El juicio del agua

Me maravilla este autor; consigue que algo tan farragoso como el derecho romano y las leyes locales de la baja edad media pierdan su aspereza convirtiéndose en un tema comprensible y hasta fascinante.

El jucio del agua es una novela histórica ambientada a finales del siglo XII y habla sobre la violenta impunidad con la que los nobles responden a la desobediencia de sus súbditos.

Reino de Aragón: Villorrios y condados de la hoy Cataluña.
La libertad no existe, de hecho se practica una esclavitud disfrazada, ya que ningún campesino puede abandonar las tierras del señor sin su permiso.

La acción comienza con una ordalía (juicio de dios) para dirimir que familia se hará con el dominio de unas tierras. Para ello, los dos primogénitos de cada estirpe deberán sumergirse en agua helada. Quien primero se hunda será el preferido de Dios y por tanto el heredero del señorío en juego.

El problema es que ambos son niños y la inmersión les dejará tan unidos como llenos de estigmas.
Una auténtica salvajada que por desgracia se practicaba con el beneplácito de los administradores del cielo.
Loado sea el señor.

Blanca de Corviu y Robert de Tramontana sellan sus vidas en un abrazo de vida, de mutilación y de esperanza.

La novela del alicantino es una búsqueda constante de la equidad, de una justicia igualitaria basada en la aportación de pruebas y el uso de la lógica, tan antigua que los nobles la olvidaron en beneficio propio.

La ambientación histórica es su mejor virtud, esto es común a todas sus obras, a las que rodea de personajes que luchan por sus ideales.
Quizá lo único reprochable es que todos los personajes femeninos sean escandalosamente bellos.Aunque de esto, pecan casi todos.
¡Quiero una heroína fea!

Un viaje en busca de los libros y educadores más destacados de la época que nos llevará las hermosas ciudades de Jaca (Huesca) y Bolonia y un tejido argumental lleno de codicia, desigualdad, traición y amores condenados a la fatalidad son los ingredientes necesarios para completar una obra muy digna.

Ferrándiz además, cuenta con una prosa ágil, sencilla pero nítida con la que logra que las páginas avancen solas y a buena velocidad.

Curiosamente, la obra discurre en unos años donde la amenaza de los almohades y las luchas religiosas llenan la literatura de nuestros días y sin embargo el autor prescinde de Alarcos o Navas de Tolosa para contarnos otras cosas importantes que acontecieron y la épica se encargó de enterrarlas en el olvido.

Drama histórico de manual donde los personajes sufrirán todas las penurias divinas y humanas y la capacidad de resistencia es tan agotadora como recurrida.
En todo caso:

¡Excelente libro!

Los Juicios del Agua es un gran libro de aventuras históricas que te inicia en el conocimiento de las leyes en la edad media y se centra en uno de esos momentos álgidos de la historia en el que las cosas empiezan a cambiar.

Hay varias cosas en este libro que hacen que destaque, siempre desde mi humilde opinión, sobre otros de su mismo género. Robert, el protagonista, aparte de ser valiente, honrado y honesto (como suele ser en los protagonistas de este género) tiene un don especial que le permite entender lo que sienten los demás, pero el autor no hace que su personaje gire en torno a este don, sino que el protagonista simplemente lo usa de manera natural y por tanto se convierte en un recurso literario que usa el autor para hacernos saber cuáles son los sentimientos de dos personajes tanto al lector como al mismo Robert de Tramontana.

Otra cosa que me ha gustado es que retrata con una crueldad justa la sociedad de finales del siglo XII, probablemente la situación era incluso peor de lo que nos la cuenta y seguramente de no haber sido un libro sus protagonistas no habrían tenido tanta suerte, pero si leéis el libro os daréis cuenta que tanto a Blanca como a Robert les ocurren más desgracias de las que se libran y eso le da el realismo justo para que te lo creas y entres de lleno en la historia sin perder del todo la esperanza.
Y luego está parte de la trama que habla sobre leyes y justicia y como después de perderse durante siglos intenta recuperarse el derecho romano y que deje de prevalecer la ley del más fuerte. Una parre de la historia sobre la que nunca había leído y sin embargo es apasionante.

Por último destacar la advertencia clara del autor en sus últimas anotaciones, en el cual nos hace notar lo frágil que es la justicia y que esta solo es posible gracias a la paz y la libertad de las cuales gozamos actualmente.

PARA QUIEN: A quien le apetezca una historia de aventuras, interesados en la edad media y como se solucionaban los conflictos, que tengan ánimo de desgracias y personajes femeninos interesantes.
LO MEJOR: Lo bien retratada que queda la edad media y como da voz a los protagonistas de la época, al payés, el noble, el caballero, la iglesia, el judío, la mujer… todos quedan retratados en los diferentes personajes del libro.
LO PEOR: Darse cuenta de que el karma y el tiempo no ponen las cosas en su sitio, que la justicia (dar a cada uno lo suyo) no es inherente al ser humano, hay que trabajarla.

El juicio del agua es una novela histórica que realmente te atrapa, no puedes dejar de leer. Vas deslizandote sobre las vivencias de los protagonistas sin freno, pero al mismo tiempo, te sumerges en un tiempo y espacio tan convulso como fue la Cataluña del siglo XII.

Y esto es realmente lo que más me ha gustado de esta novela, y por lo que sin duda leeré todos los libros de Juan Francisco Ferrandis: el detalle al contexto histórico como hilo constructor de la historia, como un protagonista más, y no un simple atrezzo.

El juicio del agua es una historia de dos opuestos que están presentes en toda nuestra historia, la violencia y la justicia.

Justicia y equidad, las bases del ius commune sobre las que el autor construye su obra, al tiempo que nos recuerda lo fácil que es que, en tiempos de oscuridad, se pierdan y se olviden, dejándonos en un mundo sin razón, sin justicia, sin igualdad. Recordándonos que podemos perderlas.

Es difícil encontrar un libro tan bien documentado y que te sumerja con concisión (y con tanta facilidad) en la Historia del Derecho. Sin aburrirte, buceando por sus páginas y deseando que llegue el momento de ponerte a leer para ver qué pasará a continuación, cómo saldrán de cada embrollo, creciendo con los protagonistas y descubriendo, en su búsqueda de la justicia y la libertad, fascinantes personajes nuevos.

Sin duda lo recomiendo, me ha encantado!

Ficción histórica con bastante acción


¡Cómo he disfrutado con este libro! .

Tiene como trasfondo esa gran lucha por recuperar las leyes olvidadas que regían el Derecho romano, el ius commune, un derecho común que guiaba a los jueces por la senda de la razón, servía para armonizar las relaciones comerciales y diplomáticas entre los distintos reinos y suplía las carencias de los derechos locales y sus fueros. La existencia de derechos que pertenecen a los hombres por naturaleza. La ley es el deseo del pueblo. Un poder que emana del pueblo y es cedido al emperador para que garantice la equidad y contenga la violencia de los poderosos sobre los débiles. Unas normas olvidadas, caídas en desuso tras la caída del imperio romano y que una vez recuperadas han sentado las bases de nuestro derecho actual. ¡Qué grandes y avanzados fueron en la antigüedad!.

Ambientado a finales del siglo XII nos transporta a una sociedad atrasada, oprimida por el poder de los nobles, inmersa en el ostracismo, los usos y costumbres, las ordalías o juicios divinos. ¡Impresionantes algunos de los casos que se mencionan en el libro!.

En una gélida mañana de 1.170 dos familias enfrentadas por la avaricia y los usos feudales se someten a uno de estos juicios divinos. Según marca la tradición, los primogénitos de ambas familias, de apenas meses de edad, deben sumergirse en una cisterna de agua helada. El que se hunda será el escogido por Dios, y eso le dará la razón.

Blanca de Corviu, hija de nobles, es la elegida y Robert de Tramontana, hijo de payeses, desde ese día pasará a llamarse el Condenado, viendo como su familia va perdiendo su independencia y sus posesiones. El sentimiento de injusticia marcará a Robert que unos años más tarde empezá a estudiar leyes.

La ambientación y el trasfondo histórico me han parecido magníficos. Tremenda la época. Una Barcelona que no consigue despegar, el ambiente intelectual de Bolonia, el reducto de Jaca y los distintos escenarios que van apareciendo, salpicados de anécdotas y detalles de la época y sus gentes. Una Hispania dividida en reinos. Los enfrentamientos de la nobleza con la corona, que ponen de manifiesto la necesidad de los Tratados de paz.

El autor ha creado una trama de ficción potente, a traves de unos personajes de ficción que se van relacionando con personajes históricos.

Los personajes me han parecido muy bien perfilados. Desde los buenos, con los cuales es fácil empatizar, hasta los malos. Es una novela donde está bien compensado los personajes masculinos y femeninos. Aunque haya más hombres, casi tienen más protagonismo ellas. Mujeres que luchan por conseguir lo que ansían.

El estilo narrativo es muy ágil, los capítulos son cortos y la trama engancha. La novela tiene mucha acción, sabe jugar con la intriga de lo que acontecerá a los personajes, no solo con Robert y Blanca. La defensa que hace Novella Gozzadini de Robert, es para enmarcarla. El final es apoteósico, de esos que te comerías las uñas por la tensión, si aún te quedasen.

Hay alguna expresión en catalán y unas cuantas en latín, pero se entienden y muchas son comentadas. No se hace pesado el uso de algún termino jurídico.

En resumen es un libro de esos que te llenan, que he disfrutado como una enana, que te deja con un buen sabor de boca. La nota que deja el autor al final del libro también es magnífica.

Es un libro que, en general, hará las delicias de aquellos que les gusta la ficción histórica con bastante acción.

Es el segundo libro que leo de este autor y voy a intentar leerlos todos. El primero, que también recomiendo, fue Las horas oscuras. En este la trama y la complejidad me han parecido más profundas.

Valoración: 9,75/10
Lectura: junio 2022

Parece absolutamente increíble que actos como este juicio del agua, que nos trae esta novela, ocurrieran realmente. Y mucho más increíble aún, que tales actos tuvieran lugar en nombre de la Justicia.
Gracias a la historia de Robert el condenado, y de la mano de Juan Gómez Ferrandiz, que hace un exquisito trabajo de documentación, podemos disfrutar de una obra con la que aprenderemos mucho sobre cómo ha sido la evolución de la actividad jurídica y lo difícil que resulta,en una institución tan importante como esta, aceptar los cambios que la sociedad va pidiendo en cada momento.
Un libro muy amplio, cuya lectura no se hace pesada ni lenta, a pesar de la cantidad de información que nos da, utilizando los tecnicismos justos para que, los que no somos expertos en leyes, podamos seguirla sin complicaciones. Con su historia de amor, que ameniza y da ritmo.
Muy recomendable. Fue un gran regalo el que me hicieron con este libro.