Las alas del águila

Cuando una operación de rescate es financiada por un multimillonario, dispuesto a todo y con un acendrado amor por la patria y sus conciudadanos, es dirigida por un experto militar ( aunque retirado ),
y realizada por un grupo de excombatientes de Vietnam, con , además , preparación universitaria y conocimientos de informática .
¿ Que puede salir Mal ?
Pues todo, .. y solo se resuelve por intervención de la Divina Providencia ( en realidad una serie de causalidades, que pueden, si se quiere considerarse fortuitas. ) y de un decidido iraní con el don de convencimiento, mas desparpajo que valentía, y con muchas ganas de emigrar a Estados Unidos.
Esto es lo que mediante narrativa testimonial ofrece Ken Follet , en esta historia real, matizada, por la reconocida capacidad de su pluma . Una historia real, en pleno cambio de régimen Iraní, de la despótica administración del Sha, a la ultrajante de Jomeini . Se relata el encarcelamiento de dos ejecutivos de una empresa propiedad de Ross Perrot ( multimillonario americano, dos veces candidato a la presidencia ) y una solicitud de rescate estratosferica, solicitada por el diabólico Dadgar, un funcionario totipotencial , tanto como hijo del averno por lo cual decide preparar un plan alternativo de rescate, dirigido por “ el toro “ Simmons, que arrojado era , pero no preciso, contaba con dos misiones de rescate fallidas en su haber, eso si, regresando con equipo completo tras realizar matanzas a diestra y siniestra pero sin rehenes ( en Vietnam ) aqui es tan fallido el intento que ni una bala se dispara del lado estadounidense.aunque si una cantidad importante de dólares, que para eso son...para gastarse, pero no en rescates.
Eso si. Se violan cuantas leyes existen ( de ambas partes ) y aún otras que no se han inventado, en aras de la justicia y libertad ...de los Americanos .
Contabilidad final, el medio Oriente 0 Estados Unidos 1. ( mediante u autogol y en fuera de lugar )
Historia a la que salvan La pluma, la prosa, la narrativa, el genio de Ken Follet, y la arrojada displicencia de Rashid.