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Milan se dirige a casa en bicicleta cuando en la ventanilla de un coche que le adelanta ve a una chica de unos trece años con cara de angustia enseñando un papel con algo escrito. Es obvio que pide socorro, el problema es que Milan no puede asegurarlo porque no es capaz de leer. Aún así, sabiendo que ahí pasa algo raro, Milan sigue al coche y, cuando la chica, el hombre y la mujer que viajan en él, salen y se dirigen a una casa, se hablan como si fuera una familia normal. Milan se va pero se queda con la mosca detrás de la oreja y se lo cuenta todo a su novia Andra. Cuando, al poco, un hombre que se hace llamar Jakob le llama y le pide dinero por liberar a la chica (que Milan no conoce), va a comenzar para él una auténtica pesadilla. “El último regalo” es un thriller que atrapa desde la primera a la última página. Un auténtico page-turner de muy fácil y amena lectura que nos ofrece una trama curiosa y desconcertante llena de giros y sorpresas. Y con un tema de fondo muy curioso que me ha sorprendido conocer. Y es que, como os he dicho antes, Milan no puede leer la hoja que enseña la chica. Y no puede hacerlo porque es un analfabeto funcional, alguien que ha sido incapaz de aprender a leer y escribir. Y, ¿sabéis qué? Que no es el único. Como apunta el propio Fitzek, en un país tan civilizado como el suyo (Alemania) hay más de seis millones de analfabetos funcionales. Sinceramente, me quedé en shock cuando lo leí. Ni me imagino las dificultades con que se encuentra esta gente en su día a día. No poder leer un simple cartel con el nombre de una calle, programar un gps, rellenar una instancia administrativa, leer o escribir un whasapp… ¿os imagináis? No por no saber leer ni escribir son personas que carecen de una vida normal: han suplido sus carencias de diversas formas y la mayoría trabajan, se relacionan normalmente con el resto de la gente… Milan es un ejemplo: a pesar de no saber leer ni escribir, tiene un cerebro privilegiado (probablemente sea superdotado) y ha sustituido su incapacidad de leer por una memoria prodigiosa y ciertos trucos. Como digo, todo este tema me ha resultado interesante a la vez que impresionante. La trama es complicada y muy imaginativa. Quizás en algún momento rice demasiado el rizo hasta hacerla parecer inverosímil pero esos momentos no desentonan con el tipo de novela que es. La novela se estructura en setenta y siete capítulos de muy corta extensión. Es un narrador omnisciente quien nos va contando los entresijos de la acción. La novela está escrita de forma lineal y en tiempo presente aunque hay flashbacks al pasado, cuando Milan tenía catorce años y ocurrió un accidente que le cambió la vida. Los personajes están desarrollados en la justa medida que la historia requiere. El que más, Milan. de los demás sabremos únicamente lo que podemos saber y sólo al final descubriremos quiénes son y sus motivaciones. El autor escribe de una forma sencilla, sin grandes aspavientos. Domina el diálogo sobre la narración, prácticamente toda la novela es diálogo, lo que le da muchísima agilidad. A través de frases cortas, con un estilo directo, el libro resulta de muy sencilla y amena lectura. Está claro que Fitzek sabe cómo escribir thrillers para entretener al lector. Va dando piezas poco a poco, dejando entrever que detrás de lo que ves hay algo escondido, que no encaja. Es fácil darse cuenta de que todo lo que le está pasando a Milan es muy raro, que ahí hay algo que no sabemos pero que es importante. Cuando lo sabemos, todo encaja, claro; pero para eso hay que seguir leyendo hasta el final. Conclusión final “El último regalo” es un thriller trepidante que no da tregua. Un libro hecho para entretener al lector. Enlace: https://librosquehayqueleer-.. + Leer más |