El personaje antihéroe de Felicidad, sirvienta de alma pura y cándida, sin ninguna malicia; es de los que quedan grabados. La crítica de las capas altas de la sociedad de su tiempo, fines del siglo XIX, es evidente. Las peripecias de la criada junto al loro, con el que tiene más complicidad que con los propios humanos; simbolizan la falsa humanidad de su época. Un relato remarcable del autor de la excelsa, "Madame Bovary". |