Imperio: De los tercios españoles a la América hispánica

Este no puede ser un texto al uso porque el libro no lo es. No se trata de una novela, aunque se lea en algunos momentos con la intensidad de un thriller. No es tampoco lo que se ha dado en llamar narrativa ilustrada, porque es más bien al contrario: ilustraciones acompañadas de un texto.
Y dichas ilustraciones no son otra cosa que los cuadros pintados por Augusto Ferrer-Dalmau que tienen como motivo el ejército español, más concretamente en este libro las tropas españolas desde los Reyes Católicos hasta el fin del reinado de los Austrias en España.
Un recorrido por las que fueron las mejores tropas, invencibles durante muchísimos años, aquellos tercios españoles que forjaron un imperio en el que no se ponía el sol.
Unos cuadros muy llamativos y con motivos muy variados, en el que, salvo algunos cuadros de barcos, siempre estarán presentes los soldados españoles.
Cuadros dotados de gran realismo y muy detallados. Unos detalles en ropas y materiales minuciosamente estudiados y documentados.


En principio es un libro para disfrutar de las pinturas, pero también hay que destacar el texto de maría Fidalgo Casares que lo acompaña, pues de un modo rápido, nos da un repaso a la historia de España desde los Reyes Católicos al último de los reyes Austrias en España. Todo en torno a la figura de nuestros soldados.
Un repaso no muy detallado pero que se para en algunos sucesos como la batalla de Lepanto (por ejemplo con esa pintura de Cervantes) o algunas batallas que han pasado desapercibidas.


No menos interesante es el capítulo dedicado a las Américas, con unos impresionantes cuadros en que por encima de todo destaca en la mayoría de ellos su luz, su luminosidad, sus colores, que en cierto modo evocan a esa luz meditarránea de los cuadros de Sorolla, aunque en este caso el mediterráneo no sea tal sino el Caribe o las Américas.
Me quedo también con ese alegato contra la leyenda negra, contra ese dejar a España a un lado de la historia cuando ha sido parte muy importante de ella.
Un texto que contribuye a realzar aún más si cabe, la grandeza de las pinturas que figuran en este libro.





Me habían llamado mucho la atención las pinturas de Augusto Ferrer-Dalmau cuando en internet buscaba pinturas de tipo histórico. Me llamó mucho la atención una carga de la caballería. Porque junto a los soldados, los caballos son los otros grandes protagonistas de sus cuadros. Incluso algunos barcos, en unas escenas impresionantes.

No soy un entendido en pintura. Solo se aquello que me gusta y lo que no me gusta. Desde ese punto de vista, los cuadros de Augusto Ferrer-Dalmau me llaman poderosísimamente la atención. Son cuadros en los que tras un vistazo general, vas recreándote lentamente en los muchos detalles y personajes que los pueblan.
Por eso, Imperio fue un libro del que, en cuanto vi la portada, me quedé enamorado de él. El resultado final ha sido aún mejor de lo esperado, pues he disfrutado también con el texto que lo acompaña, una historia breve pero muy interesante de España, de su Imperio y del papel que tuvieron las tropas españolas, conocidas como los tercios, en aquella gesta.

He quedado encantado con esa conjunción de texto con las preciosas láminas de los cuadros, en un libro en formato mayor de lo normal (29X22) y con un papel satinado que resalta esas pinturas.
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