Los favores

Este es un debut provocador. Una mirilla abierta a las vidas de tres personajes esclavos de sus impulsos, de sus placeres, un acto de voyerismo que nos confronta con los rincones más inhóspitos de nuestros anhelos. Una novela donde la sobreexposición de los cuerpos a la luz del deseo ciega a los amantes, incapaces de ver el mundo que hay más allá de las ventanas de las estancias compartidas por los tres.
Elogiada por Zadie Smith y Jeffrey Eugenides, y comparada con las novelas de Sally Rooney, Ottessa Moshfegh, Raven Leilani y Joan Didion, esta es una obra sobre cómo vivimos el sexo y la manera en que conciliamos nuestros deseos profundos con lo que creemos que deberíamos desear. Pero el deseo, cuando no se reprime, cuando se libera de inhibiciones y censuras autoimpuestas y/o adquiridas, puede jugar con nuestros límites morales. Y entonces, ¿ante quién somos responsables? En su primera novela, Lillian Fishman recorre en parte un camino que ya pisaron otras, porque hay cierta forma de esclavitud en el sometimiento de Eve y Olivia ante Nathan, porque en la historia de este ménage à trois cuya convivencia se limita a un tiempo limitado y compartido en secreto, se imbrican íntimamente el miedo y el sexo, el dolor, el placer, el deseo y también los afectos. Los favores no es la historia de un pasional y feroz amanecer sexual, es la denuncia de una educación que ha dejado huérfana a una generación cuyos códigos quedan expuestos en las novelas de autores como Sally Rooney, una educación que les ha ofrecido tan solo intenciones, eslóganes para un mundo que ni siquiera existe. Dividida en dos grandes partes, tituladas atención e interrogación, la novela nos tensa, nos mantiene en alerta, incluso nos hace sentir incómodos sin saber muy bien el porqué de nuestros miedos.

OPINIÓN PERSONAL TRAS LA LECTURA

“Los favores” un libro de #lillianfishman publicado por @reservoirbooks_

Reto del mes de mayo conseguido. Me encanta cuando voy a contracorriente de mis compis de reto: mis queridas amigas @y.un.libro y @mis_libros_y_yo1

A ellas no les ha gustado nada, y a mi me ha encantado. Me ha gustado porque es una historia realista de boca, o historia que alguien ha vivido.

Porque hay muchas sensaciones de las que habla que hasta yo misma he sentido.

En esta lectura hay una necesidad de formar parte de algo, esa necesidad de ser algo que los demás ven. Aunque sientas que todo a tu alrededor te dice que esa necesidad no existe, saltando normas la buscas.

Es pelearte contigo mismo contra lo que debes hacer o lo que al final acabas haciendo.

Y eso a mente muy fría nos pasa a todes, el órgano de arriba es demasiado poderoso y acaba controlando muchos de nuestros impulsos a su merced.

Que la protagonista se llame Eve, y que sea un personaje tan introspectivo, que nos cuente tanto de ella de lo que hace y lo que no hace… para mi es maravilloso.

Creo que gusta si le encuentras el significado y realmente estás preparada para identificarte, aunque sea en el fondo más oscuro.

Solo creo que el cierre necesitaba un poco más de jugo.

No es una novela romántica al uso, pero habla de amor, de género, de vanidad y de personajes tan imperfectos que te hagan odiarlos de principio a fin.

Habla de esos favores a los que sometes tu alma para cubrir los estados más lejanos a la realidad que te rodea.

La pluma de Lillian es contundente. Necesaria.

Lillian, gracias por la tinta*



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En la ficción, las relaciones personales (aún) son retratadas de una forma demasiado convencional. Escandaliza que los personajes mantengan una relación abierta, polígama, fuera de los moldes. Pero es necesario explorar qué queda fuera de lo cotidiano para así comprender la complejidad de nuestras emociones y cómo, efectivamente, cada persona es un mundo.

Por eso es fácil despreciar a Eve, que en teoría tiene una relación perfecta. Siempre piensa así de su novia, alguien que siempre sabe acertar con sus necesidades y no podría ser más atenta. ¿Entonces, qué falla? ¿Qué la empuja a subir unas fotos y dejarse tentar por unos encuentros con unos desconocidos?

Llegados a este punto muchos estaréis pensando: Vaya novela tan hedonista. ¡Qué egoísta es Eve! Y creo que parte del objetivo es ese, juzgar a la protagonista. Porque todos hemos fantaseado alguna vez con salir de esa normatividad, experimentar algo oscuro y fuera de control. Está en el juicio de cada uno decidir si Eve actúa bien o no, pero nosotros, como testigos, podemos disfrutar del análisis interno que ella hace de la situación sin tener que pasar por su lugar.

Porque "Los favores" es más que un recorrido por las vidas de sus personajes, es también un profundo análisis dentro de nuestros sentimientos que nos obligará a reflexionar sobre quiénes somos y qué deseamos. Su intimidad nos envuelve. ¿Qué es tener conexión con alguien? ¿Dónde empieza lo inmoral y quién lo decide?

No faltan conversaciones sobre diversos temas que sin duda le han valido comparaciones con otras autoras, como Sally Rooney y Ottessa Moshfegh. Y sí, puede que vea esa fina línea pero me niego a meter a todas estas autoras en un saco solo porque escriban con un género similar.

En lo personal tengo sentimientos encontrados. Es cierto que se lee rápido, y que engancha. Pero me obliga a cuestionarme tantas veces lo que estoy leyendo y me ha costado tanto comprender las decisiones de Eve que por momentos no sabía si odiaba al continiente o su contenido. Y creo, dejando reposar la obra, que no compartir algunos juicios no ha conseguido que no disfrute de la experiencia de su lectura. de ahí mi buena valoración.

"Los favores" es precisamente eso. Huir de una lectura vacua para enfrentarnos a la carne viva, en sudor y desenfreno, en sentimientos más profundos y en personas repletas de aristas capaces de hacer que nos cuestionemos nuestra propia realidad.

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Me he encontrado con una novela extraña. Había leído la sinopsis y pensé que iba a disfrutarla mucho más de lo que lo he hecho.
La verdad es que me he aburrido mucho más de lo que me he entretenido. No he conseguido entrar en la historia ni conectar con los personajes.
No puedo poner en duda que es una buena novela. Nos adentra en un mundo frío en el que los sentimientos quedan en segundo plano para favorecer los instintos más primarios.
De la mano de Eve nos metemos en un mundo en el que deseo, la mentira y la obsesión se entremezclan y el personaje que empieza siendo un pelín interesante termina enseñando una cara que me ha descolocado bastante. Y eso podría ser algo bueno, pero es que al llegar a ese punto mi interés por el libro era prácticamente nulo.
En fin, la sinopsis me engañó un poco y mis propias expectativas hicieron el resto.








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¿Somos capaces de romper nuestros prejuicios mentales y dejarnos llevar para conocernos mejor en el terreno sexual? ¿Cuándo somos más frágiles, desnudos frente a un desconocido o desnudos frente a nosotros mismos? Reconozco que me he sentido decepcionada con esta novela. Cuando me sumerjo en una novela erótica, espero encontrar sexo, despertar mi imaginación y estimular mi deseo. No he hallado nada de esto aquí. Esta novela es una teorización sobre el deseo, el sexo, la sexualidad y las relaciones. Es la dualidad de desear algo y al mismo tiempo ir contra ti mismo, contra tus creencias, contra tu miedo. A su vez, la relación que aquí nos describe está bajo el yugo de la manipulación, pero también de la extralimitación de los propios límites. ¿Serías capaz de darle el control de tu placer a otra persona? ¿Sería esto darle el control sobre ti mismo?

Los favores es una novela con pretensiones de ser novela erótica y fuerte pero nada más lejos de la realidad más aún, si eres amante del género.
Si es provocadora, directa y con descripciones explícitamente sexuales para enganchar al lector, pero que se quedan diluídas en la trama. Si de lo que hablamos es de una novela sexual, a mi me ha faltado más sexo.
La protagonista, Eve, es una chica normal, con una novia normal y un trabajo normal. Todo en su vida es normal y monótono. Por ese motivo, decide dar un cambio de rumbo y cuelga unas fotos desnuda en internet.
Así es como conoce a los que seran su affaire secreto, Nathan y Olívia, y juntos como trio, inspeccionarán sus anhelos más oscuros.
La protagonista, en sus momentos a solas, hace un análisis profundo que nos comparte, de las normas preestablecidas como sociedad monógama respecto al sexo y los encuentros. También destripa los cánones impuestos por un pasado encapsulado y antiguo, pero que aún pesan actualmente.