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No es mío cuenta la experiencia de Sasha Moloney, una patóloga, que tras varios intentos de quedarse embarazada al final consigue su sueño, y el de su marido Mark, de concebir un bebé en su interior. Sin embargo, a las 35 semanas de embarazo se produce un desprendimiento de placenta que obliga a que tenga que ser intervenida de urgencia, mediante cesárea, en otro hospital que no era de su preferencia. Tras varios abortos, se vio obligada a planificar todo con pelos y señales antes, durante y después de dar a luz. No obstante, el día del alumbramiento todo ocurre tan rápido que se despierta trastornada, después de la anestesia general que le tuvieron que inyectar, creyendo que han intercambiado a su hijo después de algunas equivocaciones de las enfermeras y de su visita al nido para ver a su bebé recién nacido. Para ella esos hechos no son fortuitos sino que desencadenarán en una serie de desconfianzas por parte de Sasha a toda la plantilla clínica e incluso hacia sus más allegados creyendo que hay una conspiración contra ella y sus ansias por convertirse en madre. Partiendo de esta premisa podemos pensar que todo se va a ver envuelto en una cantidad de plot twist que nos mantendrá en vilo durante toda la novela. Ni de lejos es así. Raramente se produce un giro en la trama, que no esté provocado a conciencia por la propia protagonista. Tendremos la presencia de muchos personajes, aunque pocos de ellos (por no decir ninguno) nos aportará demasiada información, durante la historia, sobre lo que le está ocurriendo a Sasha y esos complots que ella cree que se han ido originando alrededor de su mayor deseo que es cumplir como madre y como esposa. A lo largo de la novela nos iremos topando con flashbacks que la protagonista comparte con nosotros y que no contribuyen en clarificar nada de lo que está ocurriendo y iremos liando más el lío creyendo, inclusive, que es la propia Sasha a la que le falta un tornillo. No confiaremos en nada, ni en su propia sombra. Eso es lo que Susi Fox quiere crear durante toda la trama, una desconfianza hacia todo. Y lo consigue, pero no de la manera que ella quiere. ¿Será su hijo en realidad? ¿Lo habrán cambiado mientras ella seguía anestesiada? ¿Es Sasha una paranoica? ¿Es Mark realmente su apoyo incondicional en el hospital? ¿Será realmente su bebé el que la espera en el nido? Tendréis que leerlo y sacar vuestras propias conclusiones, aunque ya os digo yo que todo lo que le ha ocurrido a Sasha no es más que su propio merecido. Enlace: https://www.goodreads.com/re.. |
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