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ISBN : 8412271521
426 páginas
Editorial: Ediciones Freya (30/11/-1)

Calificación promedio : 4/5 (sobre 8 calificaciones)
Resumen:
Al acabar el quinto curso del conservatorio y dar su último concierto, Marina se ha quedado vacía de pasión, todos sus miedos la han vencido y el peso de los últimos meses la ha hundido por completo. Los aplausos del público ya no son suficientes para acallar lo que sufre por dentro.Después de todo por lo que ha luchado y los años invertidos en mejorar, tocar la flauta travesera no tiene ningún sentido y su vocación queda hecha añicos. Lo único que importa es que se... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (11) Ver más Añadir una crítica
AlhanaRhiverCross
 10 April 2021
Cuando se anunció esta novedad, no tenía muy claro que quisiera leerla porque todo iba a depender de mis ganas de empezar una historia de estas características en el momento concreto en que se me pusiera por delante. Después de varias novelas de fantasía y otras cuantas románticas puras, tenía cierta necesidad de meterme la cruda realidad en papel por los ojos y esta novela parecía prometerme eso. Siendo sincera, no sabía muy bien qué esperar de este libro, salvo que me apetecía un montón conocer la pluma de Lidia Fernández, que además es correctora, así que en ese sentido podía ir tranquila por la calidad del texto. En realidad no sabía de qué iba el libro y, aunque intuía un poco el género y la temática por el trigger warning en la nota de prensa de la editorial, realmente no tenía ninguna referencia más específica sobre la trama en sí. Y me alegra reconocer que esta ha sido una de esas veces en las que ir a ciegas ha vuelto a ser el mejor método para elegir una lectura, solamente por el nombre de quien la escribe aunque esa preciosa portada diseñada por Orikye ayudó bastante a que me entrara automáticamente por los ojos.

Cuando acaba el silencio es la historia de Marina, un personaje muy real que traspasa la tinta y con el que podemos identificarnos en muchas de las situaciones por las que atraviesa. Marina es estudiante veinteañera de flauta travesera que intenta vivir de la música y, aunque en su vida cuenta con sus tíos que la han criado desde bebé, hace varios años que ya se ha independizado de ellos y sobrevive sola por su cuenta en un pisito. Una chica normal y corriente, digamos, signifique lo que signifique esa expresión. A su alrededor orbitan tres personajes clave que desempeñan diferentes papeles en el drama de Marina: Héctor, Dani y Elsa. La novela está contada entre el pasado y el presente sin que en ningún momento tengamos toda la información de lo que sucede en el presente, consecuencia directa de lo que poco a poco vamos descubriendo que ocure en el pasado. En la actualidad, sabemos que Marina ha dejado de hablarse con su mejor amigo Héctor, director de orquesta y la persona en la que Marina más confiaba; y también sabemos que ha cortado con su exnovio Dani, estudiante de contrabajo en el mismo conservatorio, mientras comienza una relación muy especial con Elsa, profesora de piano. Marina se ha aislado y no ha superado la ruptura a pesar de que fue ella la que cortó con Dani, cree que debe alejarse de todo y de todos y comenzar de nuevo en otra ciudad porque no soporta encontrarse con Héctor (que además es su vecino) ni con Dani, quien una y otra vez intenta volver a su vida a pesar de las constantes negativas de la chica. Así que en el presente así estamos, sin saber cómo hemos llegado a esa situación pero con la mosca todo el rato detrás de la oreja porque Marina no para de hacer alusiones a lo ocurrido y sabemos que algo turbio tuvo que ser.

Mientras tanto, poco a poco se van intercalando de vez en cuando los capítulos que en los que Marina relata qué pasó, a su ritmo y sin un orden cronológico concreto, y nada más empezar a conocer datos podemos intuir que se avecina todo un huracán de emociones, buenas y malas. Creo que es imposible no sentir nada con una lectura así, que toca tantos temas sensibles de los que apenas se habla o, peor, que se suelen banalizar. Desde la evidente relación tóxica que se ve muy bien desde fuera hasta la naturalidad de las preferencias sexuales de cada uno de los personajes, todo nos insufla un aire de realidad tremendo que ojalá se viera en más novelas, incluso en las que no tratan directamente de ello. El reflejo de la salud mental en todas las escenas sensibles muestra una concienciación especial por parte de la autora que me ha dejado temblando y abrumada por las emociones, porque incluso aunque yo misma me crea lo suficientemente concienciada, siempre se puede ver que no, que hay miles de cristales con los que mirar una misma problemática, tantos como personas pueden sufrirla. He podido intuir que Lidia Fernández ha hecho un esfuerzo extra por “normalizar” de alguna manera lo que le ocurre a Marina, sin mayores dramas, sin ser morbosa, sin intentar provocar lástima, simplemente buscando la comprensión de los lectores y creo que el resultado ha sido de diez: una historia real, tan sencilla como habitual y poniendo el énfasis en que, por muy “leve” que nos parezca, todo tipo de maltrato psicológico, sigue siendo maltrato.

Como podéis imaginar, la protagonista también es la propia narradora en primera persona, algo que ayuda muchísimo a poder ponerse en su piel en los pasajes más duros. A mí me ha resultado imposible no empatizar con ella incluso en las situaciones en las que siempre podrían aparecer los pensamientos más típicos como “A mí eso no me pasaría”, “¿Es que no ve lo que ocurre?”, “¿Pero por qué se deja hacer eso?”, etc. No, a todos podría pasarnos y, no, tampoco lo veríamos desde dentro, porque la psicología humana funciona así, tenemos una capacidad de autoprotección y supervivencia que también incluye engañarnos a nosotros mismos y actuar como los avestruces. Y esta novela está plagada de sabiduría psicológica, incluso en las conversaciones más banales que tienen los diferentes secundarios con la protagonista. Me ha parecido alucinante la forma de plasmar todas las distintas fases por las que puede pasar una víctima en estos casos o simplemente la forma tan natural que ha tenido la autora de mostrar una enfermedad mental tan silenciosa como ignorada en nuestra sociedad. En muchos de los diálogos de interacción casi he tenido la sensación de estar asistiendo a un role play didáctico sobre qué hay que decir y qué no en esos momentos decisivos para personas en la misma situación que Marina, para saber actuar, saber identificar o saber intuir qué puede necesitar alguien en esos casos.

No me cabe duda de que el punto más fuerte de la novela es la potencia que tienen los personajes, no solo Marina. Héctor, Dani y Elsa son los tres vértices que desestabilizan o aportan equilibrio a la protagonista, los que generan los conflictos argumentales que van surgiendo en la trama. Sus relaciones se van desarrollando en esas dos líneas temporales y creo que ha sido una de las mejores decisiones narrativas que ha podido tener la autora: Marina no lo cuenta, lo va mostrando en el momento adecuado para que recibamos tal o cual información. de esta forma, se genera en toda la historia un halo de misterio que provoca que una lectura que podría ser simple y llanamente entretenida, se convierta además en adictiva por esa motivación extra que nos da el querer saber todo de golpe: ¿qué pasó? ¿sigue Dani enamorado de Héctor, su ex, o entre los dos solo hubo sexo sin compromiso? ¿por qué Dani empieza a mentir, a gritar, a cabrearse por todo y por nada? ¿por qué Héctor rompió todas las promesas que le hizo a Marina, su mejor amiga? ¿por qué Elsa es tan perfecta? ¿puede Marina volver a enamorarse, de la chica del piano, de la música, de la vida? Preguntas…

Otro aspecto relevante de la novela es la música, aunque a pesar de acaparar parte de la portada, es más bien un complemento más de Marina, de su construcción personal y un poco la manera de dar contexto a los ambientes en los que se mueve (el Conservatorio, las clases, los conciertos…) y sus propias inseguridades (su pasión por la flauta, la ilusión por tocar o escuchar música, su falta de ganas, su miedo a que ya nada la emocione de igual manera…). La música es su entorno natural, que podría haber sido la pintura, el baile de salón o el moldeado de botijos, pero el contexto musical aporta cierto aire bohemio que también se deja ver en las descripciones físicas de los propios personajes (maquillaje, pelo largo, vestidos alegres…) y también en la pasión que los conecta a todos, que transmite alegría, paz, sosiego o ilusión. La elección de ese ambiente melómano va muy acorde con el contraste que supone estar dentro de los pensamientos turbulentos de Marina, con sus reproches internos, sus menosprecios o su baja autoestima y cómo poco a poco va in crescendo para culminar su evolución en el desenlace para poder oír entre el ruido del drama esa melodía de esperanza que me ha dejado tan buen sabor.

Sin embargo, soy consciente de que he salido encantada de esta novela no solo por sus personajes, su contexto o su temática, sino que gran parte del mérito lo tiene la prosa de Lidia Fernández, que me ha metido de lleno en un testimonio muy humano, me ha hecho sensibilizarme aún más con la realidad de algunas de las enfermedades mentales más comunes, de la toxicidad invisible pero palpable de muchas relaciones que se confunden con amor o amistad, o de la importancia de valorarse en base a uno mismo y no en base a los demás, aunque si bien es cierto que muchas veces todo esto va de la mano y puede que ni siquiera lleguemos a ser conscientes, como nos demuestra la autora. Su pluma no tiene grandes pretensiones de impresionarnos con el lenguaje, con complicadas metáforas o frases rimbombantes, solo quiere que un sencillo mensaje cale en el lector a través de las emociones y los pensamientos de su protagonista, y precisamente por eso creo que el mérito es mayor, porque a veces menos es más y no ha necesitado sonar pedante ni una experta en salud mental con largos párrafos de disertaciones académicas para dejarme embelesada con todo lo que me ha transmitido de la manera más sencilla: dejando hablar a Marina.

En definitiva, es una novela imprescindible en cualquier estantería física o digital, debería ser lectura recomendada en los institutos (aunque la edad y las vidas de los protagonistas hagan pensar en un target algo más new adult). Me ha parecido un debut tremendo para una autora en la que simplemente había puesto mis expectativas de conocerla sin más, sabiendo que una primera novela (publicada, que no escrita, no sabemos) siempre tiene el riesgo de ser algo más light, en cierto sentido. No ha sido para nada el caso y he salido maravillada con la propuesta de Lidia Fernández para removernos todo por dentro, para hacernos reflexionar sobre muchas cuestiones que si no son ya de actualidad, deberían de serlo constantemente y con el reconocimiento suficiente. Por mi parte, la recomendación de esta novela es incondicional, creo que es una lectura necesaria independientemente del género en el que cada lector se sienta cómodo, salvo por los motivos obvios del trigger warning si son temas que os afectan especialmente y para mal. Además, la edición interior incluye las ilustraciones de cada uno de los personajes principales de Lorena Agúndez Tajuelo (Laranna_Art) que veis acompañando esta opinión, y un montón de detalles ilustrados diseminados por sus páginas. En cualquier caso, un verdadero descubrimiento de autora y de novela que terminará entre las mejores lecturas de este año.
Enlace: http://enmitiempolibro.blogs..
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Lectorabooks
 05 May 2021
Lo primero es que entra fijisimo en MEJORES LECTURAS, lo tengo claro, por todo lo que ha hecho sentir, porque los personajes se han quedado dentro de mi corazón y no creo que salgan en mucho tiempo y por todo lo que Lidia ha conseguido removerme con ella.
Si tuviera que definir la novela con una frase sería: "Esta novela es como una melodía y cada nota te hace sentir como si estuvieras tocando tú misma el instrumento, cada altibajo, cada intensidad, cada pausa como si se tratase de una tempestad. Es un continuo sube y baja"
Creo que no voy a conseguir explicar todo lo que ha representado esta novela aunque mi vida dependiera de ella, solo que se me merece todo lo bueno e incluso más. Pero vamos poco a poco, esta historia trata de Marina, que después de estar cinco años en el conservatorio se da cuenta de la que es su realidad: no siente esa pasión que motivaba su vida, el tocar la flauta, ¿Está rota? ¿Se quedará así permanente? ¿Será por lo de...?
Tendréis que descubrir y aventuraros vosotros mismos en su corazón, su miedos, sus inseguridades para saberlo.
Os aviso que no es una situación agradable y que por desgracia sigue pasando, pero Lidia lo enfoca de una manera delicada y nada morbosa (y gracias por esto, de verdad) y con esto no digo que no vayáis a sufrir con ella, al contrario, si sois como yo, vais a empatizar muchísimo con Marina hasta tal punto que querrás darle más de un abrazo, sentirás su misma impotencia y ansiedad y te sentirás orgullosa con cada pasito que dé, por poco que sea (ojalá fuera mi mejor amiga de verdad), y yo desde aquí os pido por favor que nunca nunca os calleis porque vuestra voz es importante y que cuides vuestra salud mental y nunca os menosprecieis pensando que no lo necesitáis o que gente se lo merece más que vosotros. No es verdad.
De la ambientación y del tema música no puedo hablar desde una consciencia académica ni nada, solo puedo decir mi opinión como lectora que no tiene ni idea, he llegado a ver el ambiente del conservatorio, he sentido esa presión y esa felicidad que ofrece la música como profesión, y me ha gustado ver qué podía enterarme de algunos detalles que se explican a lo largo de la novela (hay uno en concrecto que me ha emocionado una barbaridad, espero que lo aprecieis como yo) y no me he perdido en ninguno.
Otra recomendación sobre esto: escuchar la playlist, porque ya os digo que me he podido empapar de autores y canciones que me apunto y que sí, que cuando las escuche me harán recordar está historia inolvidable.
Sobre el final solo os digo una cosa: cuando las piezas se conectan y lo entiendes solo puedes hacer más que apreciarlo y ser feliz por ello, no puedo dejar de admirar a Lidia del gran trabajo realizado.
Solo agradecer a Lidia por esta historia (y por cierta cosa que pasa en el capítulo 10 con el que pegue un salto, grite y no sabía que necesitaba TANTO desde el minuto uno) y a la editorial por haber podido disfrutar tanto está historia, agradecida siempre.
De verdad que no se qué deciros más para que la leáis y le deis a Lidia todo el reconocimiento que se merece por ello, es que ni siquiera puedo destacar alguna escena que se me haya quedado, no porque no haya ninguna sino por todo lo contrario porque hay demasiadas que me han hecho sentir y mi corazón rebosan de emoción al recordarlas (en el top están el cap 10 obvio, mar y sonata y hay muchas más)
PD: dejo de ser pesada para deciros que estaba escuchando Sastifield del musical Hamilton cuando escribía esta reseña y me parece digno de mención al igual que decir dejad de leer ya la reseña y hazte con él, espero que te arrope como a mí.
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Lullabybookstitch
 24 June 2021
"El silencio no es lo último que se escucha cuando deja de haber música".

Este libro me ha dado nostalgia, me ha trasladado a mis tiempos estudiantiles, a paredes con mosaicos de colores, auditorios, melodías infinitas por pasillos, patios antiguos, palmas y ensembles multitudinarios. Cosas de palacio. A ver:

La historia nos habla de Marina, una joven que ha crecido feliz junto a sus tíos tras el fallecimiento de sus padres en un accidente de coche. En su adolescencia descubrió su pasión por la música y, aunque incrédulos, la apuntaron a la escuela de su barrio para que desarrollara sus habilidades. Tan bien se desenvolvió en compañía de su flauta travesera, que en segundo curso vio claro su porvenir y empezó a dar clases particulares a otros chicos para poder pagarse su independencia lo antes posible. A un año de finalizar el conservatorio profesional y en pleno concierto de final de curso, el aire no fluye como siempre: los recuerdos de meses atrás tocando en la orquesta y su relación con Dani la atropellan. le falta el oxígeno, otro ataque de pánico más. Veremos un recorrido de todo lo que ha sucedido en los últimos años de su vida, el por qué de esa desescalada emocional, sus años junto a su expareja, el transcurrir entre las paredes de un conservatorio, el contacto y complicidad entre alumnos y profesores, sus quedadas como amigos, ensoñaciones, maltrato psicológico, amigos que se convierten en algo más... Todo un bucle que se vuelve tan repetitivo y engañoso, que le dificulta reconocer que se está encerrando en sí misma. Pero el verano llega con mudanzas de la mano de alguien que le ayudará a desprenderse de la venda que cubre sus ojos. 

Este libro me parece un acto de valentía. Da una visibilidad tremenda a la ansiedad y depresión, a las relaciones tóxicas, donde el enamoramiento te nubla el estar siendo víctima de violencia de género. Representación lgtbi, naturalidad hablando y describiendo las conexiones entre personajes. Se reflejan valores como la amistad por encima de todo y la importancia del calor familiar. Un drama psicológico young adult. La edición está muy bien tratada, los colores de cada página colaboran a saber en qué punto de la historia nos encontramos, a pesar de haber saltos en el tiempo, todo narrado en primera persona por la protagonista. Me gusta el guiño que se hace al título en su interior. No es un libro donde prime la trama, la verdadera emoción son los personajes. La autora conciencia bastante de qué se siente en una situación así, hay un alma sensible detrás de sus letras y su música. Admito que se me ha quedado un poco chiquito a pesar de todo, creo que este libro está orientado hacia un público más joven, para aquellos que no se encuentran en el camino, que saben que hay algo en disonancia pero no comprenden el qué. Si eres un beethovenian@, escucha su Claro de Luna y sabrás de qué estamos hablando. 
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Eurus
 12 April 2021
- 3,75/5 -

Poco voy a añadir a la sinopsis, pues cuanto menos sepamos de esta historia mejor. No obstante, me gustaría introducir que Marina, la protagonista de esta novela, ya no siente la misma pasión por la música como antes, debido a varios sucesos que han ido ocurriendo en su vida. Actualmente no se encuentra muy bien y, a pesar de que sus tíos la apoyan en todo momento, no siente que pueda encajar en su propia vida.

La trama no cuenta con un tono muy positivo, pero de eso se trata, de ir poco a poco buscando esa luz que nos saque de la oscuridad. El ritmo es lento porque es necesario interiorizar esta historia, por lo que no hay nada de acción ni de giros argumentales, el punto es conocer la vida de Marina y sus circunstancias. Los sucesos me han sorprendido porque pensaba que la trama iba a ir por un camino distinto y al final no ha sido así, así que he quedado contenta en ese sentido. El final me ha encantado y tengo que confesar que alguna que otra lagrimilla he soltado durante la lectura.

Cuando acaba el silencio está narrado en primera persona desde el punto de vista de Marina, nuestra protagonista. Además, contamos con dos líneas temporales que se van intercalando: pasado y presente. En la línea del pasado conoceremos cuál fue el punto de inflexión de Marina y todo lo que sucedió. En cambio, también veremos su presente y cómo está gestionando esos sucesos pasados de cara a su futuro.

Un punto importante es la música y me ha gustado que se complemente tan bien con la trama. La música es el nexo que une a la protagonista con el resto de personajes, así que siempre estará presente, ya sea como tema principal en conversaciones como por ambientación (Conservatorio, conciertos, clases…). No os preocupéis porque no se entra en detalles técnicos, no estamos en ese tipo de historias, solo es un elemento más.

Otro punto a tener en cuenta es que se trata la salud mental y el maltrato. No entraré en detalles para evitar destripes, pero ante todo quería comentarlo porque siempre es bueno conocer el contenido sensible de la novela. de hecho, la editorial tiene como contenido sensible los siguientes temas: Maltrato; Ideas autolíticas; Miedo o angustia; Ansiedad; Sangre; Abusos o violencia sexual; Muerte.

Con respecto a los personajes, es muy fácil empatizar con Marina. Es un personaje adorable que ha pasado (y está pasando) por un infierno. Tiene un buen desarrollo y sientes en todo momento su dolor, sus inquietudes y su falta de motivación, pero también seremos testigos de sus sentimientos más positivos y alegres. Es mi personaje preferido de toda la novela y el más complejo a su vez.

Héctor es un personaje genial y, a pesar de que muchas veces no he compartido su actitud ni su comportamiento, he llegado a quererle. Dani es el exnovio de Marina y no voy a ahondar mucho aquí porque no me salen palabras bonitas para ese personaje. Eso sí, el desarrollo es muy, muy bueno y es que crear personajes complejos y que te transmitan tanto sentimiento negativo no es fácil. Elsa es una chica que desde el principio me llamó la atención y he disfrutado cómo ha ido adentrándose poco a poco en la vida de Marina para ayudarla en todo lo posible.

Todos los personajes han evolucionado de una forma u otra y me gusta la fuerza que tienen. No son perfectos, incluso algunos de ellos se equivocan y luego tienen el valor de reconocerlo e intentar ir a mejor. Por último, y para cerrar la introducción de los personajes, también quiero mencionar a la familia que ha cuidado siempre de Marina: sus tíos. No tienen mucha presencia directa en la novela, pero la relación que tiene Marina con ellos es adorable.

La edición de esta novela es preciosa y tiene unas ilustraciones maravillosas. La editorial siempre cuida sus novelas con pequeños detalles, pero es que los colores elegidos y los detalles de este título en cuestión son perfectos. Si podéis comprar la edición en físico, ¡no lo dudéis!

La pluma de la autora me ha tenido enamorada de principio a fin. Tiene una forma de transmitir muy sensible, bonita y profunda, por lo que siempre tendremos el corazón calentito y dolorido a la vez. Me ha encantado su narración y me ha sorprendido la facilidad con la que el estilo te atrapa desde el principio.

Cuando acaba el silencio es una novela muy íntima; es una historia de personajes donde la música es un pilar relevante y donde se tratan temas importantes sobre la salud mental de una forma muy natural. Recomiendo mucho este libro porque no os dejará indiferentes.
Enlace: https://jardinesdepapel.es/r..
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Gemma723
 02 July 2022
Reconozco que me daba miedo empezarla, pues sabía que era una de esas historias que duelen (aprovecho para decir lo necesario que es el aviso de contenido sensible). Y sí, he sufrido, me he cabreado, he sentido intensamente y he disfrutado mucho. Desde el principio se intuye cuál es el «problema» y, aun así, dudé bastante por culpa de ideas preconcebidas que tengo (cierto personaje me ha hecho abrir los ojos en más de un asunto). Evidentemente, he adorado a Marina y a Elsa, son maravillosas y se merecen todo lo bueno del mundo. Con Héctor he tenido mis más y mis menos, creo que no he sido capaz de pillarle del todo el punto (puede ser que no le haya llegado a perdonar).


Es una novela con muchísimos mensajes vitales y me gustaría destacar uno. El contexto es el siguiente: X le dice a Y que los psicólogos son para gente que los necesita de verdad, no para solucionar un drama amoroso. A lo que Y le contesta: «No va a solucionar un drama amoroso, va a trabajar para solucionar el impacto que ese drama amoroso ha tenido en tu cabeza». Cuando lo leí, creo que aplaudí hasta con las orejas —y también le pasé foto de la conversación a mi prima—.


Una historia de recuperación, salud mental, relaciones tóxicas, amistad, amor y, sobre todo, esperanza y música. Recomendadísima.
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Citas y frases (25) Ver más Añadir cita
gerappagerappa03 March 2024
me resulta curioso que el mar parezca siempre el mismo, aunque nunca lo sea en realidad. Está ahí todos los días, con el mismo olor y casi el mismo aspecto, y, aun así, el agua no para de moverse y de cambiar. Cada marea trae y se lleva algo, y el mar que miraba hace cinco minutos tiene poco que ver con el que tengo delante ahora, aunque parezca que nada haya cambiado.
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LullabybookstitchLullabybookstitch24 June 2021
"Cómo odio que nos hayan puesto en esta posición. Nadie se lo toma tan en serio si eres heterosexual, nadie cree que 'lo tengas que decir'".
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LullabybookstitchLullabybookstitch24 June 2021
"Me abraza. Yo dejo que lo haga y me acomodo contra su cuerpo como si entre sus brazos todos los problemas del mundo estuvieran resueltos".
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LullabybookstitchLullabybookstitch24 June 2021
"Pensaron al principio que se trataba de un capricho pasajero por la edad, pero yo sabía que era más profundo que todo eso".
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LullabybookstitchLullabybookstitch24 June 2021
"Aquel camino de lava en el que se había convertido nuestra relación había terminado por consumirme y hacer de mí cenizas".
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