Debo decir que el final me dejó mal: aunque es algo lógico, no esperaba que fuéramos testigos de ese hecho y me dieron ganas de llorar. Sin embargo, creo que todo tuvo una razón de ser pues tanto los padres como los hijos pudieron reflexionar sobre la dinámica familiar y encontrar una mejor manera de convivir entre todos. En cuanto a los personajes, tenemos por un lado a los nietos: Iván, el mayor, es quien más invierte en el proyecto al considerarlo como una tarea para entregar en la clase de Ciencias sociales; Sophie tiene buenas ideas pero al momento de llevarlas a la práctica prefiere aquello que le dé beneficios personales; Nicholas y Tania son los más pequeños y, a pesar de que quieren participar, son los que más fácilmente descubren el objetivo. Los adultos, por su parte, reflejan cómo su vida se ve afectada debido a la multitud de acciones que requiere el cuidado de la abuelita: se desesperan, se enojan y pierden la paciencia con ella y con sus hijos, pero eso no quiere decir que los dejen de querer, al contrario, buscan que la vida familiar sea más sencilla y es la única solución que se les ocurre. Me sorprendió ver que este libro se publicó por primera vez en 1983 y que su tema principal (los cuidados de los ancianos) sigue siendo vigente: cómo se organizan los cuidados en casa, cómo la vida familiar requiere de una organización precisa para que todos los miembros se puedan desarrollar. Enlace: https://millonesderequisitos.. |