La melodía de la oscuridad

Después de leer la reseña de @mercefran me animé a leer éste libro, a mi me ha gustado mucho más la historia paralela del policía retirado y su mujer que la investigación en sí. Me ha parecido un libro muy bien redactado, que engancha desde la primera página y que ojalas tenga una continuación... Por eso... 8/10.⭐⭐⭐⭐.
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Muy atentos a La melodía de la oscuridad porque seguro que dará mucho que hablar. Un thriller trepidante y relativamente corto (no llega a las trescientas páginas) con un personaje principal difícil de olvidar.

Impresionado, muy impresionado y sorprendido he quedado con La melodía de la oscuridad, un thriller muy negro que os recomiendo sin dudar. Una novela que nos traslada al sufrimiento de un hombre que no puede ver, víctima de un atentado que no ha conseguido superar. Una novela que alterna el ritmo vertiginoso de un thriller con la profundidad de una novela negra que intenta penetrar en la mente de un asesino en serie obsesionado por los trabajos de Hércules y las consecuencias que en la vida de los protagonistas tiene una ceguera que no les permite poder disfrutar de la vida. Todo ello acompañado de unos toques de humor a cargo de Ancho, el perro que no puede por menos que observar con cierta sorna las tonterías de un amo al que es leal en todo momento.
Una atmósfera muy bien lograda, tanto en lo exterior con ese Cádiz casi omnipresente en la novela, como esa otra interior de los personajes que se presenta por el contrario mucho más oscura, con sus demonios interiores amenazando con llevárselos por delante.

Una novela que nada más terminar te deja un deseo: Quiero más. Quiero que La melodía de la oscuridad no sea la primera y la última protagonizada por Adriano. ¿Se puede pedir más a una novela?

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Un asesinato en el museo arqueológico de Cádiz trae de cabeza a la Guardia Civil, así que el inspector del caso decide llamar a un antiguo compañero, que sabe, que les puede ayudar en la investigación.

Adriano, un invidente, jubilado del cuerpo, recibe la llamada a las tantas de la madrugada, y aunque lleva años retirado, decide ir.
Aunque su mujer Patricia, no está a favor, Adriano se verá envuelto en la historia de los doce trabajos de Hércules, que tan bien conoce.

Desde entonces, la historia nos atrapa de una manera increíble, llena de intriga, que no decae en ningún momento.
Esta escrita en tercera persona, pero está tan bien narrada, que no me ha molestado ese detalle.

Es un thriller cortito, fácil de leer, que engancha hasta la última página.
Desde el primer momento sabremos quién es el asesino, y aunque parece un punto negativo, para nada, al contrario, ha sido un punto a favor.
Me ha encantado que te cuente un poco la historia del asesino, pero lo que más me ha gustado ha sido meterme en la piel de Adriano, su vida con Acho y Patricia, desde que sufrió el accidente, que lo dejó sin vista.

Un libro ágil, oscuro y muy adictivo del que no podrás despegarte hasta acabarlo.
Con un final impactante... Con muchas ganas de MÁS. 😱

Ha sido un placer leerte Daniel.

“Está claro que estamos ante alguien peligroso. No se trata de un crimen pasional y cuesta entender que sea la primera vez que mata, a pesar de no tener en la base de datos un caso registrado que sea similar a este. Tenemos que estar detrás de uno de esos locos que disfrutan montando este tipo de teatrillos para que la poli se eche las manos a la cabeza. Ningún principiante se toma la molestia de desnudar a su víctima, colocarla y perder el tiempo necesario para arrancarle la piel de la espalda. Todo eso en medio de la sala de un museo, conste.” ~ La melodía de la oscuridad de Daniel Fopiani.

Con menos de 40 años, Adriano, guarda civil, ha sido jubilado del cuerpo. Hace años sufrió un atentado y desde entonces vive sumido en una depresión que le provoca la ceguera que sufre desde el atentado. Ahora, un asesino en serie está cometiendo terribles crímenes y vuelve a poner a Adriano en escena ya que la Guardia Civil le pide consejo. Mientras, él intenta hacer frente a su matrimonio deteriorado y a su lucha interna.

Tenía muchas ganas de leer este libro, menos de 300 páginas, y la verdad es que me ha dejado con sensaciones encontradas. Por un lado, la trama del asesino, sus crímenes y sus razones me han mantenido atrapada; también lo ha hecho la propia historia del asesino y algunos aspectos de la trama relativos a Adriano y su sufrimiento que me han hecho reflexionar sobre el mundo que ha de enfrentar una persona invidente. Pero luego hay partes en los que me ha fallado la voz, me perdía, no sabía quién me estaba narrando la historia y me desenganchaba.

La historia va intercalando los asesinatos y su investigación con la vida personal de Adriano y con la vida del asesino. La verdad es que el libro es entretenido, se lee bien y tiene una buena base pero como digo me ha fallado la voz en algunas partes. Seguiré leyendo otros libros de este autor sin duda.

Y creímos que estaba todo escrito en el género de la novela negra. Y viene Fopiani y le da una vuelta que trastoca todo aquello que has leído hasta ahora. La melodía de la oscuridad es una novela negra, muy negra, con la que Fopiani se la juega para sorprender a los lectores, y lo consigue. Vaya que sí.
Una historia corta, contundente y que no da tregua, aquí no hay sitio ni tiempo para medias tintas. Directa y sin tapujos, tanto que algunas escenas a alguno le resultarán un tanto desagradables. No se trata de una novela al uso, en las que trataremos de encontrar al asesino o culpable, puesto que aquí ya sabemos casi desde el principio quien es el criminal que emulando los trabajos de Hércules, el mitológico, está atemorizando la ciudad de Cádiz. Sin embargo la expectación para ver cuando detective y asesino se cruzan hará que no podamos parar de leer.

Adriano es un personaje fuerte a pesar de que su existencia no sea demasiado fácil desde el atentado que sufrió y que le hizo quedarse ciego, ahora convertido en un dependiente, de su mujer y su perro guía, va a dejar en esta novela algunas situaciones memorables, algunas que nos sacarán una sonrisa, como esa primera aparición en la escena del crimen “como quien anda por su casa” y es con esta investigación, en la que el teniente Román le involucra, cuando tendrá que aprender a superar sus propios miedos.

A partir de ese momento mucha acción, en capítulos cortos, con lenguaje directo y sencillo (con el que el autor quiere llegar también a ese público más joven acostumbrado a la inmediatez y la rapidez en los contenidos), y una búsqueda incansable mientras Cádiz sufre una ola de crímenes perpetrados por Alceo, un psicópata marcado por una infancia traumática y con el que no creo que nadie pueda empatizar ni durante media página. A tener en cuenta también esta manera que hay en la novela de darle voz a Acho, el perro guía de Adriano, que sorprende a los lectores con sus propios pensamientos y que será el contrapunto de humor a esta dura historia.

La melodía de la oscuridad es también una novela donde se tratan con acierto temas sociales como la inmigración ilegal, los malos tratos, la maternidad o la inseguridad personal, y hay, aunque al principio no lo veas, una historia de amor, en silencios o en forma de reproches, pero que subyace en estas páginas aunque solo leas un “te quiero”.

A modo de resumen se trata sin duda de la llegada de Fopiani a la novela negra por la puerta grande, con una historia diferente, unos personajes fuertes y marcados junto a un protagonista al que esperamos ver en nuevas novelas. Sin duda muy recomendable.
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Estuve a punto de abandonar este libro, el que no lo haya hecho creo que tiene un punto a su favor, pero por lo demás es un libro completamente prescindible.

Lo salvable puede ser su argumento, es bueno y tiene buenos personajes, el asesino es un buen personaje, el protagonista se salva por los pelos, la esposa del protagonista, en fin, que me cayó mal la mujer y no pude ser empática con ella, pero eso no la hace un mal personaje.

Por lo demás es una historia errática narrativamente hablando, tiene algunas partes muy buenas y otras que me daban ganas de arrancar las páginas, tiene algunas partes donde lo que se narra no tiene ningún sentido, donde me parece que el autor se quiso dar baños de genialidad sin lograrlo, algunas descripciones sin sentido como cuando nos narra los pensamientos del perro del protagonista o cuando quiere verse muy poético poniendo una narración de una música como si hablara de una escena de película, sobrado, muy muy sobrado y en momentos de mal gusto, no se quien les habrá dicho a algunos autores que describir cómo alguien se traga sus mocos es algo que los lectores agradecemos en una lectura, es asqueroso, innecesario y definitivamente de mal gusto y como esa tiene varias.

El final es terrible, no el final en sí, si no su construcción, apresurado, sin motivos, sin argumentos, exagerado, sin decir que quedan muchas lagunas en la historia, si ya de por si la historia me quedo a deber con el final me ha dejado con la puerta en las narices.

Personalmente no me gustó mucho el estilo del escritor y eso ha pesado más que la historia

Un buen Thriller nacional, con sabor a sal y Atlántico,con dejé andaluz, y con mucha oscuridad,no solo entre sus páginas y giros que no ves venir,sino entre sus protagonistas, consumidos y abocados a la negrura más absoluta. El autor ha conseguido de forma magistral llevar dos tramas principales en línea,siendo ambas igual de interesantes y siendo bastante dispares: caso criminal y situación personal de nuestros protagonistas. Muchas veces se tira más de una que de otra,pero hay hay un nexo estupendo entre ambas y para mí es uno de los puntos fuertes del libro.

El estilo del autor me ha gustado bastante, directo y cercano,capaz de hacerte llegar lo que sienten los personajes. Tiene un puntito canalla y oscuro que me atrae bastante en este género. Quizá no sea una lectura para gente muy aprensiva,ya que los crímenes están muy bien detallados y hay sangre, algunos quizá un poco escabrosos. La novela es ligera en su lectura y alterna capítulos más densos con otros cortos.

Y otro punto muy a su favor es la creación de los personajes en esta novela, todos,principales y secundarios están cuidados al detalle,son reales, sienten y padecen como lo haríamos cualquiera de nosotros. Bravo por Acho!!! No quiero desvelar nada de ellos porque merece la pena sorprenderos si lo lees.

Una novela recomendada para los amantes de la novela negra y de suspense.

Y hoy toca un libro que llevaba mucho tiempo en mis pendientes. de este autor yo había leído “La carcoma” un libro que me encantó y, tengo que decir que este también ha sido una gran lectura.
Un asesinato en el Museo de Cádiz con una puesta en escena muy peculiar hace sospechar a Román, teniente de la Guarda Civil que podría tratarse de un asesino en serie. Hasta aquí podría ser el clásico argumento de novela negra, pero lo interesante es que solicita la ayuda de un antiguo compañero, hoy retirado tras sufrir un atentado de ETA.
Cuando Adriano, sargento retirado que quedó ciego y desfigurado tras el atentado, llega al lugar no tarda en darse cuenta de que están ante la escenificación del primer trabajo de Hércules y, que si no logran detenerlo probablemente se sucedan unos cuantos asesinatos más. A partir de ese momento, se irá implicando cada vez más en la investigación aun en contra de lo que opina su mujer Patricia.
En esta novela, el autor nos desvela la identidad del asesino desde el principio, y la trama se centra en todo el proceso de investigación, mientras van de asesinato en asesinato, para intentar dar caza a este peligroso criminal. También nos va contando, de forma paralela, la historia del asesino, sus motivos y el porqué de esas puestas en escena.
Novela con toque gore pues el autor no escatima en detallar la crueldad y barbarie tanto de los asesinatos como de las escenas, que a veces ponen a prueba tu estómago. Tiene todos los elementos para que te enganche: es un thriller con tintes de novela negra, una trama sorprendente con un ritmo trepidante, y una atmosfera oscura debido a los demonios interiores que tienen sus dos personajes principales.
Centrándonos en los protagonistas tengo que decir que me ha gustado como nos los presenta su autor. Por un lado, tenemos a Adriano, sargento retirado con importantes secuelas físicas y emocionales. Es un hombre sumido en una profunda depresión a causa de la ceguera traumática que trunco su vida y su carrera. Vive amargado, sin permitirse disfrutar de la vida, en un mundo de perpetua oscuridad que amenaza con acabar con lo único que le queda, su matrimonio.
Su mujer, Patricia, siempre a su lado, sumida en un momento de agotamiento emocional que la supera y no sabe cómo encontrar una vía de escape a la realidad que vive. Es un personaje que nos ayuda a entender y conocer mejor a Adriano.
Como contrapunto, nuestro asesino, Alceo, un personaje cruel y perturbado como resultado de una difícil y traumática infancia. Aunque el autor ahonda en la psique del asesino y nos muestra sus motivaciones no consigues empatizar con él en ningún momento, al contrario, solo sientes una profunda repulsa ante las atrocidades que comete como consecuencia de su intento de redimirse.
Y junto a los personajes de carne y hueso: la ciudad de Cádiz, escenario en el que transcurre la acción de la novela. Recorreremos sus calles, el Museo de Cádiz, el árbol del Mora…
En conclusión, una novela interesante y entretenida que se lee sin darte cuenta y con un personaje original que lo mismo te conmueve, que te apetece darle un sopapo para que deje de autocompadecerse, pero que desde luego no te dejara indiferente. Ojalá que no sea la única historia de este personaje.

“El universo no está obligado a comportarse de manera que podamos entenderlo. ¿Cuántas hojas caen de las ramas al día? ¿Cuántas vidas se apagan en un solo instante?”
La melodía de la oscuridad de Daniel Fopiani está siendo uno de los éxitos más notables de la temporada.

Empezando por el autor, nacido en Cádiz, sargento de Infantería de Marina, colaborador en revistas y periódicos y galardonado con varios premios literarios. Daniel Fopiani hace de su ciudad, de sus calles y monumentos un personaje más de manera que casi sentimos la brisa marina.

La novela empieza allí, en el museo arqueológico de la ciudad, donde aparece un vigilante asesinado en posición aparentemente orante ante la escultura de Hércules. El teniente Román, que lleva el caso, tras rastrear las pistas y las cámaras de seguridad decide llamar a Adriano.

Adriano es un sargento de la Guardia Civil que está retirado después de que un atentado de ETA hiciera explotar sus cuencas oculares, su cara y sus órganos genitales. Una bomba que destrozó su vida y la de su mujer, Patricia, maestra que hará lo imposible por intentar ayudar a su marido y a ella misma a seguir con una vida que nunca volverá a ser normal. El haber vuelto a Cádiz le ayuda en su cometido de pasear sin vista, a menudo son los recuerdos los que le conducen.

La razón para llamar a Adriano es que trabajó hace tiempo de vigilante en el Museo y a pesar de su ceguera, rápidamente se dará cuenta de que este es el primero de los doce trabajos de Hércules de la mitología y que, por lo tanto, no será el último asesinato. Una segunda víctima aparece colgada de un árbol centenario y una tercera… Si queréis saber más de los doce trabajos de Hércules, nuestro querido Miguel Izu publicó varias reseñas sobre el tema, en relación con una novela de Agatha Christie.

Los personajes son sumamente potentes, sumamente humanos, sumamente cercanos. Están muy bien trabajados. Adriano es un hombre acabado, no le queda nada, pues además de sus hándicaps físicos ha tenido que dejar su trabajo y no es capaz de hacer nada sin su mujer, a la que a veces trata duramente porque le asfixia su solicitud. Sin embargo más adelante, veremos un enorme cambio de actitud y se nos muestra como un marido cariñoso, atento, compañero, amable. Patricia por su parte, es también una mujer amargada pero no por tener que ayudar a su marido, ya que le ama de verdad, sino por no poder ayudarle en su tristeza y por no poder tener hijos, un sueño que sigue acariciando en silencio. Cuando comienza a colaborar con la investigación, Adriano parece revivir por la ilusión de sentirse útil de nuevo.

A pesar de ser una novela negra, he encontrado en La melodía de la oscuridad una de las más bellas historias de amor que he leído, quizás porque la he encontrado natural, creíble, triste y enternecedora.

El narrador cambia a menudo, dependiendo de quién nos cuente la escena, lo que le da más profundidad a la novela al aportarnos diferentes puntos de vista. Y como no, tenemos otro personaje que nos habla a menudo a pesar de ser un perro guía, Acho (es el ruido que hace al estornudar) que no solo es la vista de Adriano, sino que nos cuenta cómo ve al matrimonio, cuándo hay peligro, cuándo algo no le gusta:
“Sus dueños no parecían felices en absoluto. No había conocido más humanos en su corta vida, pero suponía que la mayoría de ellos eran iguales: vivían asustados, esclavos de unas reglas que ellos mismos se habían inventado”
El personaje del teniente Román también está bien construido pero nos muestra a una persona amargada quizás por la muerte de su mujer, quizás porque no encuentra sentido a su trabajo.

Muy interesante es el dibujo del asesino, del que sabemos quién es desde el principio, del que se nos explican sus motivaciones, cómo prepara sus crímenes, como fue su infancia y que al final, nos dejará atónitos con una nueva vuelta de tuerca. Alceo busca la redención sacrificando víctimas.

El ritmo es indescriptible. Daniel Fopiani se ha asesorado con investigadores de la Guardia Civil, lo que aporta a la acción un trasfondo de investigación que nunca aburre y que aporta mayor realismo a la historia.

Una de las lecciones de la novela en mi opinión, es que la vida encuentra su camino a pesar de todo y que muchas veces personas con una discapacidad pueden superar con creces en muchas situaciones a quien no las tiene.
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Han asesinado a un guardia de seguridad en el Museo Arqueológico de Cádiz, además le han quitado la piel de la espalda y el cadáver está justo a los pies de la estatua del Hércules de Farnesio. El encargado de la investigación, es el teniente Román de la Guardia Civil. El caso es complicado, y pensando en el ascenso no tiene más remedio que llamar de madrugada a Adriano, sargento retirado del servicio desde hace más de ocho años, cuando un atentado terrorista en el País Vasco le dejó ciego. Desde entonces su vida es un infierno; ninguno de sus compañeros se había acordado de él, ni ha ido a visitarlo, ni le ha llamado por teléfono en ese tiempo. No solo perdió la vista, la explosión le reventó los globos oculares, dejándole también la cara desfigurada; además de otras lesiones, también le dejó impotente y una profunda depresión. Vive en compañía de su mujer, Patricia, que lo cuida y de su perro guía, Acho. Ella aguanta su mal genio y malos modos desde entonces. Es maestra, y siempre ha deseado ser madre.
Desde el primer momento Adriano sabe que están ante un asesino en serie, que está emulando los doce trabajos de Hércules. La idea de ayudar en la investigación hace que por primera vez en mucho tiempo se sienta vivo y útil.
Al asesino, Alceo, lo vamos a conocer desde el principio. Poco a poco iremos sabiendo su pasado y los motivos por los que mata de esa manera.
En La melodía de la oscuridad nos encontramos con un investigador diferente, con muchos problemas físicos y psicológicos por culpa de su situación en la que se encuentra desde el atentado. Daniel Fopiani nos mete en la piel de un invidente, nos hace percibir como se puede sentir, las sensaciones que tiene en esa oscuridad.
La gente se piensa que cuando uno pierde la visión es como si se apagasen todas las luces. Y ojalá fuese así. Sus nervios oculares habían quedado totalmente desconectados con el exterior, pero parecían luchar constantemente por encontrar algo de luz. Es como si la oscuridad tuviese su propia danza. Su propia melodía. Y este festival de colores y de formas era imposible de evadir.
Además también conoceremos como se siente la otra víctima del atentado, en este caso Patricia, que vive volcada en el cuidado de su marido, el amor de su vida, aguantando sus malos modos y su genio. Son unos personajes que dejan huella y es imposible no sentir empatía. Hace que nos imaginemos un poco como se puede sentir alguien que haya pasado por eso, o que se encuentre en unas condiciones similares.
Me ha vuelto a pasar lo mismo que me pasó cuando leí La Carcoma: me ha gustado, me ha atrapado, no podía parar de leer, me ha parecido una novela corta, (lo bueno si breve dos veces bueno, dicen), y un final que te deja con ganas de más, de otra entrega, de otro caso, de saber si le volverán a pedir ayuda, que va a pasar con él, con su vida, con matrimonio...
La melodía de la oscuridad es una gran novela negra, un thriller que se lee rápido, te atrapa y te deja con ganas de leer más.

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