Esta es la historia de Laura y su familia. Una mujer que toma como punto de partida su mudanza a nueva York (abandonando a su pareja y su trabajo en Barcelona) para narrarnos los acontecimientos que han marcado su vida. Allí trabajará en una pequeña editorial y a la vez realizará un curso sobre la literatura en el exilio. Pero no es el único motivo del viaje o al menos el más importante. En esa ciudad busca a un hombre que ha tenido un gran impacto en la vida de toda su familia. Y con él pretende resolver algunas lagunas e incógnitas que llevan atormentándola desde niña. Y así nos introducimos en la vida de Román, un geólogo obsesionado con las islas, de Adriana, una pintora que abandonó a sus hijos, Pablo, un niño afectado por este abandono y la propia Laura, que intenta entender. Ninguno de ellos vive ya en Ibiza, la isla en la que una vez construyeron un mundo lleno de incertidumbres, secretos y dificultades así como gritos, desesperación y rabia. No había carencias económicas sino inseguridad emocional. “Dicen que los duelos duran un año; los del corazón, los de la vida. Pero podían durar más. Alargarse hasta esa palabra que me atenazaba: siempre.” (Página 53) La infancia es un periodo que nos marca para siempre. En ella se ponen las bases de las personas en quienes nos convertiremos. Una época en que no comprendemos muchas de las cosas que nos suceden o que vemos y aun así se interiorizan y se quedan grabadas. Así Laura intentará resolver esos recovecos oscuros que han quedado en su mente para comprender el porqué de una familia desestructurada marcada por la tragedia y el abandono de su madre. Su hermano y ella estarán mucho tiempo esperándola pero cuando regresa ya es demasiado tarde aunque no se quedará definitivamente. Una novela que podríamos decir que tiene un carácter intimista pero que además presenta cierta intriga en torno a sus personajes. Y me ha gustado mucho que Laura Ferrero no cree buenos ni malos absolutos. Otorga a cada personaje parte de su culpa o los libera de otras que podríamos pensar lógicas. Laura, la protagonista tenía doce años cuando su madre se marchó. En ese momento no sabía muy bien las razone, aunque algunas escenas que vivió le dieron ciertas pistas. A partir de ese momento ella misma comenzó a cuidar con ahínco y esmero a su hermano pequeño, Pablo, mucho más débil y sensible que ella termina cayendo en la enfermedad y la depresión. Su infancia concluyó de esa forma abrupta, con unos gritos y un golpe. de los juegos pasó a la preocupación permanente. También está Román, el padre, pero más ocupado en su trabajo y su obsesión por las islas, que tienen un gran simbolismo en la novela, que por sus hijos. “Nosotros éramos una familia compuesta por cuatro islas encerrada dentro de otra isla: Ibiza” (Página 13) Laura es un personaje maravillosamente trazado. Ella misma y poco a poco se va abriendo a nosotros, los espectadores, para narrarnos cómo era su familia, sus dudas, sus miedos, la incomprensión y las pocas certezas que hay en su vida. Y se desnuda hasta mostrarnos su dolor y la culpa. Quizás todo eso le ha llevado a abandonar a Mario, su pareja. Estos y otros temas son los que se exploran en la novela con muchísima profundidad. En ella su autora nos deja frases maravillosas y muy acertadas que he sacado del libro, que me han hecho reflexionar y pensar en todo ello. Y comprender que las cosas tienen diferentes perspectivas. Que una única visión no nos puede dar la historia completa. Así mismo el mal y el bien son relativos. “Heredamos las mentiras de la misma forma que se heredan el color de ojos o las fobias” (Página 80) Que vas a hacer con el resto de tu vida está maravillosamente narrada. Es una novela cuidada, envolvente, plagada de matices y emociones que es muy difícil de olvidar. Una primera novela de mérito. Está narrada en primera persona por su protagonista, alternando lo que ocurre en el presente, el momento en que intentará dar luz a años de oscuridad, con los recuerdos del pasado dejándonos algunas piezas sueltas que poco a poco irá componiendo hasta un final tremendamente emocionante. Porque ya tendremos todas las respuestas a lo que desde el principio nos preguntamos. Porque ya conocemos ese terrible punto de inflexión que cambió todo. Enlace: http://adivinaquienlee.blogs.. + Leer más |
Bergareche conversa con la escritora Laura Ferrero sobre los personajes de la novela, las inercias de la vida y cuán difícil es dejar ir aquellos que amamos y fuimos en el pasado.
Diego y Claudia ultiman los preparativos de la fiesta de inauguración de su casa en Menorca. Pocos días antes del evento, mientras pasea con su familia, Diego reconoce en una terraza a una extranjera con la que había coincidido en un festival en Estados Unidos. Esa mujer, cuyo nombre Diego desconoce y a la que lleva veinte años sin ver, le ayudó a superar un suceso traumático. Diego quisiera saludarla pero no se atreve, porque entonces tendría que contarle a Claudia cómo se conocieron. Intrigado, se las ingeniará para verla de nuevo en un encuentro que quizá le cambie la vida.
Tras el éxito internacional de Los días perfectos, Jacobo Bergareche regresa a la novela con una emocionante historia que ahonda en la pasión, en la pérdida y en la fuerza del recuerdo. Un libro en el que despliega todo su talento narrativo y que lo confirma como uno de los escritores más prometedores del panorama literario español.
«Una ‘nouvelle' redonda y elegantemente escrita sobre lo que Charles Dickens podría llamar "el sólido fantasma de las relaciones pasadas.» Sergio Vila-Sanjuán (Cultura/s - La Vanguardia)
«Un ejemplo de cómo se conquista el nirvana, se pierde, se añora y de cómo los convencionalismos nos atenazan. (...) No hay artificios y sí buenos materiales: una historia y prosa trabajada. Es un libro de esos que los personajes te acompañan durante mucho tiempo. » Jose María de Loma (Abril, El Periódico de España)