Crecer en Nunca Jamás

Cuando vimos que Freya ediciones iba a sacar este libro a la venta, creció una necesidad en nosotros de tenerlo en casa, y no hemos tardado mucho en hacernos con él. La portada nos parece una auténtica maravilla, y con las autoras fuimos a ciegas porque no habíamos leído nada de ellas hasta el momento. 


No teníamos muy claro lo que nos íbamos a encontrar en estas páginas, para seros completamente sinceros. Pero lo que hemos leído nos ha gustado, nos ha emocionado y ha conseguido dejarnos el corazón muy blandito. Tanto, que el día que lo terminamos habíamos quedado con una amiga y, ni cortos ni perezosos, le bajamos el libro para que lo leyera, sin comentárselo, sin anestesia. Ahora estamos a la espera de ver que le parece.  


Me imagino que todos los que estamos por aquí conoceremos el cuento de Peter Pan, al menos esa peli de dibujos en la que el capitán Garfio tenía un miedo horrible de un cocodrilo que se había comido un reloj. Pues bien, la historia que nos encontramos aquí también tiene a un capitán Garfio dirigiendo el barco, pero es un capitán muy diferente al que estamos acostumbrados. Es un capitán que nos va a hacer reflexionar sobre un montón de temas, pero entre ellos, por ejemplo, el bullying. 


La ambientación de esta historia está en Londres, por respetar el cuento original, pero se podría extrapolar a cualquier otra ciudad, no es algo que nos vaya a definir el libro sí o sí. Pero si vamos a mantener a todos los personajes, y muchos de ellos nos van a sorprender. 


Es una historia bastante introspectiva, que nos va a hacer pensar y recapacitar mucho, además de despertar nuestra empatía por los más necesitados. Nos vamos a encontrar con una historia relativamente plana, ya que no va a tener mucha acción ni demasiados giros argumentales, pero eso mismo es lo que va a conseguir que el lector conecta con todos los personajes, incluso con aquellos que le pueden resultar un poco más "desagradables" a priori. 


Teniendo en cuenta que es la primera novela que leemos de Isabel y Enara, podemos estar seguros de que les seguiremos la pista de cerca. Queremos más historias como esta para poder volver a emocionarnos.