«Aquella campiña donde iba a originarse toda la prosperidad se había vuelto estéril, agredida por la alopecia. Las farolas eran tallos sin fuente de luz, costillas de ballena a lo largo de caminos sin asfaltar. Pequeños bloques de pisos pastaban en la aridez de presuntas zonas comunes que progresivamente iban viéndose reducidas a maleza.»
A finales de los años setenta, el boom económico y la especulación inmobiliaria estallan en la pequeña ciudad sard... >Voir plus