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La verdad es que me está costando mucho hacer la reseña de esta novela, porque es un libro muy difícil de clasificar y del que hay mucho que decir, y seguramente me dejaré muchas cosas en el tintero. Lo primero que hay que reconocerle a esta novela es que lenta de leer e, incluso que tarda bastante en despegar. ¿Es esto algo negativo? En el caso que nos ocupa no, especialmente para nada durante la mayor parte de la narración. Que el ritmo narrativo de esta historia sea así lo impone la propia naturaleza de la novela, plagada de vericuetos, giros y recodos, y lo que el escritor tiene como meta al componerla, los temas que busca tratar con ella, que son muchos y muy variados. Así que en este caso es algo inevitable, que si bien puede hacer que muchos lectores se cansen o se aburran con la historia, ya que se trata de una novela que trasciende la propia concepción de lo que se entiende como novela y resulta muy particular. de hecho es en esa originalidad donde reside las mayores virtudes de esta obra. Extraño y complejo experimento entre el pastiche romántico, el juego narrativo sobre el papel del narrador en las novelas, estudio sobre la sociedad y la mentalidad en la época victoriana y la reflexión filosófica sobre el comportamiento humano y el papel de la literatura. La mejor forma de describir la novela de “ La mujer del Teniente Francés” creo que es como un original juego de espejos en el que el reflejo que ves no es lo que te podías esperar observar. Tanto la trama como los personajes se escapan de cualquier tópico o idea preestablecida que podamos tener sobre la novela del siglo XIX. No solo por la trama o el propio tratamiento que se hace de la figura del narrador (ahora iremos a eso), también por los propios personajes que la pueblan. Son caracteres increíblemente complejos, muchos de los cuales se nos presentan psicológicamente trazados con total nitidez. Lo que más destacan ellos es lo terriblemente humanos que son en todos los sentidos. Tanto que, como señala el autor en un momento del libro, hay momentos en que se escapaban de su propio control y toman rumbos que él no había ideado para ellos, algo que me parece increíblemente sugerente y que muestra como actúa la cabeza de los novelistas cuando realizan su trabajo. Esta independencia de los personajes es uno de los elementos más interesantes, y que sirven como medio para tratar muchos de los temas con los que podemos toparnos dentro de la propia obra. Y creo que se ve especialmente en dos elementos: 1-En los dos protagonistas; Charles y Sarah. El primero es un típico gentelman inglés, que bajo toda su elegancia e ironía esconde un alma inquieta e inconformista, si, pero que al mismo tiempo no concibe y no sabe vivir de otra forma, lo que ahonda aún más en lo perdido que se siente a lo largo de la novela. Y es que uno de los temas principales de la misma es la búsqueda del yo intrínseca en todos los seres humanidad, que se personifica en el propio personaje de Charles. Respecto a Sarah, Debo decir que es un personaje con el que me ha costado mucho empatizar, y al que casi no he podido entender. En ella también se percibe una búsqueda, pero de otro calado e influida por sus propias circunstancias y su posición como mujer sola y pobre. Sí que veo en ellos cosas muy interesantes, y creo que es un gran personaje muy bien caracterizado en el que veo cosas muy interesantes, como un fuerte mensaje feminista y su sentimiento de desarraigo, que la lleva hasta casi la autodestrucción para sentirse viva. Pero también creo que es un carácter muy difícil y demasiado complejo. No diría que lo que me falta es profundizar un poco más en ella, porque eso es algo que se hace a lo largo y ancho de la obra, más bien es hacerla más cercana y comprensible al lector, ya que es demasiado dramática y oscura para acabar empatizando con ella. Pero al mismo tiempo eso es la esencia del personaje, lo que le da vida. Así que como veis, al igual que Charles, estamos condenados a no entenderla en ningún momento. Es parte del juego que el autor nos propone en esta novela. Ambos son personajes muy modernos para la época, cuyos deseos de independencia y libertad se contraponen de una manera salvaje a las estrictas normas de la sociedad Victoriana y a la represión que hay en esta. Y eso les lleva a embarcarse en una relación apasionada y tormentosa, que se contrapone a todos los cánones establecidos en ese mundo 2- el uso de la figura del narrador, que acaba haciendo varios cameos como secundario a lo largo y ancho de la trama. Y los juegos que realiza con los tiempos, permitiéndonos ver, por ejemplo, como será el momento en que uno de sus personajes muere y recibe su justa recompensa por parte de Dios y San Pedro; o creando finales y escenas paralelas a la realidad de su obra, es decir, enseñandonos alternativas a lo que realmente nos encontramos. de ahí que podamos leer dos finales dentro de un mismo final. Todo esto responde a una brillante estratagema narrativa que nos permite descubrir hasta que punto un escritor es dueño de su trabajo mientras lo ejecuta, que es realmente la literatura y cual es su propósito final. Fowles nos hace cuestionar todo lo que creemos saber sobre el tema, juego y nos hace participes de este experimento. Con todo esto el autor logra un algo que creo que es muy difícil en la novela, y lo logra con gran éxito: hacer que lector se convierta en partícipe de lo que ve, que de alguna forma se sienta como parte de todo ese entramado, y dotar a sus personajes y a sus vivencias de una de un realismo casi plástico. A todo esto hay que añadir el incisivo y completo retrato que el autor logra realizar acerca de la sociedad victoriana y todos sus aspectos, que es muy interesante y sugestivo y que sirve como hilo conductor para explicar muchas de las cosas que leemos en la novela y que vemos en sus personajes y en su compleja trama. En definitiva “La Mujer del Teniente Francés” es una novela sumamente compleja y brillante en todos sus aspectos, donde el significado y la meta tienen mil veces más importancia que la propia trama. Acción, personajes, lugar... son solo los elementos que se usan con gran habilidad en pos de una meta y de unos significados que el autor busca y persigue, y que trascienden a la propia historia. Tengo muchas ganas y curiosidad por ver su versión fílmica, con esos dos pesos pesados que sin Meryl Streep y Jeremy Irons. Me parece un libro muy difícil de llevar a la gran pantalla sin que se pierda toda su esencia y originalidad, la verdad. |
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