Me gusta que estés aquí, Britt. Esa es la verdad. No te abandonaré. Aunque fueras un incordio, seguiría contigo porque es lo correcto, pero da la casualidad de que, además, te encuentro agradable e interesante, y, aunque no me alegro de que tengas que pasar por esto, me alegro de que nos tengamos el uno al otro.
|