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ISBN : 8499083560
160 páginas
Editorial: Debolsillo (03/03/2014)

Calificación promedio : 4.15/5 (sobre 13 calificaciones)
Resumen:
Escritos durante la década de 1990, los ensayos y artículos de Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer constituyen una de las radiografías más irreverentes e hilarantes de la cultura americana de fin de milenio. En esta obra el autor consigue dar una vuelta de tuerca inédita en la literatura norteamericana.
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Críticas, Reseñas y Opiniones (4) Añadir una crítica
Danielefeeme
 08 June 2019
El libro “Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer” de David Foster Wallace, narra la experiencia del autor a bordo de un crucero de lujo de siete noches por el océano atlántico. En él, Foster Wallace cuenta sus impresiones como periodista semiprofesional contratado por la revista Harper's para contar su experiencia a bordo de un crucero de lujo.

Lo más importante del libro, además de la descripción que Foster Wallace hace del comportamiento de la tripulación, de los otros turistas, de las actividades del barco, de su deseo de ver un tiburón desde la cubierta más alta del barco, de lo ridículo que se sintió cuando fue a la fiesta formal en el barco vestido con una camiseta que tenía un smoking dibujado, de los ayudantes del área de baño que cambiaban la toalla cada que se paraba alguien, de los meseros que se paraban expectantes a esperar a que alguien terminara su plato, o lo dejara medianamente descuidado para retirar todo, de la camarera que arreglaba su cuarto sólo cuando se ausentaba más de 30 minutos, del sistema de succión del sanitario del crucero, de la vez que jugó tiro al plato y se convirtió en un completo desastre, de las veces que le ganaba al instructor de ping-pong en la cubierta de juegos, y de todas las veces que prefirió quedarse dentro del crucero para no salir a los puertos y ciudades a las que llegaban de excursión. Lo más importante es el viaje que hace Foster Wallace al interior de sí mismo, su enfrentamiento con el miedo a estar en mar abierto y a los tiburones, y su profunda reflexión sobre el estado de “plenitud” ficticia que se experimenta en cruceros de este tipo, en los que la única preocupación que existe es si se está comiendo lo suficiente o si la cuenta de bebidas en el minibar va a ser muy alta al final del viaje.

Uno de los apartes más significativos del libro es cuando Foster Wallace analiza su condición de “Niño Insatisfecho”, pues se da cuenta que a medida que sus necesidades se ven resueltas, aparecen nuevas necesidades o problemas que no había visto antes, con tal de quejarse de algo, de aumentar su insatisfacción, pues siempre estamos buscando una perfección que nos es esquiva, y aunque nos sintamos a gusto un momento, encontraremos algo que no nos guste o de lo cual podamos quejarnos, para sentir que no todo es perfecto y tenemos algo con lo que estamos insatisfechos.

“Pero mi parte infantil es insaciable: en realidad su misma esencia o Dasein consiste en su insaciabilidad apriorística. En respuesta a cualquier entorno de gratificaciones y cuidados extraordinarios, el Niño Insaciable que hay en mí simplemente ajusta sus deseos al alza hasta que nuevamente los estabiliza en su homeostasis de terrible insatisfacción.” P. 99

Tal vez esta sensación sea sólo atribuible al autor, o tal vez se pueda generalizar a toda la población que ha viajado alguna vez en un crucero de lujo. No se puede desconocer que Foster Wallace fue un escritor crítico y con profundos sentimientos contrarios en lo que respecta al cambio de rutina y de patrones diarios. Pero, probablemente el sentimiento de insatisfacción es algo generalizado que está presente en todas las personas, pero muchos de nosotros no estamos conscientes de ello, pues nos pasamos nuestra vida concentrados en quejarnos de todo lo que nos pasa o no nos pasa, que no analizamos en profundidad todo lo que sentimos. Creemos que nuestro barrio es hostil, nuestros edificios están llenos de vecinos insoportables, tenemos trabajos que no nos gustan, pero que no podemos dejar, tenemos sueños por los que trabajamos toda la vida, pero se nos va la vida en conseguir algo fijo, para después poder perseguir nuestros sueños, y a veces el tiempo pasa tan rápido que ya es demasiado tarde para lograrlos.

Probablemente sea sólo a bordo de un crucero de lujo, en medio del mar, de una habitación impecablemente organizada, con las bandejas del servicio de habitación sobre la cama, con dos toallas de repuesto y una música reggae de ambientación, que nos damos cuenta que a pesar de no tener preocupaciones y una semana de la vida resueltas, aún en la perfección podemos encontrar ese algo que nos deja insatisfechos y nos produce ese desanimo que caracteriza nuestra vida común.

Tal vez ese “Algo supuestamente divertido” era esa posibilidad de olvidar los problemas de tierra por una semana y aventurarse en un paraíso navegable que recorre el atlántico prometiendo alegría y despreocupación, hayan motivado la decisión de Foster Wallace de “no volver a hacer”, pues muchas veces nuestras expectativas, cuando son cumplidas, dan origen a una nueva serie de insatisfacciones que inconscientemente nos recuerdan que la perfección es inalcanzable y sólo somos simples mortales tratando de sobrevivir una vida llena de rutinas, desilusiones e insatisfacciones.
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MarioG17
 12 February 2020
“Soy un turista americano, y por tanto 'ex officio' corpulento, rollizo, rubicundo, escandaloso, tosco, condescendiente, ensimismado, malcriado, preocupado por su aspecto, avergonzado, desesperante y codicioso”.
Así se define Foster Wallace en este libro a la par que critica a la sociedad estadounidense. Estas páginas de no ficción y de título extenso están basadas en un viaje en crucero que hizo el autor por el Caribe allá en la década de los 90.
Foster Wallace es un autor de culto en Estados Unidos, cuyos libros son admirados sobremanera alrededor del mundo aún hoy. Nació en 1962, pero se quitó la vida en 2008 y dejó así de producir una obra de enorme calidad como fueron este, "La broma infinita" —en ese libro lo largo no es el título, sino la extensión del volumen— o "El rey pálido". En su ínfima obra "Esto es agua", Foster Wallace alumbra a unos alumnos universitarios a través de un discurso sobre la vida donde les anima a valorar las pequeñas cosas de la vida y a no sobrevalorarse ellos mismos o sus títulos.
En este libro, sin embargo, el autor habla sobre su experiencia en un crucero inundado de estadounidenses mayores de sesenta años. A él se subió el autor —sin ser él nada de eso— incitado por la revista "Harper's", para la que escribiría un artículo una vez terminada su travesía. Como resultado, este libro para todos los públicos que genera risas y entretenimiento. Sin embargo, el autor, tal y como queda claro en el título, no volvería a repetir la experiencia.
Lo narra Foster Wallace con su humor típico y mordaz. Foster Wallace nos relata la visión despiadada que le produce observar cuerpos decrépitos por la edad en bañador. El crucero en sí mismo es un ecosistema donde proliferan los personajes excéntricos, estadounidenses adinerados, egocéntricos, pedantes, charlatanes y, por momentos, insoportables.
Por otra parte, el autor parece alabar la paciencia y labor de los trabajadores del crucero, mientras detalla a alguno de los pasajeros, como el Capitán Vídeo, un hombre al que bautizó así por su constante tarea de grabar todo lo que veía. Si Foster Wallace viviera actualmente y tuviera Instagram —esa red social en la que se graba y publica hasta la más nimia ocurrencia— alucinaría.
Los olores se mezclan con el mal tiempo, los mareos, el alboroto de la gente y, por supuesto, su 'semiagorafobia'. No narra los acontecimientos que vive cronológicamente, aunque al final describe por horas lo sucedido a su alrededor en uno de los días del crucero.
Introduce el autor más de un centenar de notas a pie de páginas, donde expone, a veces con parsimonia, las explicaciones a los hechos que va relatando. Es difícil que al lector no se le escape más de una o dos risotadas leyendo la crítica aguda que Foster Wallace hace en estas páginas de la sociedad estadounidense del momento. El autor se nutre del objetivo de ciertas personas de presumir de dinero y nivel adquisitivo para dibujar un retrato fidedigno y muy original sobre nuestros días, nuestras costumbres y nuestras modas. Quizás si alguna vez van en crucero se acuerden de Foster Wallace y examinen a sus viajantes como hizo él. Y, quizás también, no lo repitan jamás, como él.
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benjaminpalomero_
 18 March 2024
Me ha fascinado el estilo irónico mordaz de Foster Wallace para criticar al americano estereotipado de finales de siglo. Además, el libro está escrito con tal maestría que no parece un ensayo. A destacar las notas a pie de página, que como el resto del artículo son divertidísimas y muy pertinentes, y casi que podrían constituir una novela por ellas mismas.
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lectoraaburrida
 27 February 2019
Tenía ganas de leer a este autor tan famoso por "La broma infinita" y buscando, encontré este que me llamó la atención.
Realmente la edición que yo he leído es un compendio de ensayos y artículos que la mayoría sobre Linch me ha aburrido, pero la parte de los cruceros ha sido absolutamente genial jaja.
Creo que no voy a olvidar su descripción del camarote y el baño del mismo... Lo que me he reído, por dios.
La crítica de la sociedad americana de clase pudiente que hace en el libro es tremenda... Y ya me deja claro que si ante no me había apetecido hacer un crucero, menos ganas tengo ahora después de leerlo 😂
Cómo cosa curiosa que las notas a pie de página probablemente ocupan más extensión en el libro que los propios artículos. Unas trescientas anotaciones, que no dejan de ser una extensión de lo escrito, no aclaraciones.
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Citas y frases (1) Añadir cita
MarioG17MarioG1712 February 2020
Soy un turista americano, y por tanto 'ex officio' corpulento, rollizo, rubicundo, escandaloso, tosco, condescendiente, ensimismado, malcriado, preocupado por su aspecto, avergonzado, desesperante y codicioso.
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Videos de David Foster Wallace (3) Ver másAñadir vídeo
Vidéo de David Foster Wallace
El periodista estadounidense D.T. Max sobre la biografía del escritor David Foster Wallace. #periodista #periodismo #escritor #literatura #sueño
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