InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest

Patricia Antón (Traductor)
ISBN : 9992076194
312 páginas
Editorial: Trotalibros (16/02/2022)

Calificación promedio : 4/5 (sobre 16 calificaciones)
Resumen:
La joven Istina Mavet está ingresada en un hospital mental. Poco importa lo que haya hecho para llegar ahí, porque, una vez dentro, ya no se la considera una persona; ahora es un ser sin derechos ni dignidad; se convierte en un número sometido a la estricta jerarquía del centro en la que los doctores son dioses indiferentes, y las enfermeras, sus despiadados brazos ejecutores. La que había sido una mujer ahora es un ser aislado, desamparado ante el delirio y el malt... >Voir plus
Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Críticas, Reseñas y Opiniones (11) Ver más Añadir una crítica
RocioPV
 01 May 2023
Rostros en el agua” nos traslada al mundo de los pabellones psiquiátricos de Nueva Zelanda a través de una narración documental en primera persona apretada y estructurada. Cualquier lector creería que el personaje principal y narradora de la historia, Istina, es una mosca en la pared que observa los tejemanejes de su entorno, pero eso cambiará rápidamente a medida que vuelve a la realidad cuando algunos de los otros personajes entran en juego. Se trata de un relato profundamente personal de una narradora claramente confiable pero intensamente perturbada y aislada.

El título, “Rostros en el agua” proviene de un comentario silencioso sobre estar fuera del cuerpo y mirar hacia abajo a su propio rostro bajo el agua, y sentir que podría ser cualquier rostro, como una metáfora de que ya no se reconoce a sí mismo o incluso a su propia humanidad. Este tema parece resonar a partir de la distinción de los “pacientes mentales” del resto de nosotros, las “personas”, con Istina convenciéndose lentamente de que ya no es humana, ya que su psique es efectivamente erosionada por los abrasivos entornos de la sala psicológica típica. Incluso si no fuera por los tratamientos atroces y deshumanizantes, esta historia revela que el entorno de un hospital psiquiátrico y la actitud hacia aquellos que padecen una enfermedad mental invariablemente resultará en un despojo de todo lo que es esencial para la humanidad.

El libro está tan maravillosamente elaborado, y la distancia psicológica y la destreza en la observación de la narradora son tan sinceras que es una maravilla para la vista. Nos vemos obligados a entrar en un lugar tan incómodo e impactante que urge la necesidad de poner un espacio entre nuestro mundo y el de Istina. Hay muchos que flotan solos en montones de hielo y lo que este libro logra muy bien es la personalización y los "rostros" claros que Frame asigna a sus personajes que evitan que sean tan extraños y, en cambio, humaniza estas frágiles vidas.

El estilo de narración de la corriente de la conciencia, así como el uso de una prosa fragmentada y recuerdos fracturados, permiten que la historia se manifieste en todo su horror. La novela en sí es impresionante y contundente, y no se puede leer a la ligera o sin la dedicación del lector. “Rostros en el agua” es innegablemente una lectura intensa, y leerla es, en algunos puntos, decididamente agotador, pero es de esos libros que sabes que realmente deberías leer el catálogo completo del autor tan pronto como te sea posible.
+ Leer más
Comentar  Me gusta         72
Queridobartleby
 30 November 2022
Janet en “Rostros en el agua”, se centra práctica y exclusivamente en los pasos por las instituciones mentales. Parece querer emplear un alter ego, en la persona de Istina Movet. Esa característica se encontraba en algunos relatos de Anna Kavan. Ambas, quizás para evitar el dolor de los recuerdos de hospitales, emplean la primera o tercera persona por medio de otro personaje, para narrar vivencias propias traumáticas.

La protagonista ejerce de maestra, difiriendo de la vida real de la autora —Janet, cuando tuvo la crisis, estudiaba para ser maestra—. Convengamos en que la escritora introduce algunos rasgos ficcionales para complementar una narración basada en sus propias experiencias.

Transcurridas unas pocas páginas tenemos a Istina internada en un centro mental, temiendo la terapia de electroshock:

"Tenía frío. Traté de encontrar un par de calcetines largos de lana que mantuvieran mis pies calientes para no morir con el nuevo tratamiento, la terapia por electroshock, y evitar que hicieran desaparecer mi cuerpo por la puerta trasera para llevarlo al depósito de cadáveres".

En la reclusión, se temía el momento de aplicación del tratamiento, confiándose en milagros, como la avería de la máquina:

"En ocasiones, sentíamos un alivio casi delirante cuando la máquina se estropeaba y el médico salía, frustrado, de la sala del tratamiento, y la hermana Honey nos daba la maravillosa noticia:
—Vístanse todas. Hoy no habrá tratamiento".

Janet nos describe la confusión e indefensión que aparece tras la aplicación del tratamiento convulsivo:

"Puedo oír cómo alguien gime y lloriquea; es alguien que ha despertado en el momento y en el lugar equivocados, porque sé que el tratamiento te arrebata esas cosas, te deja sola y ciega y sin identidad alguna, y buscas a tientas el camino a la fuente del consuelo más elemental, como un animal recién nacido; entonces te despiertas, pequeña y asustada, y las lágrimas no paran de manar, frutos de un pesar indescriptible".

Nos describe un centro donde los especialistas suelen tener una edad avanzada. Parecen vivir ajenos a los enfermos mentales, como estableciendo una barrera de por medio. Tan sólo Istina alude a un joven doctor que presenta un criterio más humanista con los enfermos mentales.

El tiempo es relativo, se anula, entre los barrotes de los centros mentales, parece querer decirnos la autora a través de Istina:

"No existe pasado ni presente ni futuro. Utilizar los tiempos verbales para dividir el tiempo es como trazar rayas de tiza en el agua. No sé si mis experiencias en Cliffhaven tuvieron lugar años atrás, están ocurriendo ahora o me aguardan en lo que se da en llamar el futuro".

Como ya comenté en las notas biográficas sobre Janet Frame, los diagnósticos fueron erróneos. Janet era una persona muy sensible y tímida y esa dificultad en las relaciones con los demás fue confundida con una enfermedad mental, como lo era la esquizofrenia. Es clarificador como en un momento dado, ella sabe que no está enferma pero sí temerosa del ambiente adverso y el personal represivo:

"Yo no me sentía enferma, pero sí tenía miedo. El doctor Tall cojeaba. La hermana Creed cojeaba. La cara de carnicera de la enfermera jefe Borough se hinchaba ante mí de forma amenazadora. Y, sin embargo, me dirigía obedientemente al otro pabellón, al que llamaban el Cuatro Cinco Uno, para someterme a los electroshocks e intentaba reprimir una inquietud que rayaba en el pánico cuando captaba el olor peculiar del pabellón y oía su nombre mismo: Cuatro Cinco Uno, sin duda un código siniestro".

No es preciso ahondar más en el libro para haber ofrecido unas pinceladas del intenso texto de Janet Frame. La autora expone con toda crudeza la rutina diaria en las instituciones mentales. Así como en Unica Zürn o Anna Kavan, en sus textos de estancias en centros mentales se produce una mezcla de realidad e irrealidad, además de un fuerte componente simbólico; en Janet Frame el relato es totalmente realista, con toda su dureza.

En su relato nos describe un personal médico carente de sensibilidad, totalmente alejado de las pacientes e instaurando una barrera infranqueable hacia ellas. Las enfermeras, tampoco se salvan de su crítica, comportándose de manera indolente y represiva. Nos habla la autora de una convivencia prácticamente imposible con sus compañeras internadas, la mayoría afectadas con enfermedades mentales severas. Nos transmite Janet, los olores "ad nauseam" que se perciben en los prolegómenos de las prácticas electro convulsivas y en el interior del centro. Son escalofriantes sus descripciones de Pabellones siniestros con pacientes desahuciadas.

La autora nos transmite la indefensión a la que se vio sometida, más cruel si cabe, al tener consciencia de lo que estaba viviendo, sabedora de que ella podía tener alguna limitación en las relaciones por su exacerbada timidez, pero no un desequilibrio mental agudo. Ahora bien, vivir esas experiencias al límite, influían en su personalidad extremadamente sensible. Son desgarradores los testimonios anteriores y posteriores a los electroshocks a los que se vio sometida. Más desgarrador es aún el terror que transmite ante la inminencia de una operación irreversible como la lobotomía.

Como en los textos de Unica Zürn y Anna Kavan, en el libro de Janet Frame, la incomunicación y la soledad del personaje, es decir, de la misma Janet, es desoladora.

Si queréis ver nota biográfica, más textos y citas, junto a material gráfico y sonoro, visitad la Página (¡Gracias!):

Enlace: https://queridobartleby.es/j..
+ Leer más
Comentar  Me gusta         10
herbookss
 27 February 2023
Istina está ingresada en un centro psiquiátrico, ni siquiera ella misma sabe bien porqué, y en un desolador relato nos cuenta su experiencia allí. Despojada de toda humanidad y dignidad, la van llevando de un lado a otro, sin explicaciones, sin ningún respeto hacia su persona, siempre bajo la amenaza de recibir un tratamiento de electroshock "si no se porta bien"...
Su voz se te clava, puedes notar su angustia, su confusión, su terror, su absoluta desesperación. Es desgarrador. No tengo palabras para describir la congoja y el desconsuelo que transmite.

Y, lamentablemente, la autora sabía bien de lo que hablaba. Porque si bien no es una autobiografía como tal, la novela está basada en sus propias experiencias en diferentes hospitales mentales por los que pasó. Todo lo que narra en cuanto a rutinas en los centros, los tratamientos que se aplicaban, la forma de proceder de médicos, enfermeras y cuidadores fueron hechos que vivió ella misma en primera persona. Y mezcla esas prácticas y procedimientos concretos con unos pasajes llenos de sensibilidad y lirismo, atravesando sus pensamientos y sensaciones cargadas de simbolismo, a veces de una lucidez deslumbrante y otras sumergidas en la más completa oscuridad. Me ha sorprendido muchísimo su narración, y más después de leer la nota del editor en la que nos habla un poco más de la vida personal de la autora, y que esta vez me ha emocionado especialmente.

No es un libro fácil de leer, es muy muy duro y se pasa verdaderamente mal, pero Janet Frame merece que se le reconozca su historia, no puede caer en el olvido.
+ Leer más
Comentar  Me gusta         60
inmams
 06 December 2022
Rostros en el agua” explica la historia de Itsina Movet cuando es ingresada en una institución mental al inicio del libro y a partir de ahí comienza su experiencia en ese centro y otro donde estará ingresada por más de siete años.
Aunque la autora diga que no está basado en hechos reales, el que ella misma haya pasado varios años de su vida en ese tipo de centros, algo tiene que tener de real. Leyendo sobre su vida y esta novela muchas partes pueden parecer paralelas.
Toda la trama es narrada en primera persona y son pensamientos que a Itsina se le van ocurriendo sin un orden cronológico exacto, solo divide en libro en los periodos que pasó en cada centro. Cuánto de real o cuánto de su imaginación en su testimonio no se llega a saber. Utiliza un lenguaje a veces complejo y con recursos literarios de diferente tipo.
Describe a la perfección muchas situaciones desagradables que se viven en esos lugares y que se pueden considerar maltrato. El centro psiquiátrico que debería haber sido lugar de recuperación se convierte en un lugar lleno de miedos en un ambiente hostil hacia las personas con algún problema mental. El personal médico es muy culpable de deshumanizar a esos pacientes y tratarlos con constantes humillaciones y ser indiferentes al dolor del otro. Además de tratarlos como conejillos de india para nuevas técnicas (poco amigables) como el electroshock o la lobotomía cerebral. Las escenas donde explica cómo se llevaban a cabo las sesiones de electroshock son de lo más duro.
Actualmente, la salud mental está en boca de todos pero poco hacen las instituciones gubernamentales para invertir en ello. No tienen nada que ver los centros psiquiátricos de ahora con los que describe Janet Frame pero queda mucho trabajo por hacer.
⚠️Este libro no es apto para gente aprensiva o con cierta sensibilidad a según que tema. Es a veces un tanto claustrofóbico y sobrecoge pensar en lo que han pasado esos pacientes.
+ Leer más
Comentar  Me gusta         20
lamadriguera_books
 26 April 2022
Rostros en el agua narra el peregrinaje de una mujer por distintos hospitales psiquiátricos en Nueva Zelanda, mostrando el sufrimiento y el estigma al que eran sometidas las personas con enfermedad mental que ingresaban en estas instituciones.

El año en que fue publicada la novela (1961) y, por tanto, la época en que transcurre la historia es determinante para comprender el modelo sanitario que imperaba en torno a la salud mental por aquel entonces, un modelo basado en hospitalizaciones de larga duración para aquellas personas que no lograban “adaptarse” a la sociedad (en lo que coloquialmente conocemos como manicomios). Este modelo de salud mental, fue reformado posteriormente en la mayoría de países, transicionando a una intervención de carácter comunitario y dando cierre a los hospitales psiquiátricos.

(Curiosidad: en España, la reforma psiquiátrica se inició en la década de los 80).

¿Por qué os cuento todo esto? Porque considero que la novela plasma a la perfección tanto el funcionamiento de esas instituciones como los sistemas de tratamiento que existían.

Si os atrae el tema, os adelanto que para aquellxs pacientes que eran resistentes al tratamiento farmacológico, sólo quedaban dos opciones altamente invasivas: la terapia de electroshock y la lobotomía.

Y todo esto fue, como quien dice, antes de ayer.

¿Conclusión?
Los paralelismos entre la vida de la autora, quien pasó por distintos centros psiquiátricos, y la obra son innegables. En este sentido, me parece una historia totalmente sobrecogedora.
Considero que el interés de Rostros en el agua radica más en su carácter testimonial que novelístico, pues aquí lo importante no es la trama, sino la verosimilitud de la historia con lo que tantas y tantas personas han sufrido a lo largo de la historia de la salud mental.
En cuanto al estilo, diría que la obra tiene un estilo muy poético, Janet Frame utiliza muchas figuras literarias (metáforas, ironía, símiles…) y eso puede hacer que conectes o que no conectes.

¿Se considera esto una reseña? No lo creo, pero el tema me apasiona y quería compartirlo con vosotrxs.
+ Leer más
Comentar  Me gusta         00

Las críticas de la prensa (1)
lanuevaespana11 March 2022
“Rostros en el agua”, el relato de desamparo de la joven Janet Frame en pabellones de mujeres desquiciadas, por momentos es insoportable y, a la vez, consolador.
Leer la crítica en el sitio web: lanuevaespana
Citas y frases (10) Ver más Añadir cita
RocioPVRocioPV23 April 2023
Aunque yo era capaz de mantener lo que considero una conversación "sensata", había poca gente con la que hablar, y al abordar a alguien era necesario adoptar un disfraz mental similar al suyo, como esos soldados que lucen ramas en el casco para estar en armonía con la vegetación circundante y no despertar sospechas del enemigo. Pero ¿no son esas acaso las tácticas que todos utilizan cuando intentan emerger de sí mismos y enzarzarse en los peligros de la comunicación humana?
+ Lire la suite
Comentar  Me gusta         70
herbookssherbookss19 February 2023
Pero aquí en Cliffhaven o en cualquier hospital psiquiátrico tenías que proporcionar tú unos vendajes que sacabas de tu interior para curar unas heridas que no podían verse ni medirse y, al mismo tiempo, daba la sensación de que hubieras olvidado que las pacientes eran personas, porque había muchas y muchísimo que hacer.
Comentar  Me gusta         90
RocioPVRocioPV22 April 2023
"Por tu propio bien" es un argumento convincente que puede acabar por hacer que el género humano acceda a su propia destrucción.
Comentar  Me gusta         90
QueridobartlebyQueridobartleby29 November 2022
Puedo oír cómo alguien gime y lloriquea; es alguien que ha despertado en el momento y en el lugar equivocados, porque sé que el tratamiento te arrebata esas cosas, te deja sola y ciega y sin identidad alguna, y buscas a tientas el camino a la fuente del consuelo más elemental, como un animal recién nacido; entonces te despiertas, pequeña y asustada, y las lágrimas no paran de manar, frutos de un pesar indescriptible.
+ Lire la suite
Comentar  Me gusta         20
QueridobartlebyQueridobartleby29 November 2022
Yo no me sentía enferma, pero sí tenía miedo. El doctor Tall cojeaba. La hermana Creed cojeaba. La cara de carnicera de la enfermera jefe Borough se hinchaba ante mí de forma amenazadora. Y, sin embargo, me dirigía obedientemente al otro pabellón, al que llamaban el Cuatro Cinco Uno, para someterme a los electroshocks e intentaba reprimir una inquietud que rayaba en el pánico cuando captaba el olor peculiar del pabellón y oía su nombre mismo: Cuatro Cinco Uno, sin duda un código siniestro.
+ Lire la suite
Comentar  Me gusta         10
Libros más populares de la semana Ver más
Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro





Test Ver más

¿Cuánto sabes sobre 1984?

Fue publicada en ...

1949
1984
1977

10 preguntas
246 lectores participarón
Thème : 1984 de George OrwellCrear un test sobre este libro