Menuda forma de capturar los entresijos de la industria cinematográfica de la época, fuertemente ligada a lo que se considera ya un tema recurrente en el imaginario colectivo: la picaresca española. Precisamente esto hace la historia tan universal y extrapolable: un ingenuo currante que termina anestesiado ante el engaño y la astucia de aquellos que operan sobre él. Lo mejor del libro, sin duda, la forma de escribir de Fernando, profundamente teatral, cinematográfica. Diálogos frescos, de los que no saltan de la página, que al leerlos permiten escenificar la historia en la mente, como si sucediera en frente de los ojos. La admiración hacia Fernán Gómez es infinita. |