La novia

Me ha decepcionado bastante. Según la sinopsis, ya sabía que no era un libro con alguna investigación policíaca, que era del nuevo subgénero llamado “domestic noir”, protagonizado por mujeres más o menos normales y corrientes, envueltas en situaciones difíciles o comprometidas... pero me esperaba mucho más, dadas las premisas de la historia.
Tenemos a una pareja de jóvenes, Daniel y Cherry; que junto a sus respectivas madres, Laura y Wendy, son los que llevan el peso de la narración.
El joven, Daniel, hijo único de una familia adinerada, médico recién licenciado, haciendo su período de residencia conoce a Cherry, con una familia desestructurada de clase obrera, que trabaja de agente inmobiliario.
Hasta aquí, típico de novela romántica... hasta que llega el turno de las madres. Laura, la madre de Daniel, sobreprotectora, obsesiva, que haría cualquier cosa para protegerlo, incluso de las cosas más superficiales. Y luego Wendy, la madre de Cherry, orgullosa de haber sacado sola a su hija adelante y orgullosa de su trabajo en un hipermercado. Todo esto ha marcado a los hijos: Daniel, que solo ve el lado positivo de la vida, que siempre ha estado entre algondones; y Cherry, desesperada por escapar de su barrio, de su trabajo, de su vida y poder vivir sin trabajar...
Al conocerse, empiezan a salir en serio... Laura se opone totalmente y Wendy, no lo sabe, ya que Cherry se avergüenza de ella.
Y aquí es cuando empieza a perder fuelle, ya que todo es absolutamente previsible, Laura intentando que rompan y Cherry haciendo lo indecible por mantener la relación y separar a madre e hijo.
La narración se hace lenta, muy repetitiva, ya que incide una y otra vez en lo que piensan, que casi siempre es lo mismo.
Los personajes, desarrollados solo en la vertiente necesaria para la historia, quedan poco definidos; así como incoherentes: parece que la autora va añadiendo detalles a medida que va escribiendo, sin tener en cuenta las posibles contradicciones según ha descrito a los personajes en capítulos anteriores.