Tierra, techo, trabajo

A pesar de no ser una persona demasiado religiosa, me despertaba mucha curiosidad leer estos discursos que el Papa Francisco dio en ocasión de los tres Encuentros Mundiales de los Movimientos Populares.

Si os soy sincera lo comencé a leer un poco reticente por la opinión que me genera esta institución, pero debo confesar que una vez que me he metido en la lectura solo he necesitado dos ratos para terminarlo, no solo por la sencillez del mensaje y de la oratoria del Papa, sino por el fondo y el calibre de sus palabras.

Aún así, aunque en sus inicios me pareció un Papa innovador, revolucionario y distinto a lo que estamos acostumbrados, debo decir que al leerlo en mi cabeza no he dejado de pensar que eran “palabras, palabras, palabras”, pero que todo sigue igual.

Parece que este señor tiene un firme compromiso por la causa de los más pobres pero ¿realmente hemos experimentado algún cambio social desde que accedió al pontificado? Siento parecer cínica, pero no puedo evitar pensar que no hace otra cosa que rasgarse las vestiduras y clamar al cielo por el derecho universal a tener tierra, techo y trabajo mientras vive rodeado de los mayores lujos imaginables y en la más absoluta ostentación.

A pesar de esto creo que es un documento que vale mucho la pena leer, ya se sea creyente, ateo o agnóstico, pues no deja de ser un valioso alegato contra las aberraciones que se cometen contra los más desfavorecidos y un acertado análisis de los problemas que arrastra nuestra sociedad, además de una esperanzadora propuesta de cambio.

Creo que toda persona con una mínima sensibilidad y un mínimo compromiso social estará de acuerdo con el significado de las palabras del Papa Francisco, ya sea desde un punto de vista confesional o laico. Significado que, además se ve enriquecido en esta edición con los textos de Pablo Bustinduy, Juan Grabois y Alessandro Santagata.