Tomates verdes fritos

Evelyn Couch es una mujer de 48 años que se siente frustrada con su matrimonio, la relación que tiene con sus hijos y su vida de ama de casa. Pero cuando conoce a la anciana Ninny Threadgoode , su vida cambiará por completo cuando Ninny comience a rememorar su pasado y a contarle algunas historias de Whistle Stop, un pueblecito sureño en el que se crió y vivió durante toda su vida.

La novela se encuentra narrada en dos líneas temporales en la que conoceremos por un lado, la relación amorosa entre Idgie y Ruth la cual comienza a finales de los años 30, y la inesperada amistad entre Ninny y Evelyn en los años 80.

A través de la historia de Idgie y Ruth, veremos algunos temas candentes del sur de los EE.UU durante la época de la gran depresión y la II Guerra Mundial como la segregación racial, el machismo, la importancia de la familia o la pobreza. Pero todo ello se encuentra narrado de una manera alegre y positiva, y donde se muestra una gran sororidad y compañerismo entre todos los vecinos de Whistle Stop. Por otro lado, Idgie es un personaje con un espíritu tan libre y amable que su forma de actuar siempre deja valores y enseñanzas muy positivas.

Y a través de los encuentros entre Ninny y Evelyn, la autora nos mostrará problemáticas como la soledad en la vejez, la depresión o la búsqueda de la realización personal. Y de nuevo, vemos como estos problemas se tratan de una manera amable dejando siempre ese halo de esperanza y de superación personal.

En definitiva, Tomates verdes fritos es una novela cien por cien feel good y que se lee con una sonrisa de principio a fin. Ideal para recuperar la fe en la humanidad y que tu corazón se llene de alegría y positivad.