El guerrero japonés

Este libro es un sucinto pero interesante estudio del ejército japonés entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX escrito en clave divulgativo. El relato comienza con un fantástico prólogo escrito por David Aliaga. En él te da una serie de claves importantes para entender el mundo del samurái y la época en la que Norman escribió el libro.

El texto está dividido en cuatro capítulos. El primero de ellos te habla de las características del instinto de los japoneses. Para Norman son dos: 1) fuerte tensión de sangre malaya y 2) el clima. Además a esto se le suma una serie de enseñanzas del budismo. En este capítulo el autor compara los samuráis con los caballeros occidentales y critica "el fin justifica los medios" de los boshi o samuráis. La historia bélica de Japón está también brevemente tratada, desde el siglo III hasta la actualidad de Norman, además de lo que las sociedades europeas contribuyeron al ejército japonés y a la construcción naval.

El capítulo dos se centra en la educación y en los estudios. En él se incluyen las horas de cada materia en los distintos niveles o cursos que tenían los estudiantes del ejército. El capítulo tres habla del origen del seppuku, que era sencillamente para no caer prisionero. Esto se ha dado también mucho en todo Oriente Medio especialmente (recuerden el famosísimo suicidio de Cleopatra antes de ser capturada por el ejército romano). Me ha resultado curioso que siempre pensamos que el harakiri, el suicidio ritual, es una invención típica japonesa, pero con este libro he descubierto que es europea, pues para los japoneses la palabra empleada es seppuku.

En este capítulo se da una especial importancia a la espada y a cómo, según se colocaba, señalaba la distinción del cargo del samurái en cuestión. No olvidemos que Norman fue el primer occidental en hacer un estudio de la esgrima japonesa o kenjutsu, por lo que sus relatos y vivencias son de especial atención. El autor nos habla de sus experiencias en este arte bélico y de las diferencias con la esgrima europea.

Por último, el capítulo cuatro habla de la lucha. Dos son sus temas: el sumo y el jiu-jitsu. En este capítulo se hace una diferenciación de ambos con respecto al guerrero y a las técnicas empleadas, además de sus diferencias sociales y prácticas.

Antes de finalizar me gustaría hablar de la figura del samurái. Aunque el libro tiene el subtítulo de "Entrenamiento y ejercicios del samurái", Norman no los conoció en su apogeo, pues a su llegada a Japón estaban extinguidos. Pese a esto, el entrenamiento y formación llevados a cabo por los samuráis se siguieron empleando en el ejército moderno japonés, más abierto hacia las sociedades occidentales.

Por último, la edición es inmejorable. Es de pequeño formato, fácil de llevar, de tapa blanda y con solapas. El texto va acompañado por una serie de ilustraciones, representaciones pictóricas o fotografías de la época, lo que le da más valor a este libro. de las fotografías, una fuente de estudio también, destaco una del propio Norman haciendo kenjutsu.

En conclusión, el libro es una obra maestro para conocer de primera mano cómo era el ejército japonés entre finales del siglo XIX y principios del XX. Además te enseña las técnicas cuerpo a cuerpo empleadas por los antiguos samuráis, y que se siguieron empleando, así como sus estudios y las claves para entenderlos. Un libro que tiene un doble valor: un valor antropológico y de vivencia personal y un valor histórico, tanto por lo escrito como por las ilustraciones que acompañan al texto.

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