La biblioteca de los libros rechazados

De lo que se trataba no era de que nos guste leer o nos deje de gustar, sino más bien de saber cómo hallar el libro que nos corresponde. A todo el mundo le puede encantar leer si se cumple la condición de tener en las manos la novela adecuada, la que nos va a gustar, la que nos va a decir algo y que no podremos soltar.

Ahora comprendía que el hecho de que una realidad sea muy común no es incompatible con sentir la muerte como un escándalo emocional del que resulta imposible recuperarse.

-Nunca escribió nada. Incluso la letra de las tarjetas de cumpleaños era siempre la tuya. Nunca mandó una postal, nada. ¿Y quieres que me crea que escribió una novela?

Viene la edad cuando la urgencia impide rechazar el placer.

Los lectores se reconocen siempre, de una manera u otra, en un libro. Leer es una excitación totalmente egotista. Buscamos inconscientemente lo que nos conmueve.

La primera novela es siempre el fruto del trabajo de un buen alumno. Solo los genios pueden permitirse ser flojos.

Los autores suizos son en general los mejores para hablar de aburrimiento y de la soledad.

La escritura provee coartadas extraordinarias. Ser escritor es el único empleo que permite quedarse en cama diciéndose "estoy trabajando".

Publicar un libro que no encuentra su público, es como permitir que la indiferencia se materialice.