Hielo negro

Britt ha planeado una excursión a las montañas con sus amigos. Es una zona que conoce como la palma de su mano ya que ha viajado a la zona otras muchas veces pero cuando una tormenta de nieve se cruza en su camino la obliga a adentrarse en la nieve y el azar la conduce a una cabaña en la que interrumpirá los planes de unos extraños hombres. A partir de entonces Britt tendrá que poner en funcionamiento todos sus conocimientos sobre las montañas si quiere sobrevivir.

La verdad es que creo que tengo una unpopular opinion con este libro, ya que por lo que he visto a la mayoría de la gente, este libro le encanta y a mí la verdad es que se me hizo muy predecible y pesado de leer. Para empezar estamos ante el típico caso de síndrome de Estocolmo y vamos a ver es que me parece muy difícil de creer que una persona se enamore en poco tiempo de su secuestrador (ojo digo en tan poco tiempo ya que es verdad que cuando una persona pasa mucho tiempo, como años, con su secuestrador empieza a desarrollar sentimientos hacia este, ya que piensa que se preocupa por ella, o que quiere lo mejor para la persona secuestrada, etc. Pero no es el caso). También estoy bastante cansada de leer que el secuestrador es el típico modelo ante el que todas suspiramos con un pasado oscuro que luego irá cambiando (claro porque las personas cambian tan fácilmente) o que la protagonista al poco de conocerlo se obsesione con él y albergue sentimientos contradictorios. Por no decir que el genéro, el thriller no es mi género favorito pero si le añadimos todo lo anterior pues peor aún.