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Crítica de MisLecturas


MisLecturas
01 October 2020
Uno de los títulos que me hizo adicta a la ficción histórica fue "Los pilares de la tierra", una novela redonda que llegó a mis estanterías por casualidad hace casi treinta años y he releído hasta en dos ocasiones. También soy fan de la miniserie adaptada para la televisión, a pesar de que en ella se omitieron o alteraron algunos sucesos de los descritos en el libro. Ahora Ken Follett se ha atrevido a publicar la precuela, una historia muy amena y de fácil lectura que cuenta con el aliciente de que se puede leer independientemente del resto de la serie, porque no comparte personajes y se desarrolla con anterioridad. Una novela que no defrauda, sobre los que pudieron ser los inicios de la ciudad de Kingsbridge, ambientada en la frontera de los siglos X y XI, después de que Britania comenzara a resurgir de la Edad Oscura, un período de decadencia en el que estuvo sumida durante cinco largos siglos.

Junio de 997. Todavía no ha amanecido y las estrellas brillan con fuerza en la aldea de mercaderes y pescadores de Combe cuando el joven Edgar abandona la casa familiar, sin ser visto, para reunirse con su amada y escapar de allí juntos. Pero el destino dará un giro imprevisto a sus planes y la familia de este constructor de barcos quedará en la más completa miseria, por lo que se verán obligados a comenzar su vida desde cero en la desolada aldea de Dreng's Ferry, donde van a ser tratados como intrusos. al otro lado del canal encontramos a Ragna, una joven de la nobleza normanda que tras un impulso decide dejarlo todo atrás e ir en pos de un noble sajón del que está perdidamente enamorada, para contraer matrimonio. Pronto descubrirá que el estilo de vida al que estaba acostumbrada en Normandía difiere del de su nuevo país, cuya atrasada sociedad vive bajo constantes amenazas vikingas. En este mismo contexto conoceremos a Aldred, un monje erudito de firmes convicciones que se revela ante las injusticias aunque eso le perjudique…

En esta nueva novela donde están presentes la codicia, las injusticias, los amores imposibles y las ambiciones, Ken Follett demuestra, una vez más, que sabe cómo entretener al lector a pesar de repetir el mismo esquema que tanto éxito le dio en los anteriores libros de la serie: hay un constructor que en esta ocasión es más bien autodidacta y hace las veces de artesano, constructor de barcos y albañil; una dama de la nobleza bella, inteligente, de fuertes convicciones y don de gentes; y luego está el personaje del clero. Los personajes de Follett han sido siempre afables pero con aristas, lo cual los hacía más reales, de carne y hueso. No es el caso de este libro donde la moral de sus tres protagonistas está claramente definida y es inquebrantable. Un título con un escaso trasfondo histórico que se centra más en el vasto crisol de personajes que transitan por sus páginas, algunos de nombres tan parecidos que al inicio de la lectura pueden dar lugar a confusión. Y en momentos puntuales los malos de turno están tan llevados al extremo que son casi caricaturescos.

Dividido en cuatro bloques y un total de cuarenta y tres capítulos que abarcan una horquilla temporal de una década, su autor elabora un vívido retrato del día a día de los tres estamentos sociales (nobleza, clero y pueblo llano) mientras traslada al lector, en un viaje épico lleno de sorpresas y aventuras, y de la mano de un narrador omnisciente que asume la voz del relato con una cadencia marcada mientras alterna el foco de atención sobre los distintos personajes, hasta los años más oscuros de la Edad Media, toda vez que las vidas de estos tres protagonistas se entrecruzarán irremediablemente con la de una ambiciosa familia de nobles ingleses insurrectos que desafiará una y otra vez el mandato del rey y las leyes. Una familia en la que todos sus componentes, sin excepción, son más malos que un dolor por cólico nefrítico y forman una poderosa tríada en el oeste de Inglaterra: un conde, un obispo y un barón. Un libro que carece de descripciones tediosas, contiene las justas para sumergirnos en el entorno de una época en que la justicia estaba distorsionada y mientras los grandes hombres pecaban con impunidad, los de las clases sociales más bajas recibían brutales escarmientos. En una sociedad que no se rige por la ley, sino que es ésta la que se supeditada al hombre.

Sintetizando: "Las tinieblas y el alba" es la precuela de la obra que encumbró a su autor, una epopeya sobre el bien y el mal, sobre el amor y el odio. Una novela de ficción histórica cuyos tres protagonistas principales representan a cada uno de los estamentos sociales, e irán abriéndose camino a través de los sombríos y turbios años de la Edad Oscura donde el poder, la corrupción y la codicia amenazan la vida de los aldeanos, mientras luchan por un mundo más próspero y libre. Un libro que nos convierte en testigos de la transformación, gracias al trabajo y las inquietudes de un joven artesano y constructor, de una decadente aldea que apenas contaba con cinco casas, en una villa bulliciosa y próspera, y que recomiendo a los lectores asiduos a este género en general y a quienes nunca se han acercado a una novela de Ken Follett en particular porque carece de descripciones tediosas, lo cual ameniza su lectura.
Enlace: https://www.mislecturas.es/2..
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