro se hará un registro de lo que fue la opresión, Ana decide corregirlo, si por casualidad encontraban su diario.

Ana Frank se preguntaba en un fragmento si alguien leería en un futuro esas memorias -dirigidas como si de una amiga imaginaria y cómplice llamada Kitty se tratase- y reflexiones durante más de dos años de reclusión. Uno de los libros más vendidos y leídos a lo largo de la historia desde su publicación en 1947. Incluso estuvo envuelto en cierta polémica ya que algunos negacionistas afirmaron que se trataba de un documento falso que se escribió a posteriori, todos los procesos de estudio e investigación confirmaron que era auténtico.

Una joven adolescente plasmó una serie de reflexiones, con gran sabiduría, profundidad y valor literario para ser tan precoz, acerca de la vida, la felicidad, la convivencia y el aprendizaje en tiempos de guerra a pesar de un durísimo y forzado enclaustramiento. Leerlo durante o después de un confinamiento nos pone en perspectiva, Ana reflexiona sobre las relaciones familiares, el amor y los compañeros de cautiverio, la dificultad de la convivencia obligada en un sitio cerrado en un testimonio único. Lo único que le puedo achacar es que me ha parecido algo repetitivo en su contexto y formalidad.

El diario de Ana Frank es un clásico de la literatura y un documento social de obligada lectura, ofrece una visión única de una vida oculta bajo el terror nazi. Aún siendo una obra profundamente trágica también es un relato divertido que consigue crear un retrato real e intemporal de la vida cotidiana y rutinaria, sin olvidar la tensión de la extraordinaria amenaza de muerte que les espera al ser descubiertos.