Que de lejos parecen moscas

La lectura de este libro ha sido cómo encontrarme viendo una película de Tarantino, o te encantan o no. Tiene ese estilo canalla, sin tapujos, con vocabulario soez y malsonante, situaciones grotescas que no sabes ni por dónde vienen.

Machi, el protagonista y único narrador de la historia, es un tipo argentino rico, muy rico. Según él, tiene todo lo que desea en la vida, y sino, lo que le falta lo consigue a base de estafas y extorsiones. Se ve envuelto en un accidente con cadáver y es cuando empieza a hacer un recorrido mental por cómo es su vida y la situación en la que se encuentra. Es el típico millonario que cree que todo el mundo debe arrodillarse ante él,maleducado, soberbio y avaricioso, que detesta a las personas con rango inferior en la sociedad, vamos una pieza. Creo que he leído todo el libro sólo para saber si el karma le llegaba.

Que de lejos parecen moscas ha sido una lectura rara. 186 páginas que se leen en un suspiro ya que la letras es grande (más de lo normal). Capítulos muy cortos y con flashback en el tiempo que a veces son difíciles de entender. El protagonista, argentino, usa su vocabulario de la tierra, que a mi se me ha hecho pesado a veces, y no terminaba de entender ese humor.

No me ha convencido la prosa, pero si me ha hecho seguir leyendo porque tiene algo que atrapa.

Recomendable para los lectores que le gusten un humor extraño y afilado, y una novela negra desgarrada y rápida.

Que de lejos parecen moscas de Kike Ferrari es la novela negra perfecta.
Luis Machi es un empresario despreciable, un nuevo rico que alardea de sus coches, sus corbatas de seda, sus Rolex y su mujer de apellido compuesto. de madrugada, después de aprovechar las pastillas azules, la cocaína y el whisky que se ha tomado, coge su BMW para desayunar con su mujer. Pincha una rueda y llama al seguro, abre el maletero y encuentra un cadáver atado al coche con unas esposas de peluche que utiliza en sus desenfrenos sexuales. A partir de ahí empieza una carrera sin freno para deshacerse del cadáver sin rostro. ¿Quién es el asesino? ¿Quién, además de Machi, es la víctima?
Cualquier lector que empiece Que de lejos parecen moscas va a correr más que el BMW de Machi para averiguar qué está pasando. Es imposible soltar la novela, la angustia del protagonista no es nada en comparación con la urgencia del lector que, a pesar de ver en él a un tipo despreciable, sin saber por qué, desea que consiga ganar una vez más.

Ferrari, tan rápido como el vehículo, coloca en unas cuantas paginas, de forma muy pulcra y prolija unas cuantas horas en la vida de un “ sobreviviente “ o “ self made man “ argentino, que aprovecha toda coyuntura política , económica e incluso social para ascender como exitoso empresario, conservando las manías de un nuevo rico,
A través de la novela, fundamentada, en el encuentro de un cadavér en su lujoso automóvil, se entreveran las viscicitudes, para deshacerse de el, con los recuerdos, que buscan establecer, quien puede querer inculparlo o a que se debe este hallazgo/ advertencia, desfila por su mente todo aquello que ha hecho mal pero justifica en nombre de su progreso, prosa veloz.,
Novela negra cuidada, trabajada, concienzuda, con un atisbo de sempiterna queja social, ante la inequitativa situación, política social y económica asociada y Generada por el llamado “ corralito “ argentino,
Kike Ferrari, se desplaza rápido, al igual que el Señor Machi, pero en un BMW..
Dos horas de lectura, perfectamente bien empleadas

Este libro es de los que empiezas a leerlos y cuesta parar. Con un ritmo trepidante, un lenguaje barriobajero argentino muy logrado y expresivo. Con unos personajes muy especiales y un protagonista tan logrado como pagado de sí mismo. Solo puedo decir que leeré más libros suyos, me ha encantado!

Mientras leía "Que de lejos parecen moscas" no podía evitar la sensación de estar viendo una película de Ricardo Darín. Por su pulso desenfrenado. Por su lenguaje. Porque lo mismo te ríes a carcajadas que te comes las uñas de pura tensión. Sabedores, a fin de cuentas, de que estamos disfrutando de una obra maestra con estilo propio. Una novela escrita en presente que se sale de lo común y que nos hace preguntarnos: ¿cómo puede una mente humana entretejer una trama en la que todos los personajes parezcan ser sospechosos?
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