InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Ferrer


Ferrer
06 September 2020
Antonio de Lara Gavilán (1896-1978) “Tono” es el más desconocido de esos “señoritos de la República”, al decir de Ramón Gómez de la Serna, que son los miembros de la otra generación del 27: López Rubio, Edgar Neville, Jardiel Poncela, Miguel Mihura y el propio Tono. El escritor jienense no despunta como dramaturgo o cineasta, como sí lo hacen López Rubio y compañía, sino como ilustrador, humorista gráfico y dibujante, de ahí que Juan Manuel Bonet, en su Diccionario de las vanguardias, reivindique al Tono ilustrador, no al dialoguista, por ejemplificar de la mejor manera “la transición entre el modernismo y la vanguardia”. El interés de este libro radica en la revisión de la figura de un autor opacado por sus compañeros de generación y creador de una obra dramática, que no ha soportado el paso del tiempo (ninguna reedición en los últimos lustros). Treinta y dos comedias (de las que pocos aficionados al teatro podrían decir algún título), participación en unos treinta guiones cinematográficos (sobre todo en los diálogos adicionales), doce adaptaciones teatrales (más refritadas que traducidas), además de una obra narrativa y periodística y una desconocida producción pictórica (que no es objeto de análisis en el libro) desmienten la vitola de poco trabajador de Tono, pero esa prolijidad no le ha deparado un lugar destacado en los manuales literarios.
Fernández-Hoya, Cabrerizo y Aguilar relatan el nacimiento de la Codorniz, detallan la experiencia del filme Un bigote para dos y el enfado de Jardiel, apuntan la complicidad creativa con Enrique Llovet y aseguran que Gómez de la Serna y Julio Camba fueron los referentes periodísticos de Tono. Numerosas citas de publicaciones periódicas apuntalan el discurso de los autores, los cuales argumentan que “toda la fuerza del teatro de Tono está en los diálogos” y que “Tono abjura de la sátira y del humor crítico”, su fortaleza es precisamente su debilidad, porque jugar al equívoco con un vocablo y acumular ocurrencias cómicas no le ha granjeado el reconocimiento de la crítica. Su concepto de función, gemelo del astracán, su dependencia de la gracia del chiste, del juego de palabras y de la pirotecnia verbal encadenada le permitieron estrenar piezas teatrales y dirigir cine (debuta con el drama Canción de medianoche en 1948), pero no han impedido que el teatro de Tono, carente de estructura dramática, amarillee sin batahola como las páginas de los libros que lo contienen por ser meras acumulaciones de dislates a golpe de risa y es que esa es su principal y única virtud, un ingenio espontáneo sumado a una desbordante imaginación, que este libro recupera. Aunque no se haya podido atestiguar la labor de Tono en Fantasio, Paris-America, Vogue y The Boulevardier, el volumen cumple su cometido divulgativo con creces y es una interesante aproximación a un autor olvidado.
Comentar  Me gusta         10



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(1)ver más