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No hubo un personaje que quisiera. El conflicto de esta segunda entrega, nace de temas que en primer libro están cerrados, que no dan pie a este nudo. Vuelvo a insistir en que para mi, al ver el éxito de "Hush, Hush" quisieron continuar la historia y cómo no había una problemática que se prolongara, la inventaron. A pesar de esto, la premisa del libro, que nos habla mucho más sobre el padre de Nora, me gusta. al igual que con la obra anterior, su llevada a la práctica no me emociona ni convence. Agarrar ritmo con este libro fue difícil. Nos encontramos, desde el principio, con una Nora que no para de victimizarse. El libro se vuelve muy denso y trabado. Por suerte, mientras avanzamos se va haciendo más tolerable y entretenido. Debo destacar que el personaje, a mí parecer, más nefasto de esta historia pareciera haber evolucionado; y si, estoy hablando de Vee. Dejó se ser tan superficial, tiró un par de comentarios que hasta me hicieron gracia y podríamos decir, que es algo así como una buena amiga. Patch sigue siendo turbio y en este libro me cayó un poco mejor, aunque no conocemos demasiados de él todavía. Percibí que la autora, aborda temas en determinados momento y después los deja colgados. Y pienso que esto fue lo que pasó con Marcie Millar, en el inicio se le da demasiada importancia, pero después se la deja de lado completamente. Llegando al final, la trama da un par de giros inesperados que me gustaron y en este caso, sí dejan incógnitas para un próximo libro. Yo dividiría la narración de está historia en dos partes. La primera sería la realidad de Nora, todo es superficial, sin demasiadas descripciones y un poco decepcionante. Por otro lado, tenemos los sueños, que me gustaron mucho más, se profundiza en los detalles, genera intriga y emociona. |
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