El sí de las niñas

«El sí de las niñas» de Leandro Fernández de Moratín es la obra que me inició en el teatro y me hizo amar este género.

Se trata de una comedia romántica escrita a principios del siglo XIX en la que se aborda el tema del matrimonio por conveniencia, el matrimonio forzoso tan habitual en la época (era frecuente ver señores mayores casados con jóvenes adolescentes), la sumisión de los hijos e hijas que se someten a los deseos de los padres sin derecho a réplica y en la que se hace una dura crítica a la iglesia y las convenciones sociales.

La obra se desarrolla en una posada de Alcalá de Henares en la que los personajes se encuentran de paso y donde se sucederá toda la acción. La lectura de esta obra siempre me ha parecido una experiencia muy amena y entretenida, pues es ligera, breve, fluida y divertida, lo que no resta seriedad a los temas que trata y no impide que nos encontremos con pasajes que contienen grandes reflexiones.

Considero que es una obra muy valiente, pues no debió ser fácil poner en entredicho a toda la sociedad analizando, criticando y afeando una costumbre que no era más que la total desigualdad de la mujer, quien ocupaba un papel de absoluta sumisión, siendo manipuladas y moldeadas por sus padres y después por sus maridos (salían de una jaula para meterse en otra).

Una obra que causó gran revuelo en su momento, pues al estar escrita en lenguaje sencillo y moderno, consiguió llegar a todos los estamentos sociales y lograr que se removieran algunas conciencias, lo que le le granjeó al autor ciertos problemas con la temible inquisición, la consiguiente censura de parte de la obra y la cancelación de su representación, la cual fue todo un éxito.

Una obra asequible, breve y entretenida que puede ser el trampolín perfecto para lanzaros de lleno a este género tan maravilloso como incomprendido.
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